El Kit×b al-amÐ×r wa’l-asþ×r (“Libro de las lluvias y de los precios”) de Abý þAbd All×h al-Baqq×r (fl. 1411-1418)
Introducción, comentario y resumen de Chedli Guesmi
ÍNDICE
I AL-BAQQ¶R Y SU “LIBRO DE LAS LLUVIAS Y DE LOS PRECIOS”
1. Presentación
2. El autor
3. Estudios previos sobre el Kit×b al-amÐ×r
4. Las fuentes citadas por al-Baqq×r en el Kit×b al-amÐ×r
5. Estructura del Kit×b al-amÐ×r
5.1 Primera parte: introducción y “sistema de las cruces”
5.2 Segunda parte: paso de Saturno por los signos zodiacales y otras técnicas de predicción más elaboradas
5.3 Tercera parte
5.3.1 Capítulo 1: Meteorología y lluvias
5.3.1.1 Marco temporal de las predicciones meteorológicas
5.3.1.2 Instrumentos teóricos para elaborar una predicción
5.3.2 Capítulo 2: Para conocer la baratura y carestía de los precios
5.3.2.1 Generalidades
5.3.2.2 Los productos mencionados
5.3.2.3 Cuantificación de las subidas y bajadas de los precios
5.3.3 Capítulo 3: Sobre las indicaciones que proporcionan los eclipses solares y lunares
5.3.3.1 Introducción
5.3.3.2 Duración de la influencia de un eclipse
5.3.3.3 A quién afectan los eclipses
5.3.3.4 Predicciones basadas en las constelaciones que han cruzado el horizonte oriental entre el principio y el fin del eclipse. Otros criterios.
5.3.3.5 Predicciones basadas en el signo zodiacal del eclipse
5.3.3.6 Predicciones basadas en la mansión lunar en la que se produce el eclipse
6. Conclusiones
7. El manuscrito, la edición y el comentario-resumen
II COMENTARIO Y RESUMEN
0 Introducción
0.1Tres actitudes ante la astrología:
0.2 Utilidad de la astrología
0.3 Generalidades sobre la astrología, tanto mundial como referida a los natalicios individuales
1 Primera parte: el sistema de las cruces
1.1 Generalidades
1.2 Símbolos planetarios
1.3 Aspectos o estados de los planetas
1.4 Predicción de sequía, hambre, granizo, carestía y plagas de langosta.
1.5 Sobre lluvias y precios.
1.5.1 Eclipses
1.5.2 Señales de sequía:
1.5.3 Señales que indican lluvias
1.5.4 Planetas alineados (musaÐÐara)
1.5.5 La ur¥ýza de al-¾abb÷
2. Segunda parte: Indicios de Saturno (Kayw×n) en su desplazamiento por los grados de la esfera.
2.1 Introducción
2.2 Saturno en los signos zodiacales
2.2.1 Generalidades.
2.2.2 Geografía astrológica
2.2.3 Paso de Saturno por los signos zodiacales
2.3 Otras técnicas para el control de lluvias y precios, según varios autores
2.3.1 Ibn al-BayÐ×r en su recensión de al-Æabar÷
2.3.2 Hermes y otros sabios antiguos
2.3.3 Oscilación de los precios según otros autores 2.3.4 Conjunciones planetarias maléficas y benéficas y sus efectos sobre los períodos de sequía según el mayor de los sabios
Casi nada sabemos sobre este autor marroquí de la primera mitad del s. XV[5]. De él se conservan dos obras: el Kit×b al-amÐ×r wa'l-asþ×r que editamos aquí y el Kit×b al-adw×r f÷ tasy÷r al-anw×r ("Ciclos para la prorrogación de los luminares"), del que hemos podido ver los manuscritos Escorial 916 y Rabat Hassaniyya 826 y 5372.[6] La primera parte de esta segunda obra ha sido editada críticamente y estudiada por Montse Díaz-Fajardo[7] quien ha demostrado hasta qué punto al-Baqq×r era un astrónomo competente, que escribe en un momento de crisis en la astronomía magribí, en el que se produce el abandono progresivo de la tradición andalusí, representada por la obra de Azarquiel y de sus seguidores, para pasar a someterse a la influencia de la astronomía oriental. Este aspecto de la obra de al-Baqq×r había atraído el interés de otros investigadores[8] quienes vieron en este autor un testimonio interesante del abandono de la teoría de la trepidación, su sustitución por una precesión constante, y la introducción de una astronomía trópica, en la línea de Ptolomeo y al-Batt×n÷, en lugar de la astronomía sidérea, de tradición india, cultivada por Azarquiel y sus seguidores en al-Andalus (Ibn al-Kamm×d, Ibn al-H×’im) y en el Magrib (Ibn Is¬×q, Ibn al-Bann×’, Ibn al-Raqq×m, Ibn þAzzýz). De hecho el abandono no fue total, ya que disponemos de manuscritos de tablas astronómicas de Ibn al-Bann×’[9] e Ibn al-Raqq×m, con notas marginales que dan testimonio de su uso en el siglo XIX, pero, tal como nos dice el propio al-Baqq×r, este tipo de tablas eran utilizadas, sobre todo, por los astrólogos[10], mientras que los muwaqqitýn seguían predominantemente la tradición oriental.
Otra posibilidad es estudiar el signo zodiacal en el que tiene lugar el eclipse y esto es lo que hace al-Baqq×r en [172], en el que aparecen algunas referencias al clima. recurriendo a una fuente anónima de origen indio (al-Hind), por más que se encuentra obviamente islamizada: al mencionar el signo de Tauro, habla de los reyes del Yemen; al hablar de Libra se refiere a los árabes (mencionados también en Escorpio) y a Babel; en relación con Acuario alude a la tierra del Sudán, los etíopes y los nubios. Las indicaciones derivadas de esta fuente son muy someras y, en ellas, los efectos del eclipse son siempre desastrosos. Estas indicaciones van siempre precedidos por observaciones, más detalladas, del propio al-Baqq×r (o derivadas de otra fuente). En ellas se hace especial hincapié en el papel primordial que juegan uno o varios planetas en la predicción de acuerdo con su relación con cada signo zodiacal. No hay duda de que existe una cierta lógica en el sistema ya que, frecuentemente, el planeta en cuestión tiene su domicilio, detrimento (wab×l), exaltación o deyección en el signo mencionado. Así:
El manuscrito 916 de la Biblioteca de El Escorial ha sido descrito por H.P.J. Renaud[97] quien ha indicado que contiene 267 fols. (20,5 x 28,5 cm.), está copiado por diversas manos magribíes, y contiene una compilación de opúsculos astrológicos que no están fechados, aunque sugiere para algunos de ellos (no para el Kit×b al-amÐ×r ni para el Kit×b al-adw×r) que puedan ser copias del siglo XVI. De hecho el índice del contenido del manuscrito - tal como sucede con otros manuscritos de la misma índole conservados en El Escorial - conserva información interesante en lo que respecta al tipo de fuentes astrológicas que circulaban por el Magrib en los siglos XV y XVI. Junto a las dos obras mencionadas de al-Baqq×r, contiene el comentario de Ibn RiÅw×n al Tetrabiblos de Ptolomeo, que hemos utilizado para cotejar las citas de al-Baqq×r, un Kit×b al-qaw×Ðiþ de Sanad b. þAl÷ (que aparece en el manuscrito como Sayyid b. þAl÷) y tres obras de autores magrebíes de los siglos XIV-XV: el comentario de Ibn Qunfu² a la ur¥ýza astrológica de Ibn Ab÷ ’l-Ri¥×l, obra conservada en numerosos manuscritos[98], al-Iþtib×r×t al-naÞariyya f÷’l-a¬k×m al-nu¥ýmiyya del astrónomo y astrólogo magribí Ibn Haydýr y, finalmente, un ©u½ýl al-maq×½id wa’l-×m×l min al-Ðuraf wa’l-faw×’id allat÷ tuþlamu min-h× mudad al-wul×t al-þumm×l de Ibn Masþýd Ibn F.rm÷¥uh (¿Bermejo?) en el que se ocupa de un tema (la duración de los gobernorados de los wul×t y de los þumm×l)[99] que también atrajo el interés de Ibn Qunfu² en la obra antes citada, y que convendría estudiar en relación con la misma.
2.3.5 Influencia de la Luna en la evolución de los precios
2.3.6 Consejos a los comerciantes
2.3.7 Predicción de lluvias según el Ra'y al-ciy×n
2.3.8 Cálculo de los momentos de cambio climático
2.3.9 De nuevo el Ra’y al-þiy×n: mareas
3. Tercera parte: indicios sobre cambios meteorológicos, lluvias y precios en períodos de años, meses y días de acuerdo con la mayoría de los astrólogos.
3.1 Capítulo 1º: Sobre clima y lluvias.
3.1.1 Normas generales para predecir los cambios del tiempo para ciclos de un año, un mes y de una semana, según Ibn Ab÷ l-Ri¥×l
3.1.2 Predicciones en función del planeta indicador del año o del mes, según Ibn Ab÷ l-Ri¥×l
3.1.3 Tres lotes o partes: sahm al-maÐar, sahm al-riy׬ y sahm al-ayy×m.
3.1.4 Indicios de la Luna a su paso por los signos zodiacales
3.1.5 Predicciones en función de los términos (¬udýd) en los que se produce la conjunción y la oposición del Sol y de la Luna
3.1.6 Procedimiento general para predecir el tiempo a lo largo del mes
3.1.7 Indicaciones de los planetas sobre los cambios de tiempo y sobre otras cosas
3.1.8 Ta’s÷s×t
3.1.9 Apertura de puertas
3.1.10 Sobre el frío y el calor: predicciones para un año
3.1.11 Eclipses
3.1.12 Apartado sobre lluvias, truenos, relámpagos, rayos, vientos y sobre la abundancia o escasez de los mismos.
3.1.13 Sobre la abundancia o escasez de lluvias al principio o final del año.
3.1.14 Predicción de lluvias basada en el horóscopo que se levanta al principio del año o en el momento de la conjunción u oposición de la Luna y el Sol que le precede
3.1.15 Apartado sobre cómo obtener testimonios relativos a la lluvia.
3.2 Capítulo 2º: Sobre precios.
3.2.1 Evolución mensual
3.2.2 Sobre el precio del aceite y de los cereales
3.2.3 Predicciones anuales, mensuales y semanales
3.2.4 Apartado sobre los incrementos y disminuciones de los planetas y lo que indican acerca de los precios.
3.2.5 Clasificación de las casas del horóscopo que permite predecir la evolución de los precios
3.2.6 Indicaciones de la Luna acerca de los precios.
3.2.7 Estabilidad de los precios
3.2.8 Indicios de subida y bajada de precios
3.2.9 El indicador (al-dal÷l) de los precios
3.2.10 Los planetas y los precios
3.2.11 Relación entre planetas y productos
3.2.12 Signos zodiacales y productos
3.2.13 Apreciación y depreciación de la moneda y de las mercancías
3.2.14 Elección del momento para vender o comprar un animal
3.2.15 Notas dispersas sobre precios atribuidas a “los sabios”
3.2.16 Generalidades sobre baratura y carestía según þAl÷ b. RiÅw×n
3.2.17 Generalidades sobre la evolución de los precios a lo largo del año, el trimestre o el mes según al-H×¹im÷, el Kit×b al-am£×l e Ibr×h÷m al-Yahýd÷
3.2.18 Cita de M×¹×’all×h sobre la producción y el precio del aceite
3.2.19 Generalidades sobre precios según el seudo-Aristóteles
3.3 Capítulo 3º: Sobre los eclipses de sol y de luna.
3.3.1 Generalidades
3.3.2 Efectos perjudiciales de los eclipses
3.3.3 Influencia de los planetas en los efectos del eclipse
3.3.4 Colores de los eclipses
3.3.5 Sobre quién o qué repercute un eclipse según el signo zodiacal en el que tiene lugar o la constelación con la que se asocia
3.3.6 Predicciones en función del signo zodiacal en el que se produce un eclipse
3.3.7 Justificación de los efectos negativos del eclipse
3.3.8 Eclipses en las 28 mansiones lunares según la astrología india
3.3.9 Consecuencias perjudiciales de un eclipse en una cúspide del horóscopo de un natalicio o de un aniversario.
3.3.10 Efectos de un eclipse en la vida de un sujeto, en el transcurso de un año, en la deposición o muerte de un gobernante y procedimientos para calcular el momento en el que tendrá lugar el acontecimiento.
3.3.11 Colofón
III EDICIÓN DEL KIT¶B AL-AMƶR WA’L-ASþ¶R
I. AL-BAQQ¶R Y SU “LIBRO DE LAS LLUVIAS Y DE LOS PRECIOS”
1. Presentación:
Los estudios sobre astrología árabe han conocido notables avances durante los últimos años gracias a la publicación de un número importante de ediciones críticas de clásicos en la materia, realizadas por Michio Yano[1], Richard Lemay[2] y el equipo constituido por Charles Burnett, Keiji Yamamoto y Michio Yano[3]. Si bien los autores editados son, todos ellos, orientales, nadie duda del interés que tuvieron los textos de autores como Abý Maþšar y al-Qab÷½÷ en al-Andalus y el Magrib, en donde se difundieron y fueron objeto de traducciones latinas en la España cristiana. Llama la atención, en cambio, el que no se hayan llevado a cabo ediciones y estudios de los textos astrológicos occidentales y que una obra de la importancia del Kit×b al-b×riþ f÷ a¬k×m al-nu¥ým de Ibn Ab÷ 'l-Ri¥×l no haya sido editada ni objeto de ningún estudio serio: tan sólo disponemos de una edición crítica de la traducción castellana alfonsí.[4]
El presente trabajo pretende presentar una edición de un texto con un interés especial para la historia de la astrología en el Occidente Islámico: el Kit×b al-amÐ×r wa'l-asþ×r ("Libro de las lluvias y de los precios") del astrónomo y astrólogo marroquí Abý þAbd All×h al-Baqq×r. Esta obra se conserva, aparentemente, en un único manuscrito, el MS Escorial 916 (fols. 187v - 236r).
2. El autor.
Tanto el MS Escorial 916 (que contiene tanto el Kit×b al-amÐ×r como el Kit×b al-adw×r) como los MSS Rabat Hassaniyya 826 y 5372 (que nos conservan la segunda de las obras citadas) dan el nombre del autor como Abý þAbd All×h al-Baqq×r. Por otra parte el Kit×b al-adw×r, según el testimonio de su autor, se escribió en el año 821/1418, año en el que hizo, en Fez, una observación de la altura del Sol, tras haber determinado, con absoluta precisión, la latitud de la ciudad.[11] Esto nos da una idea acerca de la época y el lugar en los que vivió al-Baqq×r y sabemos, asimismo, que el Kit×b al-amÐ×r se escribió después del año 1418 ya que, al final del mismo, se cita ([180]) el Kit×b al-adw×r. Por otra parte, es muy probable que al-Baqq×r se llamara Mu¬ammad b. þAli.[12]
Además de las dos obras citadas, sabemos que al-Baqq×r escribió, por lo menos una tercera que, aparentemente, no se conserva: un I½l׬ kawkab al-Zuhra ("Corrección relativa al planeta Venus"), en el que afirmaba que las tablas del movimiento medio en anomalía de Venus daban resultados incorrectos y que convenía utilizar las de al-Batt×n÷.[13]
3. Estudios previos sobre el "Kit×b al-amÐ×r".
Juan Vernet llamó la atención[14], hace ya muchos años. sobre el interés de la obra de al-Baqq×r, ya que en ella se conservaba uno de los dos textos árabes en los que se describía el sistema de predicción denominado "sistema de las cruces" (Ðar÷qat a¬k×m al-½ulub), hasta entonces sólo conocido a través de la versión alfonsí titulada Libro de las Cruzes.[15] Vernet consideraba que este sistema era de origen bajolatino y argumentaba, en primer lugar, sobre la base del testimonio ofrecido tanto por el texto de al-Baqq×r (cf. [10])[16] como por la versión alfonsí,[17] según los cuales este sistema era el utilizado “por la gente del Magrib, en los tiempos antiguos, es decir la gente de Ifr÷qiya, los bereberes y un grupo de los no-árabes (al-þa¥am) de al-Andalus, en una etapa en la que aún no habían recibido las sutilezas (daq×'iq) de esta ciencia de las que disponían los persas y los griegos”[18]. Por otra parte, en [31], se señala que este es “el sistema de predicción antiguo, corriente en el Magrib, quiero decir la predicción de las cruces (a¬k×m al-½ulub)..., utilizado por los antiguos rým de al-Andalus, Ifr÷qiya y el Magrib”. Además, el libro de al-Baqq×r nos conserva ([32]-[33]) el texto más antiguo en el que se describen estos procedimientos: 39 versos de la ur¥ýza de þAbd al-W׬id b. Is¬×q al-¾abb÷, que corresponden al capítulo 57 del Libro de las Cruzes (pp. 159-160).[19] Al-¾abb÷ es el astrólogo andalusí más antiguo del que se tienen referencias y, según Ibn al-QýÐiyya[20], residía en Algeciras y fue llamado a Córdoba por Hiš×m I (788-796) en el momento en el que éste subió al trono. Requerido por el emir, hizo una predicción de acuerdo con la cual su reinado duraría sólo de seis a siete (según Ibn al-QýÐiyya) u ocho años (según al-Maqqar÷). Esta referencia situaba la actividad de al-abb÷ durante el reinado de Hiš×m I, a lo que había que añadir la referencia de al-Baqq×r ([31]) según el cual al-¾abb÷ habría compuesto la ur¥ýza durante el reinado de al-©akam I (796-822). Dado que el gran período durante el cual tuvo lugar la orientalización de al-Andalus y el comienzo de la llegada de textos científicos orientales, traducidos del sánscrito, el persa y el griego, fue el reinado de þAbd al-Ra¬m×n II (821-852)[21], parecía lógico suponer, tal como hizo Vernet, que el sistema de las cruces correspondía a una tradición cultural latina, que habría sobrevivido en el Magrib y en al-Andalus hasta mediados del s. IX. El argumento sigue siendo válido, dada la cronología establecida por al-Baqq×r, a pesar de que han aparecido evidencias nuevas que muestran que al-abb÷ tuvo una vida muy larga y murió durante el emirato de Mu¬ammad (852-886), aunque no podamos precisar la fecha. La publicación, hace unos años, del vol. II-1 del Muqtabis de Ibn ©ayy×n[22] - quien señala que al-¾abb÷ "tiene un famoso poema astrológico en metro ra¥az" que parece ser el que aquí nos ocupa - ha revelado nuevos datos sobre este personaje que pudo ser el introductor de la moda astrológica en la Córdoba Omeya, sobre todo en la corte de þAbd al-Ra¬m×n II[23], y que murió en Tortosa, ejecutado por orden de Mu¬ammad.
4. Las fuentes citadas por al-Baqq×r en el Kit×b al-amÐ×r.
Al-Baqq×r cita un cierto número de autores y conviene analizar estas citas con un cierto cuidado, ya que nos pueden dar información útil acerca las fuentes astrológicas que circulaban por el Magrib a principios del s. XV. Intentaremos contrastar esta información con la que nos ofrecen ¼×þid de Toledo (en sus Æabaq×t al-umam) y su discípulo al-Isti¥÷,[24] con el fin de establecer si el Magrib disponía de fuentes nuevas, distintas de las que circulaban por al-Andalus en el s. XI, algo que sería lógico ya que, como hemos visto, en esta época circulaban tablas astronómicas orientales, como el T×¥ al-azy×¥ de Mu¬y÷ al-D÷n al Magrib÷,[25] que, aparentemente, nunca fueron conocidas en al-Andalus.
Al-Baqq×r es, frecuentemente, vago en sus referencias y alude a "los sabios" ([158], [180]: al-¬ukam×’), "algunos [sabios] antiguos" ([100] y [103]: baþÅ al-aw×’il; [101]: baþÅu-hum); "los sabios antiguos" ([166]: ©ukam×’ al-aw×’il, entre los que se encuentra Ptolomeo), "otros autores" ([166]: gayru-hu, distintos de Ptolomeo, expresión que incluye, por lo menos a Ibn Hibint×); "el mayor de los sabios" ([102]: akbar al-þulam×’, aunque puede tratarse de una mala lectura por "la mayoría de los sabios", ak£ar al-þulam×’).
En otras ocasiones este tipo de referencias contiene algunas precisiones geográficas. Así, alude a "algunos orientales" ([19] baþÅ al-mašriqiyy÷n), con lo que se refiere, probablemente, a autores orientales de época islámica. También menciona (indirectamente, a través de la versión del Libro de las Cruces que está manejando) a los egipcios ([39]: al-Mi½riyyýn).En [9] aparece una referencia al “mayor de los filósofos de la región de Babel”( þAÞ÷m al-fal×sifa bi-iql÷m B×bil), expresión con la que puede referirse a Hermes, citado explícitamente en [17], [21] (cita indirecta, a través del Libro de las Cruces) [36], [39], [47],[50], [51], [99], [100] y [147].[26] En [21], [99], [100] se refiere, concretamente, al Kit×b al-þar f÷ ‘l-asþ×r de Hermes al-©ak÷m[27]. Las referencias a la antigüedad babilonia pueden derivar de la Fil׬a NabaÐiyya[28] (citada en [134], así como en [173] , donde Ibn Wa¬¹iyya aparece como transmisor de los babilonios)[29]. Del mismo modo, en [172] y [174] encontramos una mención de al-Hind, en el capítulo sobre los eclipses, que tiene escasa relación con lluvias o precios, por lo cual está clara la independencia de estos pasajes con respecto al Liber imbrium ab antiquo Indorum astrologo nomine Iafar, una traducción debida a Hugo de Santalla, de un Kit×b al-amÐ×r de un cierto Jafar Indus (tal vez ¤aþfar b. þUmar al-Balj÷, Abý Maþšar).[30] Finalmente, dentro del apartado referido a las autoridades del antiguo Oriente, aparece, en [161], una cita del Kit×b al-am£×l que, tal vez, pueda identificarse con el Kit×b al-am£×l li’l-Furs al que se refieren al-Isti¥÷[31] y el propio al-Baqq×r en el Kit×b al-
adw×r. En cualquier caso parece claro que las menciones de egipcios, indios, babilonios y persas coinciden con cuatro naciones de la Antigüedad que, según ¼×þid, hicieron contribuciones notables al desarrollo de las ciencias.[32]
Aparecen, por otra parte, citas de los autores clásicos y alusiones a los mismos. La exposición teórica de la causa de las lluvias, por la subida de los vapores procedentes de la tierra, deriva de las Meteorologica de Aristóteles ([107], [135]), aunque no se cite explícitamente esta obra.[33] Aristóteles y Abý Na½r al-Far×b÷[34] aparecen mencionados en [107] y el nombre del filósofo griego vuelve a aparecer, relacionado con el Sirr al-asr×r seudo aristotélico,[35] en [165]. Al-Baqq×r cita asimismo el Tetrabiblos de Ptolomeo[36] ([166], [170], [173]), así como el comentario de Abý ’l-©asan þAl÷ b. RiÅw×n (m. 453/1061) ([166], [168], [173], que circulaba, sin duda, por al-Andalus, ya que fue objeto de una traducción alfonsí.[37] Asimismo, la referencia a al-Batt×n÷ (m. 317/929) ([166]) corresponde, probablemente, a su comentario a esta misma obra[38] o, tal vez, a su historia astrológica de los primeros tiempos del Islam.[39] Ptolomeo, por último, aparece mencionado en relación con un apócrifo, el Karpós (Kit×b al-¢amara), del que se mencionan dichos cuya numeración no coincide con la del texto griego[40]. Esta obra aparece siempre citada en relación con el comentario de A¬mad b. Yýsuf al-K×tib (m. 330/941) (cf. [8], [111], [138],[159],[175],[176],[180]).[41] La última autoridad del mundo clásico, desde el punto de vista cronológico, es un tal Arm×niyýs ([36], [52]): se trata, posiblemente, del autor (Awm×tiyýs) del original griego del Almanaque de Azarquiel[42]. Puede identificarse con Ammonius (n.c. 440, m. entre 517 y 526), filósofo neoplatónico que se dedicó también a la astronomía[43].
Entre las autoridades claramente medievales, hay que mencionar, en primer lugar, a los autores, posiblemente latinos, que siguen la técnica astrológica de las Cruces. A ellos parece referirse al-Baqq×r cuando habla de los qudam×’ muna¥¥im÷ ’l-Andalus ("los antiguos astrólogos de al-Andalus") en [39]. Mucho más clara resulta la cita de la Ur¥ýza de al-¾abb÷, a la que ya nos hemos referido más arriba ([31]-[33]), pero el paquete más nutrido de citas ([10]-[33], [39]) no se atribuye, de manera específica, a ningún autor. No obstante, las coincidencias con el texto castellano del Libro de las Cruzes resultan suficientemente claras como para que supongamos que tanto al-Baqq×r como los traductores alfonsíes utilizaron un original muy parecido: el libro escrito, después de la conjunción de Saturno y Júpiter de 459/1066-67, por un personaje denominado "Oueidalla el sabio" en el texto alfonsí e identificado con un tal þAbd All×h b. A¬mad al-ÆulayÐul÷[44]. Además de al-¾abb÷ y de þAbd All×h al-ÆulayÐul÷, nos aparece en el texto otra obra de un astrólogo andalusí: la L×miyya de Abý Bakr Ya¬yà b. A¬mad conocido por Ibn al-Jayy×Ð[45] (c. 367/977-447/1055-56) ([35], [45], [51], [56], [62], [66], [70], [74], [78], [82], [86], [90], [95]).
Entre las fuentes islámicas orientales hay que mencionar, en primer lugar, las que tienen carácter religioso y son utilizadas por al-Baqq×r con el fin de justificar la ortodoxia de la práctica astrológica. Así, tenemos menciones de al-Buj×r÷ (194/810-256/870) ([106]) y de al-Gaz×l÷ (450/1058-505/1111) ([106], [109]). Asimismo, su justificación de la utilidad de la astrología le lleva a utilizar conceptos neoplatónicos como el del entendimiento agente (al-þaql al-f×þil) y la al-siy×sa al-madaniyya (¿el título de la obra de al-Far×b÷?)[46]. Como hemos visto, al-Far×b÷ aparece mencionado explícitamente en [107].
Más abundantes resultan, evidentemente, las referencias a astrólogos entre los que encontramos, en el siglo VIII, a un tal al-Hךim÷ [160], que posiblemente deba identificarse con el [Abý] Is¬×q b. Sulaym×n al-Hךim÷ (fl. 170/786 - 193/809) mencionado por ¼×þid[47]. Tenemos, asimismo a Mךגall×h (fl. 136/754-193/809): la cita en [39] parece indirecta y derivar de la versión de þAbd All×h al-ÆulayÐul÷ en el Libro de las Cruzes. En cambio, las digresiones de Mךגall×h en [163]-[164] sobre las oscilaciones del precio del aceite pueden ser independientes.[48] Otro autor contemporáneo del anterior es þUmar ibn Farruj×n al-Æabar÷ (segunda mitad del siglo VIII y principio del IX)[49], mencionado en [43], en una cita pasada por un tamiz andalusí, ya que al-Baqq×r la conoce de puño y letra de un tal þAbd al-þAz÷z ibn al-BayÐ×r, autor de una versión del libro de Ibn Farruj×n (al-murattib li-kit×b þUmar ibn al-Farruj×n). Otras citas de Ibn al-BayÐ×r aparecen en [96]-[98]. Más citas de Ibn Farruj×n,[50] con o sin rasgos andalusíes, se encuentran en [54], [58], [60], [64], [68], [72], [76], [80], [88], [92], [93], [96], [178].
Entre las autoridades del siglo IX tenemos a al-Kind÷ (fl. en la primera mitad del s.IX) ([131])[51] (esta única cita puede ser indirecta ya que el pasaje aparece citado por Ibn Hibinta)[52], Sahl b. Bišr al-Isr×’÷l÷ (m. c. 207/822-23) ([173], [180])[53] y, sobre todo, a Abý Maþšar (m. 272/886)[54]. Resulta sorprendente el constatar que las citas de este gran clásico de la astrología árabe no parecen corresponder nunca a al-Madjal al-½ag÷r, al-Madjal al-kab÷r ni al Kit×b al-milal wa’l-duwal[55] sino ([102], [133] y [137]) al Kit×b al-Nukat, que contiene un capítulo sobre la predicción de lluvias. Se trata de un texto que, como los dos Madjals, circuló ampliamente por al-Andalus. Por otra parte, otras citas de Abý Maþšar, estas sin identificación de fuente precisa aparecen en [117], [156]-[157] y [179], de las que [156] es una cita indirecta (a través de Ibn Ab÷ ’l-Ri¥×l).
Ya entrando en el siglo X, aparecen en el texto ([37]) el Kit×b al-qir×n×t de al-FaÅl b. ©×tim al-Nayr÷z÷ (m. a principios de este siglo)[56], autor citado por ¼×þid, aunque sólo como astrónomo[57], así como también ([173], [177]) el Kit×b al-Mugn÷ de Ibn Hibint× al-Bagd×d÷ (fl. 317/929)[58] - no citado por ¼×þid - y el Kit×b sar×’ir al-¬ikma de al-Hamd×n÷ (c. 900-950) ([176])[59]. A esta lista de clásicos de la astrología hay que añadir el de la obra del único gran autor magrebí: al-Kit×b al-B×riþ de Ibn Ab÷ ’l-Ri¥×l (fl. c. 407/1016-454/1062)[60], del que hemos podido localizar citas, sin identificación por parte de al-Baqq×r, en [113], [114], [117], [122], [123] y [136], mientras que las menciones son ya explícitas en [133].
Quedan, finalmente, por identificar dos fuentes poco claras. En [162] menciona a un tal Ibr×h÷m al-Yahýd÷, sobre cuya identificación sólo se pueden aventurar hipótesis. Aparecen, por otra parte, frecuentes referencias (cf. [105], [106] [108], [109], [112]) a una obra anónima titulada Ra'y al-þiy×n f÷ ¬aw×di£ al-akw×n þalà marr al-šuhýr wa’l-azm×n (“Lo que los ojos ven acerca de los acontecimientos que afectan a los seres con el transcurso de los meses y de los tiempos”). No sabemos nada sobre su autor ni sobre el libro que al-Baqq×r califica de "extraño" (gar÷b), aunque parece que su autor había hecho observaciones astronómicas y aplicado un control experimental a sus predicciones astrológicas ([106]), justificaba la licitud religiosa de la práctica de la astrología ([105], [109]), daba una explicación física (aristotélica) y otra astrológica de la causa de las lluvias ([107]?, [109]), y exponía los ciclos anual, mensual y diario de las mareas ([112]).
Como conclusión final de todo este análisis podemos decir que la inmensa mayoría de las obras citadas por al-Baqq×r eran conocidas por ¼×þid y se trata del tipo de libros que circulaban por al-Andalus. Las únicas excepciones importantes son el Kit×b al-Mugn÷ de Ibn Hibint× (muy citado por Ibn Ab÷ ’l-Ri¥×l) y el Ra’y al-þiy×n no identificado. Otras excepciones como el Kit×b al-B×riþ, compuesto casi en la época del cadí ¼×þid y del que éste no parece haber tenido noticias, no son significativas ya que fueron objeto de traducciones latinas o castellanas y se trata, por tanto, de obras conocidas por los astrólogos andalusíes. No parece, pues, que al-Baqq×r constituya un testimonio importante de la introducción de fuentes nuevas en el Magrib de principios del s. XV.
Señalaremos, para terminar con este apartado, que, de todo este conjunto de fuentes, hemos podido controlar las citas de las siguientes obras:
- Meteorologica de Aristóteles en la ed. y trad. de Pierre Louis, Paris, 1982.
- Tetrabiblos de Ptolomeo en la ed. y trad. F.E. Robbins, London, 1980.
- Comentario al Tetrabiblos de þAl÷ b. RiÅw×n en el MS Escorial 916.
- Comentario al Tetrabiblos de al-Batt×n÷ en el MS Escorial 969.
- Karpós seudo-ptolemaico en la ed. Ae. Boer, Leipzig, 1961.
- Comentario al Karpós de A¬mad b. Yýsuf al-K×tib en el MS Escorial 969.
- Textos astrometeorológicos de al-Kind÷ editados por Bos y Burnett (2000).
- Kit×b al-nukat de Abý Maþšar en el MS Escorial 918.
- Kit×b al-mugn÷ de Ibn Hibint× en la edición facsímil Frankfurt, 1987.
- Fil׬a nabaÐiyya de Ibn Wa¬šiyya en la edición de Tawf÷q Fahd, Damasco, 1993-1998.
- Kit×b al-B×riþ de Ibn Ab÷'l-Ri¥×l en el MS B.N. Argel 1516 y en la ed. de G. Hilty de la traducción castellana alfonsí, Madrid, 1954 y Zaragoza, 2005.
- Libro de las Cruzes de þAbd All×h b. A¬mad al-Æulayul÷ en la traducción castellana alfonsí editada por L.A. Kasten y L.B. Kiddle, Madrid-Madison, 1961.
- Kit×b al-adw×r f÷ tasy÷r al-anw×r de al-Baqq×r en el MS Escorial 916.
5. Estructura del Kit×b al-amÐ×r.
El Kit×b al-amÐ×r wa'l-asþ×r es, fundamentalmente, un tratado de astrometeorología, un género muy frecuente en la literatura astrológica árabe. Sezgin enumera 69 textos sobre predicción meteorológica en el volumen VII de su G.A.S.[61] y, entre ellos, los hay de autores de primera fila como Mךגall×h que escribió un Kit×b al-amÐ×r wa’l-riy׬ ("Sobre lluvias y vientos"), en el que se ocupaba de la posibilidad de que se produjera lluvia en un año determinado y de la cantidad que cabía esperar. Su discípulo Abý þAl÷ al-Jayy×Ð escribió, probablemente, una recensión de esta obra que fue la fuente del Liber novem iudicum compilado en la corte de Federico II de Sicilia[62]. Abý Maþšar, quien escribió un Kit×b al-anw×’ que no se conserva, fue asimismo el autor de un Kit×b al-amÐ×r wa-l-riy׬ wa-tagayyur al-ahwiya ("Sobre lluvias, vientos y cambios de tiempo") en el que utilizaba las mansiones lunares y se ocupaba, como al-Baqq×r, de la relación entre lluvias y subidas o bajadas de precios. Esta obra es, probablemente, el K. al-sirr que se encuentra en el MS Escorial 938 y en el MS Bodleian Marsh 618.[63] Al-Kind÷, por su parte, escribió una epístola sobre humedades y lluvia y otra "Sobre las causas de las fuerzas atribuidas a los cuerpos superiores, que indican el origen de las lluvias por el decreto de Dios": las traducciones latina y hebrea han sido editadas por G. Bos y C. Burnett.[64] La argumentación de al-Kind÷ utiliza, al igual que al-Baqq×r, razonamientos físicos, derivados de las Meteorologica de Aristóteles, otros que corresponden a la antigua tradición árabe de los anw×’ y otros, por último, que entran de lleno en el campo de la astrología.
La estructura del libro de al-Baqq×r está claramente expuesta en [0] en donde el autor indica que se trata de un libro muy útil porque permite conocer el estado de las lluvias y de los precios. La baratura (raj×’) y la fertilidad constituyen la causa de la prosperidad de todos los seres que se encuentran sobre la tierra, mientras que la carestía y la sequía producen corrupción (fas×d) y malestar.
El libro se divide en: 5.1 Primera parte (¥uz’): Introducción ([1]-[3]) sobre tres actitudes distintas adoptadas por los eruditos ante la práctica astrológica, seguida de otra sobre la utilidad de la astrología y generalidades sobre la misma ([4]-[9]). A esto sigue ([10]-[33]): pronóstico de los años en función de la posición de los planetas superiores según la escuela de los antiguos del Magrib, al-Andalus e Ifr÷qiya, que son los partidarios de los juicios de las cruces (a¬×b a¬k×m al-½ulub). Hemos insistido suficiente en el interés de esta primera parte, por lo que no añadiremos más información aquí, dado que puede encontrarse fácilmente en el comentario.
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5.2 Segunda parte (¥uz’) ([34]-[95]): Pronóstico de los años en función de los desplazamientos de Saturno por los doce signos zodiacales, de acuerdo con la opinión de la mayoría de los sabios antiguos y modernos. Aquí empiezan a aparecer indicios del uso de fuentes orientales y técnicas astrológicas más elaboradas. Al-Baqq×r recurre a citas de una serie de fuentes, una de las cuales es la L×miyya de Ibn al-Jayy×Ð, de la que cita 91 versos relacionados con el paso de Saturno por las triplicidades y por cada signo zodiacal. Conviene tener en cuenta 1) que al-Baqq×r es la única fuente conocida que recoge estos versos del astrólogo andalusí, 2) que parece claro que no nos transmite la totalidad del poema y 3) que Ibn al-Jayy×Ð está, aparentemente, aludiendo a acontecimientos, tanto de índole astral como puramente históricos, que efectivamente se produjeron en al-Andalus durante su vida.
Junto a Ibn al-Jayy×Ð, las otras fuentes utilizadas por al-Baqq×r en este apartado son:
1) “algunos sabios de los Rým” (baþÅ ¬ukam×’ al-Rým) ([44], [49], [55], [61], [65], [69], [73], [77], [81], [85], [89], [94]): puede tratarse de una nueva alusión al sistema de las cruces aunque, en el Libro alfonsí no hay predicciones basadas únicamente en la posición de Saturno. En [55] hay referencias a al-Andalus: si Saturno está en Géminis habrán revueltas en al-Andalus, a menos que Júpiter esté en Sagitario (en oposición a Géminis), que es el ascendente de la conquista (fat) de al-Andalus (cf. [39]). Otras referencias a al-Andalus se encuentran en [61], [85], [89], [94]. Aunque no haya atribución a los sabios de los Rým, el principio del apartado [59] (situado entre dos citas de al-Æabar÷ y, aparentemente, atribuido a éste) deriva del capítulo 57 del Libro de las Cruzes.[65]
2) Hermes en [47] y [50].
3) Libro de al-abar÷, citado probablemente - como hemos visto - a través de una recensión de un tal þAbd al-þAz÷z ibn al-BayÐ×r: ambos son mencionados en [43]. Al-Æabar÷ aparece en [48], [68] y [72] de una manera neutra, pero en [54], [58], [64], [76], [80], [84], [88] y [92] aparecen referencias a al-Andalus que parecen confirmar el uso de la versión revisada por Ibn al-BayÐ×r. En [93] (Saturno en Piscis), tras la cita de al-Æabar÷, aparece otra mención anónima que, aparentemente, es de un autor del s. XIII. Empieza por "dijo otro cuyo testimonio es siempre verídico" (wa-q×la gayru-hu ½adaqa f÷ kulli m× ²akara) y menciona una observación del paso de Saturno por Piscis en 626/1228-29 que produjo prosperidad en al-Andalus.
4) Arm×niyýs ([52]).
Al-Baqq×r incluye en esta parte los apartados [96]-[112], que constituyen una recopilación variada de notas, de carácter menos sistemático, y responden a su interés por mostrar que la predicción meteorológica no puede basarse sólo en criterios tan simplistas como el desplazamiento de Saturno por las triplicidades y signos zodiacales, aunque en [100] se refiere al paso de Saturno por signos trópicos, fijos o bicorpóreos y añade nociones de geografía astrológica que tratan de establecer qué partes de la Tierra se verán afectadas por la carestía o abundancia. Parece claro que nuestro autor quiere introducir otras variables:
En [96]-[97] introduce refinamientos como proyección de rayos, ¬ayyiz ("dominio") de cada planeta,[66] decanos, ¬udýd[67] o también ([98]) a la ziy×da/ nuq½×n f÷’ l-¬is×b/ mas÷r a los que ya se ha referido en [34] y que explicará con detalle en [136]. Otras predicciones se basarán, por ejemplo, en los planetas superiores (conjunciones de Saturno y Marte, Júpiter y Venus, Saturno y Júpiter en [102] y [138], pero insistirá también en la importancia de Venus y de la Luna, cuya relación con la lluvia constituye un tópico astrológico conocido ([120], [133]) analizando predicciones en función de las mansiones lunares en las que se produce el orto de Venus ([117], [120], [121], [122], [123]). Recurrirá asimismo al movimiento directo y retrógrado de los planetas superiores y su distancia al ecuador (que depende de su latitud, además de ser función de su longitud) ([108]). En [103] cita a algunos autores antiguos (baþÅ al-aw×’il) que recomiendan levantar el horóscopo en el momento en el que el Sol entra en Cáncer 20o y Libra 20o: la predicción se realiza en función de la posición de la Luna en el horóscopo. Asimismo, en [111], basándose en el comentario de A¬mad b. Yýsuf al-K×tib al Karpós (aforismo nº 60) - en un pasaje en el que expone un procedimiento para calcular los momentos de crisis en una enfermedad - expone un método análogo que le permite hacer una estimación de la posición de la Luna en los momentos de crisis climática (mar×kiz al-buhr×n) en los que puede producirse un cambio en el tiempo atmosférico a lo largo del mes. Al-Baqq×r recupera, finalmente, ciertas ideas de la introducción, como la utilidad de la astrometeorología para el comerciante ([104]) o su licitud desde el punto de vista religioso ([105],[106], [109]). Se introduce, por último, en una temática puramente meteorológica al ofrecer una explicación aristotélica de la lluvia ([107], [135])[68] o hablar de los ciclos de las mareas ([112]).
5.3 Tercera parte (¥uz’): Predicciones sobre fertilidad, sequía, precios y lluvias a lo largo de los años de acuerdo con los horóscopos universales (al-na½ab×t al-kulliyya) en los que se muestran de acuerdo todos los sabios antiguos. Divide esta parte en tres capítulos (b×b); el primero sobre meteorología y lluvias (([113] - [135]), el segundo sobre precios ([136]-[165]), el tercero sobre predicciones (no relacionadas con las lluvias ni con los precios) basadas en eclipses de sol y de luna ([166]-[180]).
5.3.1 Capítulo 1 ([113]-[135]):
En [113]-[114] aparece una nueva fuente: el al-Kit×b al-B×riþ de Ibn Ab÷ ’l-Ri¥×l, de acuerdo con el cual se define un nuevo sistema de predicción, para distintos períodos de tiempo:
5.3.1.1 Marco temporal de las predicciones meteorológicas
1) Para períodos anuales ([113]-[114]): basado en el horóscopo levantado para la conjunción u oposición de la Luna y el Sol anterior al equinoccio de primavera (cf. también [124], [125]).
Por otra parte, en [122], alude a otro momento crítico en el ciclo anual: entrada del Sol en Escorpio 20o (cf. también [126] y [129],en el que la fuente es el Kit×b al-B×riþ).[69] Asimismo, en [126], menciona la importancia de que la Luna entre en conjunción con un planeta en Tauro 13o, Escorpio 18o o Piscis 18o. Por otra parte, en [134], aparece una cita de la Fil׬a NabaÐiyya, que recomienda levantar el horóscopo de la conjunción que se produce en el signo de Escorpio.[70] Según al-Baqq×r, se trata del horóscopo del nacimiento anual de las plantas. Este pasaje termina diciendo que el recurrir a este tipo de análisis resulta meramente indicativo, no causativo (wa-huwa muš×hid gayr mud×fiþ). La Fil׬a parece interpretar esta elección del momento del horóscopo por razones claramente astrológicas: Marte es el señor de Escorpio.[71] y este signo (como Piscis) pertenece a la triplicidad de agua que está dominada por Venus (de día) y por Marte (de noche) con la Luna como planeta asociado.[72]. Asimismo, de acuerdo con el sistema greco-persa, el tercer decano de Escorpio está dominado por Venus, mientras que, según los indios, el planeta dominante es la Luna, siendo, tanto Venus como la Luna, planetas que anuncian la lluvia.[73] A la importancia meteorológica de Venus se refiere en [130] con una imagen curiosa: "Has de saber que Venus es la causa (þillat) de la lluvia. Si se encuentra con el Sol en un mismo signo, el mes en el que se produzca esta conjunción será el que reciba la mayor cantidad de lluvia de todo el año. Esto se asemeja a lo que sucede con la mujer que, cuando está debajo del hombre, hace descender su [del hombre] agua". Considera, por ello, lo que hace Venus (está combusta, retrograda, avanza, es oriental u occidental) cuando el Sol entra en Libra, Aries, Tauro, Capricornio, Acuario y hace una predicción en consecuencia.
2) Para las estaciones ([116], [120], [132]): horóscopo de la conjunción u oposición anterior a la entrada del Sol en los equinoccios y solsticios.
3) Para cada medio mes ([120]-[121]): basado en la aplicación (itti½×l) de la Luna a un planeta cuando se aparta del lugar de la conjunción o de la oposición (por tanto, cada dos semanas). Aplica los "centros de crisis" (mar×kiz al-bu¬r×n) definidos en [111].
4) Para cada semana ([113], [121],[138]): horóscopo levantado para cada cuarto del mes lunar. Debe analizarse la aplicación (itti½×l) de la Luna a cada uno de los cinco planetas en los horóscopos correspondientes a las sicigias y cuadraturas. Habla asimismo de la determinación del mubtazz de la conjunción y de la oposición. Destaca la importancia de las latitudes planetarias a las que ya ha aludido indirectamente en [102]. En el caso de los planetas inferiores valora también su retrogradación.
5) Para cada 2.5 días: en [121] se explicará el procedimiento para elaborar predicciones para períodos de tiempo más breves, basadas en el paso de la Luna por cada signo zodiacal. Establece cuál es el planeta dominante (al-mustawl÷) en el horóscopo y hace la predicción correspondiente.
5.3.1.2 Instrumentos teóricos para elaborar una predicción
Para este tipo de predicciones se definen nuevos instrumentos teóricos:
1) [115]-[117] Tres sih×m (partes o lotes) específicamente meteorológicos: el de la lluvia (sahm al-maÐar), el de los vientos (sahm al-riy׬) y el de los días (sahm al-ayy×m). El sahm al-saþ×da (pars Fortunae) se cita más adelante en [125] y [131].
2) Ta’s÷s×t ([122]): se trata de una serie de elongaciones determinadas de la Luna con respecto al Sol. Según la lista de al-Baqq×r son 24, 12 a cada lado del eje formado por la conjunción-oposición, a intervalos no iguales pero manteniendo una simetría. Se trata de puntos sensibles en el recorrido mensual de la Luna y, según señala el propio al-Baqq×r, “ocupan el lugar de las cúspides [en los horóscopos] de los lugares de la conjunción y oposición [Luna-Sol]”.
3) Abw×b al-futý¬ o abw×b al-futý¬×t ("puertas de apertura", [122]-[123], [135]). Este concepto aparece en multitud de fuentes orientales con pequeñas variantes. Según la mayoría de fuentes hay apertura de puertas cuando un planeta inferior se aplica (itti½×l) a uno superior cuyos domicilios son signos situados en oposición sobre la eclíptica, tal como sucede con Venus (Libra y Tauro) y Marte (Escorpio y Aries) y con Mercurio (Virgo y Géminis) y Júpiter (Sagitario y Piscis). Por su parte, al-Baqq×r considera que la Luna tiene una parte activa en el proceso y que la apertura de puertas se produce cuando la Luna se separa de uno de los dos planetas emparejados (Venus-Marte, Mercurio-Júpiter) y se aplica al otro.
4) En [125] introduce las nociones de ½×þid/ h×biÐ f÷ falaki-hi ("que asciende/ desciende en su esfera") (cf. [127]) y de baÐ÷’/ sar÷þ al-sayr ("de movimiento lento/veloz") relacionados con los conceptos de aumento (ziy×da) o disminución (nuq½×n) en número (þadad), ecuación (taþd÷l), luz (nýr) etc. mencionados en [34] y explicados con detalle en [139], en los que aplicará estos conceptos tanto a la ecuación del centro como de la anomalía.
5) En [125] al-Baqq×r menciona dos grandes ciclos históricos, propios de la astrología mundial y derivados de la tradición indo-persa : qisma y fard×riyya (aquí ifr×diyya). Se trata de períodos de 360 años, cada uno de los cuales está sometido al dominio de un planeta. En [131] añade otros ciclos del mismo origen: bur¥ muntahà al-sana, dawr al-sana, qisma y fard×r con el fin de determinar cuál es el planeta dominante (mustawl÷) en el horóscopo del principio del año: esto dará información sobre la cantidad de lluvia que caerá en el año.
6) En [135] al-Baqq×r señala que son necesarias dos šah×das (testimonios) para que pueda haber lluvia. Este término parece sinónimo de muz×þama (dignidad). El texto define las condiciones para que haya un cuarto, media, tres cuartos o una šah×da entera. Algunas de estas šah×das tienen una justificación meramente natural: predominio de lluvias en invierno (Sol en Capricornio y Acuario) y en los equinoccios (Sol en Virgo, Libra, Tauro y Aries; Venus combusto en Piscis).
5.3.2 Capítulo 2: Para conocer la baratura y carestía de los precios ([136]-[165])
5.3.2.1 Generalidades
Este capítulo se ocupa específicamente de las oscilaciones de los precios debidas, fundamentalmente, a los cambios meteorológicos ([159]), a pesar de que, en [144], señala que la oferta de una mayor cantidad de un producto no implica necesariamente una disminución de su precio. En [156] (cf. también [158]) afirma que la Luna es la causa de que las mercancías y el cayn sean opuestos. En ningún lugar se menciona exactamente lo que entiende el autor por al-cayn pero está claro que se refiere a las monedas de oro o de plata: cuando sube el valor de estas monedas, disminuye el de las mercancías y viceversa. Curiosamente el MS Escorial trata, sistemáticamente en este pasaje, la palabra cayn como masculino.
Resulta interesante contrastar las distintas actitudes de al-Baqq×r en lo que se refiere al carácter benéfico o maléfico de las subidas de los precios: en [137] - en un pasaje tomado del Kit×b al-Nukat de Abý Maþ¹ar - afirma que cuando los suþýd están en posición favorable (z×’id f÷’l-nýr, ½×þid f÷ falak aw¥i-hi) esto constituye un indicio de subida de precios. En caso contrario (habla, entre otras cosas, de que uno de los suþýd se encuentre n×qi½ f÷ ¬is×bi-hi) los precios bajan (cf. también [146]-[147], [150]). Sin embargo, a continuación, hace una predicción análoga sobre los nu¬ýs, lo que resulta contradictorio. Igualmente, en [144], identifica el bien (al-jayr) con el aumento de precios y el mal (al-šarr wa’l-fas×d) con su disminución. En [137] afirma que cuando Saturno (planeta maléfico por definición) está en el signo en el que se produjo la última conjunción con Júpiter, o bien en el bur¥ al-milla (signo de la religión del Islam) o en el bur¥ al-qir×n al-d×ll þalà’l-milla (signo de la conjunción que indica la aparición del Islam), significa carestía de la comida y hambre generalizada. Si el señor de la conjunción/ oposición (de la Luna y el Sol en los pronósticos quincenales o mensuales) está en posición débil, indica bajada de precios. La misma idea se repite con varios formatos: los precios suben cuando la Luna (planeta benéfico) está en posición de fuerza [141], [145], [147], [150], [151]). En [145] se matiza la opción ideológica anterior. En principio, si la Luna está en posición de fuerza aumentan los precios. No obstante si, en el momento en el que se separa del lugar de la conjunción, entra en aplicación con Saturno y éste está en posición de fuerza, el aumento de precios será particularmente notable.
La postura contraria (sólo en citas explícitas de otros autores) aparece en [159], en una cita del comentario de Abý’l-©asan þAl÷ b. RiÅw×n al Karpós. Las predicciones sobre subidas y bajadas de precios se hacen sobre la base de los horóscopos de las conjunciones y oposiciones, conjunciones mayores de los planetas y eclipses. Si dos reyes están en guerra, ganará aquel en cuyo país los precios están bajos sobre el monarca que sufre carestía. Epidemias y enfermedades son consecuencia necesaria de la carestía. Abundancia y carestía son consecuencia de las lluvias y la sequía, así como del calor y el frío. Las lluvias y el calor en el momento adecuado producen una buena cosecha, mientras que en el momento inadecuado la estropean. Del mismo modo, en [162], aparece una cita de Ibr×h÷m al-Yahýd÷ según el cual los planetas benéficos en posición de fuerza implican bajada de precios y al revés.
La predicción de la oscilación de precios utiliza la misma metodología que la predicción de carácter meteorológico: en [165] aparece una cita del capítulo 74 del Kit×b al-asr×r atribuido a Aristóteles, en la que se recomienda levantar el horóscopo de los comienzos de las estaciones y de cada mes lunar. En el caso de las predicciones anuales, al-Baqq×r recomienda estudiar el momento de la entrada del Sol en Cáncer 20o (cf. [103], [141]). Esto parece deberse al hecho de que Cáncer es el domicilio de la Luna, que domina sobre su tercer decano. De hecho nuestro texto insiste en la transcendencia especial que tiene la Luna para el estudio de las oscilaciones de los precios. Al-Baqq×r justifica este hecho en una cita de Abý Maþšar que aparece en [156]: hay que levantar el horóscopo de la conjunción/ oposición anterior al principio del año o de una estación, según el método de Abý Maþšar, debido a que la Luna es el astro que se asemeja (al-mušabbih) al mundo menor (al-þ×lam al-a½gar, microcosmos)[74] y el más adecuado para representar el mundo inferior (al-þ×lam al-sufl÷), el mundo del ser y de la corrupción (þ×lam al-kawn wa’l-fas×d), porque produce acontecimientos y destrucción. Se asemeja particularmente a toda cosa que crece o decrece, como las plantas y los animales. A la Luna está asociado el Sol ya que es la causa de los novilunios y plenilunios, y, luego, Venus y Mercurio, por la proximidad de sus esferas, por la frecuencia de su orientalidad (tašr÷q) y occidentalidad (tagr÷b) y por la velocidad de sus movimientos. De hecho la referencia ([103], [130]) a la conveniencia de levantar el horóscopo de la entrada del Sol en Libra y elaborar, a continuación, un pronóstico basado en la posición de Venus, tiene, probablemente, que ver con el hecho de que Libra es el domicilio diurno de Venus.
5.3.2.2 Los productos mencionados
Todo este capítulo menciona repetidamente los productos cuyos precios son objeto de del siglo XV. En la lista que sigue recogemos información que no deriva sólo de esta parte sino de la totalidad del libro:
1. Productos agrícolas destinados a la alimentación, de los que, el más mencionado es el aceite[75] ([14], [21], [28], [44], [48], [49], [55], [61], [64], [68], [69], [72], [76], [77], [80], [81], [84], [85], [99], [137] y [163]-[164] en donde se reproduce un escrito de Mךגall×h sobre la oscilación de los precios del aceite). Tenemos, además, trigo ([21], [48], [64], [80], [81], [137], [141], [145], [154], [158]), cebada ([21], [48], [99], [137], [145], [154], [158]), otros granos ([46], [62], [75], [91], [137], [154], [160]), harina (daq÷q) ([64], [147], [148], [154], [160]). El arroz no parece tener gran trascendencia, ya que sólo aparece citado una vez ([154])
Se mencionan también verduras y vegetales ([15], [19], [55], [59]), nabos ([55], [154]), cebollas y ajos ([55]), bellotas ([28]), frutas ([14], [19], [44], [57], [59], [62], [75], [78], [80], [85], [91]), nueces ([14], [28]), vid e higos ([170]).
A lo anterior se añade miel ([15], [19], [80], [81], [84]), manteca ([80], [81]) y dulces ([154]) y, entre los condimentos, sal ([54], [55], [58], [64], [72]), azafrán ([21], [76], [77], [92], [154]), pimienta: ([54], [55], [58], [69], [84], [92]), mostaza ([154]), picantes ([154]), clavo ([15]) y canela ([154]). A señalar que, en [92], se indica que azafrán y pimienta son productos que llegan por mar. Finalmente encontramos una mención a drogas medicinales ((þaq×q÷r) ([154]).
2. Aparecen, asimismo, referencias a las materias primas utilizadas para el tejido: lino: ([44], [49], [54], [58], [61], [64[, [68], [69], [72], [84], [85], [95], [154]), algodón ([54], [58], [64], [68], [69], [77], [92], [154]) y seda ([54], [58], [64], [69], [72], [76], [95]). Tanto el algodón como el lino son mercancías que llegan por mar ([92]). Se mencionan también vestidos ([147]), ropa ([156], ropas de lana ([14], [54], [84], [85], [147]), pieles ([14], [54]) y pellizas ([54]), además de productos destinados al teñido: tintes ([92], [95]), alquermes ([76], [77], [84], [154]), cártamo ([21], [72], [76], [84], [85], [92], [99]), alheña ([21], [49], [92], [99], [154]) y tinte rojo ([21], [48], [49], [99], [154])
3. Tenemos referencias, a veces poco precisas, a la ganadería y los textos hablan de animales cuadrúpedos ([147], [174]), ganado ([14], [15], [47], [72], [76], [77], [80], [85]), ganado vacuno ([16], [19], [46], [47], [49], [55], [84], [148], [156], [170], [172], [174]), ganado ovino ([19], [55], [84], [85], [148], [156], [160], [170]), caballos ([44], [80]), camellos ([19]) e incluso cerdos ([47] en un pasaje que, tal vez, corresponda a una cita de Hermes). A lo anterior se añaden frecuentes referencias a animales de carga (daw×bb) ([15], [72], [54], [61], [64], [72], [73], [84], [85], [155], [160], [172]), animales de monta ([64], [170], [172]), carnes ([54]), pájaros ([54], [174], aves [160] y aves domésticas [170]. Son muy raras las referencias a la pesca aunque se mencionan peces en [160], [170] y [172].
4.En lo que se refiere a la minería: se cita el hierro ([55], [58], [73], [85], [92], [154]), las armas ([154], [160]), el oro ([64], [147], [154], [155], [156], [160]) y la plata ([64], [147], [154], [155], [156], [160])
5. Aparecen, esporádicamente, algunas referencias a materiales de escritura: pergaminos ([54]), cálamos y papiro ([154]). No se menciona el papel.
6. Disponemos, finalmente, de algunas menciones de productos de lujo, habitualmente relacionados con el consumo femenino: productos de belleza ([72]), adornos de las mujeres ([43], [95]), aceites y perfumes ([43], [68], [69], [154], [160]), almizcle ([43]), incienso ([84]), laca ([154]), joyas ([43], [58], [64], [154], [160]), perlas (¥awhar) ([76], [148], [155], [160]), y rubíes ([154]), a lo que podría añadirse la madera de áloe ([43] y el sándalo ([154]).
Los productos mencionados se presentan, a veces, con determinadas asociaciones de carácter astrológico y disponemos de dos asignaciones distintas de las mercancías a las triplicidades:
a) En [21] y [99],en una cita del Kit×b al-þarÅ de Hermes:
Signos de fuego y aire: trigo, cebada, aceite, aceitunas.
Signos de agua y tierra: cártamo, azafrán, alheña, tinte rojo
b) En [160] en un pasaje de al-Hךim÷:
- Fuego: daw×bb y ganado ovino
- Aire: harina y aves
- Agua: peces y perlas
(No se menciona la triplicidad de tierra)
Igualmente, tenemos tres listas distintas que relacionan mercancías con planetas:
a) Al-Baqq×r atribuye a Hermes ([147]) el que Júpiter y Marte sean los indicadores de la oscilación de los precios de los animales (al-daw×bb wa’l-¬ayaw×n), harina y ropa (al-daq÷q wa'l-kiswa). El oro, la plata y los vestidos (al-lib×s) dependen del Sol y la Luna.
b) En el pasaje ya citado de al-Hךim÷ ([160]) aparece la lista siguiente: - Marte: armas
- Júpiter: oro, plata, perlas
- Mercurio: comercio
- Venus: perfumes
- Saturno: granos
c) La tercera lista resulta mucho más larga ([154]) y , sin duda, procede de una fuente libresca que el autor no identifica:[76]
Saturno: cualquier droga y hierba salvaje.
Júpiter: trigo, cebada, arroz, granos y dulces.
Marte: mostaza, granos de otoño, hierro, armas y leña.
Sol: árboles largos, oro, jacinto rojo, madera, sándalo, pieles, tinte rojo, laca, alquermes, alimentos dulces y grasos y se dice que de los picantes.
Venus: plata, harina, joyas, perfumes, arrayanes, azafrán, alheña, flores, cualquier cosa que tenga buen sabor, olor perfumado, aspecto bello y contenido digno de elogio, cualquier cosa que sea dulce, grasa, de buen sabor y olor.
Mercurio: cañas, papiro, algodón, lino, todo lo que tiene ramas altas, pimienta, todas las comidas ácidas, clavo, todo árbol cuyos frutos tienen una cáscara por fuera, cualquier cosa olorosa comestible, cualquier cosa ácida de complexión abigarrada.
Luna: comidas húmedas, hierbas y nabo (del que también participa Saturno).
5.3.2.3 Cuantificación de las subidas y bajadas de los precios
Para el estudio de las oscilaciones de los precios, al-Baqq×r utiliza frecuentemente los conceptos de ziy×da/ nuq½×n en þadad, ¬is×b, taþd÷l, mas÷r que explica con detalle en [139] (cf. también [34] y [136]), y a los que (en [143]) añade el movimiento directo/ retrógrado, la combustión, šah×da (cf. [135]) y el qubýl (recepción)[77]. Realiza, por otra parte, algunos intentos de cuantificación de estas oscilaciones:
1) En [140], calcula la diferencia de longitudes entre el planeta que es el indicador de esta subida/bajada y el planeta que está en aplicación (itti½×l) con el anterior: el número de grados equivaldrá al número de dinares o dirhemes de la subida o bajada.
2) Un segundo intento de la misma índole, esta vez menos claro, aparece en [143]: el indicador, que es z×’id o n×qi½, habrá ganado o perdido unos grados de longitud en su desplazamiento y a cada grado le corresponde un qir×Ð o un dirhem de aumento o disminución de precio; igualmente se Nuestro texto se ocupa ([168]) del período que dura la influencia nefasta de un eclipse. Sigue, a este respecto, el comentario al Tetrabiblos de þAl÷ b. RiÅw×n.[80] Si tiene lugar antes de una conjunción con cambio de triplicidad, dura 1000 años; si sucede antes de una conjunción que no implica cambio de triplicidad, 60 años o más. El pasaje se ocupa asimismo de las causas que aumentan o disminuyen el perjuicio del eclipse y de un tópico ([169]) que aparece frecuentemente tabulado en los z÷¥es: colores de los eclipses referidos de forma muy similar a lo que puede leerse en el Tetrabiblos.[81]
Por otra parte, un apartado ([175]) establece el momento de máxima influencia del eclipse. Cita casi literalmente el dicho 25 (el 24 en el original griego) del Karpós y el comentario correspondiente de A¬mad b. Yýsuf (la referencia se repite, tras una cita de Sahl b. Bišr al-Isr×’÷l÷ y de otros autores, en [180]): si el eclipse se produce en una de las cúspides del horóscopo natalicio o del aniversario, produce daño en función del signo en el que tiene lugar. Para determinar el momento (t) en el que la predicción alcanzará su máximo efecto, toma la diferencia de longitudes (Dl) entre el grado del eclipse y el grado del ascendente (correspondiente a la mitad del eclipse) y establece la proporción:
Dl/ 180 = t / horas de duración del eclipse
Las horas equivalen a meses si el eclipse es de luna, a años si es de sol. La misma equivalencia se encuentra en el Tetrabiblos[82] y en Ibn Hibint×.[83] A¬mad b. Yýsuf da un ejemplo: el eclipse de luna se produce a principio de Capricornio, que coincide con el medio cielo del horóscopo natalicio. El ascendente está en el principio de Aries y la distancia entre las dos cúspides es de 90o, equivalentes a 3 meses, o sea 90 días, que será el período total de duración del efecto nefasto del eclipse. Para calcular el momento en el que este efecto será máximo, aplica:
90o/ 180o = t/ 3 horas
donde 3 horas equivalen a 3 meses.
t, por tanto, corresponderá a 45 días (1.5 meses). Si se desea saber el principio de estos efectos nocivos, se calcula con el ascendente correspondiente al principio del eclipse. Si se hace la operación con el ascendente del final del eclipse, se obtendrá el momento en el que los efectos del eclipse se desvanecen.[84] En [180] señala que el procedimiento ha sido expuesto en el Kit×b al-adw×r f÷ tasy÷r al-anw×r (fa½l 6 del b×b 4).
En [176], aparece una cita del b×b 9 del fa½l 2 de la maq×la 2 del Kit×b sar×’ir al-¬ikma de al-Hamd×n÷. En este apartado alude (sin explicitarlo) a un procedimiento para calcular el momento en que se producirá el acontecimiento, pero señala que el método del Karpós es más correcto.
5.3.3.3 A quién afectan los eclipses
El apartado [170] cita el Tetrabiblos II,7:[85] y estudia a qué seres del mundo sublunar afecta un eclipse según el signo zodiacal en el que se produzca. El análisis introduce también referencias a constelaciones que no son zodiacales. La predicción empieza por referirse a la forma del signo (animal, humano, con alas, marino, terrestre), sigue con signos trópicos, fijos o bicorpóreos, y con las cuatro cúspides. El pasaje recoge, sin mencionar su fuente, una larga cita del Kit×b al-Mugn÷ de Ibn Hibint×.[86] El mismo autor es citado explícitamente en [177][87] a propósito de los efectos nefastos de un eclipse en un horóscopo natalicio. Por otra parte, en [178], cita a þUmar b. Farruj×n sobre los efectos de un eclipse en la deposición de un gobernador. A un tema similar corresponde [179] (cita de Abý Maþšar aunque sin identificar la fuente precisa): efectos nefastos de un eclipse en la vida y reino de un monarca.
5.3.3.4 Predicciones basadas en las constelaciones que han cruzado el horizonte oriental entre el principio y el fin del eclipse. Otros criterios.
Otras variables a tener en cuenta, en el momento de elaborar una predicción a base de un eclipse, aparecen en [171]. Aquí se mencionan otros autores (distintos de Ptolomeo), entre los que, sin duda, se encuentra Ibn Hibint× (no citado de manera explícita), del que una buena parte del pasaje es una cita casi literal:[88] determina el ascendente del principio y del fin del eclipse y establece la diferencia de longitudes entre los dos ascendentes, sin que quede claro qué hace con el arco obtenido. Determina cuál de las 48 constelaciones sale entre los dos ascendentes y hace una predicción según de qué constelación se trate. Se elaboran, asimismo, predicciones en función de la triplicidad en la que tiene lugar el eclipse, o según la posición que ocupan Marte y Júpiter en relación al lugar del eclipse.
5.3.3.5 Predicciones basadas en el signo zodiacal del eclipse
Tauro: Marte y Venus; de manera secundaria Saturno y el nodo descendente. Venus tiene su domicilio en Tauro y Marte su detrimento.
Cáncer: Luna y Júpiter como planetas benéficos, Marte y Saturno como maléficos; mención secundaria de Mercurio. Cáncer es domicilio de la Luna y exaltación (15o) de Júpiter. Es el detrimento de Saturno y la deyección (28o) de Marte.
Leo: Marte (no vemos explicación similar a las restantes)
Virgo: hay referencias a Luna, Marte, Mercurio, Júpiter. Mercurio tiene su domicilio en Virgo y su exaltación en Virgo 15o, Júpiter tiene su detrimento en este signo. La segunda serie menciona a Saturno y Marte que carecen de relación con el signo.
Libra: Saturno y Marte. Marte tiene su detrimento en Libra y Saturno su exaltación a 21o de este signo.
Escorpio: Saturno y Marte. Escorpio es el domicilio de Marte.
Sagitario: Júpiter y, secundariamente, Luna, Marte y Saturno. Sagitario es el domicilio de Júpiter.
Capricornio: Marte (exaltación en Capricornio 28o, mencionada explícitamente en el texto). Secundariamente Saturno (domicilio) y Júpiter (deyección a 15o de Capricornio).
Acuario: Saturno (domicilio), Marte, Júpiter.
Piscis: Júpiter (domicilio), Marte, Nodo descendente.
El final del pasaje es independiente de las fuentes indias. Cita el Tetrabiblos, con el comentario de þAl÷ b. RiÅw×n, Abý Bakr b. Wa¬šiyya mencionando a la gente de Babel, Sahl b. Bišr al-Isr×’÷l÷ e Ibn Hibint× al-Bagd×d÷.
5.3.3.6 Predicciones basadas en la mansión lunar en la que se produce el eclipse
No es muy frecuente, en la tradición astrológica árabe encontrar referencias a las mansiones lunares ya que, en puridad de principios, no puede considerarse que la predicción meteorológica basada en los anw×’ (frecuentemente confundidos con las mansiones lunares) tenga carácter astrológico. Las alusiones de este tipo suelen tener un origen indio y éste parece ser el caso de las referencias de Ibn Hibint×[89] quien utiliza las mansiones (mezcladas, a veces, con los signos zodiacales) para elaborar predicciones meteorológicas. Del mismo modo la G×yat al-¬ak÷m o Picatrix da asimismo una lista de estas mansiones y las emplea para elaborar talismanes[90]. Sabemos asimismo que estas mansiones (con sus nombres árabes) circulaban por la Península Ibérica aproximadamente en la misma etapa en la que fue redactado el Picatrix (mediados del siglo X) ya que se encuentran documentados en las Alchandreana, la colección más antigua de textos astrológicos latinos en la que puede apreciarse una influencia árabe.[91] La escasez de datos conservados al respecto pone de relieve el interés de una monografía de Charles Burnett[92] en la que este erudito reúne toda la información conocida acerca de los textos latinos relacionados con este tipo de astrología lunar y edita dos textos latinos importantes relacionados con las mansiones y la predicción meteorológica: por una parte el denominado Sapientes Indiae... y, por otra, el Liber imbrium ab antiquo Indorum astrologo nomine Iafar.
El apartado [174] atribuye a los misteriosos al-Hind un análisis de los eclipses cuando se producen en las mansiones lunares y elabora predicciones relativas a las lluvias, vientos, temperatura y efectos sobre los animales. Por más que no hayamos podido identificar la fuente del texto de al-Baqq×r, es interesante señalar que el Liber imbrium menciona dos sistemas distintos de mansiones lunares: con 27 o 28 mansiones, ambos conocidos en la tradición india. Esto puede, tal vez relacionarse con el hecho de que el apartado [174] omita al-Balda (mansión nº 21)[93] por más que la que habitualmente es omitida en la tradición india de 27 mansiones es la nº 22 Abhi¥it (= Saþd al-®×bi¬)[94], o, según el Liber imbrium, al-Zub×nà (nº 16). En el caso de la lista de al-Baqq×r, la omisión de al-Balda ha sido compensada, de manera un tanto artificial, por la división en dos mansiones de al-Naþ×’im, denominadas al-Naþ×’im al-Muqaddam y al-Naþ×’im al-Mu’ajjar. Esto apunta, en principio, a la hipótesis de un sistema de 27 mansiones y a un remoto origen indio del pasaje.
6. Conclusiones
Resulta difícil extraer conclusiones de la edición de un texto astrológico que no constituyan una mera repetición del análisis que se ha realizado en las páginas precedentes y en el comentario. Intentaremos, por ello, poner de relieve aquí cuáles son las motivaciones que nos han llevado a emprender este trabajo y cuál es el interés que presenta el Kit×b al-amÐ×r wa’l-asþ×r de Abý þAbd All×h al-Baqq×r:
Tal como hemos señalado, al principio de esta introducción, el estudio de la astrología en al-Andalus y el Magrib ha sido apenas abordado hasta el momento presente. Parece conveniente iniciar este tipo de investigación por las siguientes razones:
a) En los últimos veinte años - fundamentalmente, en Barcelona - se ha producido un desarrollo notable de las ediciones y estudios de textos astronómicos andalusíes y, más recientemente, de los que corresponden a las repercusiones que la tradición andalusí tuvo en el Magrib hasta principios del siglo XV. Estos estudios se han abordado, en buena parte, desde una perspectiva internalista, con un análisis de los contenidos meramente científicos de estos textos. Conviene, ahora, proceder a un cambio de perspectiva encaminada a ver hasta qué punto esta ciencia astronómica tuvo repercusiones en la sociedad en la que se desarrolló. Esto puede abordarse, a nuestro entender, con dos tipos de fuentes muy diferentes: por una parte las que tienen carácter astrológico y, por otra, aquellas que se relacionan con la aplicación de la astronomía al culto islámico (textos relacionados con la disciplina denominada m÷q×t).
b) También durante los últimos años, han aparecido una serie de ediciones, acompañadas de sus correspondientes traducciones, de textos astrológicos orientales, gracias a la labor de eruditos como Richard Lemay, Charles Burnett, Keiji Yamamoto y Michio Yano. Los trabajos a los que me estoy refiriendo corresponden, en buena parte, a fuentes orientales (Abý Maþšar y al-Qab÷½÷) que llegaron hasta al-Andalus, ya que fueron objeto de traducciones latinas realizadas en el Valle del Ebro y en Toledo, en el siglo XII, por traductores como Hugo de Santalla, Hermann de Carintia y Juan Hispano. Las mencionadas ediciones nos permiten tener un punto de apoyo - aún insuficiente - a la hora de analizar las fuentes utilizadas por los astrólogos andalusíes y magribíes.
Por otra parte, en lo que respecta al valor de la obra editada y analizada aquí, conviene señalar lo siguiente:
1) Constituye una buena manifestación del interés que el Occidente Islámico sintió por la astrometeorología, una disciplina muy cultivada en el mundo árabe. Hemos indicado, más arriba que Fuat Sezgin registra una lista de 69 textos de esta temática y el tema ha dado lugar a dos estudios recientes, de notable importancia, debidos a la iniciativa de Charles Burnett. A la hora de intentar vislumbrar las repercusiones sociales del binomio astronomía/ astrología, parece claro que la astrometeorología constituye una materia altamente significativa en sociedades en las que la economía está basada, fundamentalmente, en la agricultura. Es evidente que los campesinos han sentido siempre la necesidad de predecir la caída de la lluvia por sus repercusiones sobre los cultivos. De hecho, tenemos documentado este interés desde los mismos orígenes de la cultura árabe: ya en época preislámica se desarrolló el sistema astrometeorológico de los anw×’, muy en la línea de los parapegmata clásicos,[95] basado en los ortos helíacos y ocasos acrónicos de determinados asterismos. Se trata de sucesos astronómicos que jalonaban el año solar y permitían predecir períodos de lluvia/ sequía que tienden a producirse en determinadas épocas del año. El texto de al-Baqq×r contiene (cf. [105]-[106], [109]) referencias y alusiones a este sistema que no puede considerarse, en principio, astrológico. Esta no es la única técnica predictiva utilizada por nuestro autor. Siguiendo el ejemplo de Abý Maþšar, introduce ideas derivadas de las Meteorologica de Aristóteles a la hora de analizar los fenómenos climáticos ([107]- [108], [135]), pero, sobre todo, recurre a la predicción puramente astrológica para la que expone procedimientos muy simples, como los del sistema de las cruces o el paso de Saturno por los doce signos zodiacales. Al-Baqq×r parece desconfiar de estos métodos rudimentarios y prefiere otros mucho más elaborados.
2) Contiene información interesante (cf. [1]-[3]) acerca de la problemática relación entre Islam (lo mismo podría decirse del cristianismo o del judaísmo) y astrología. Es evidente que cualquier astrólogo musulmán se sitúa siempre en una posición defensiva cuando intenta justificar su disciplina. La defensa de al-Baqq×r se basa en argumentar que las estrellas y planetas sólo ofrecen “indicios” - no “causas” - de los acontecimientos. Con esta salvedad - que incluye un rechazo explícito de la práctica de la magia talismánica (cf. [3]) - queda a salvo tanto la omnipotencia divina como la libertad humana.
3) Un tercer punto de interés se relaciona con el análisis de las fuentes que utiliza al-Baqq×r, directa o indirectamente. Resulta bastante sorprendente el constatar que el elenco de autoridades que hemos documentado coinciden, casi totalmente, con las que eran conocidas en el Toledo del siglo XI por ¼×þid al-Andalus÷. Aquí surge un problema de análisis cultural de una cierta importancia: parece claro que al-Andalus mantuvo contacto con el mundo científico oriental hasta la caída del Califato (para ser más preciso, podría decirse que hasta la muerte de al-akam II en 976), interrumpiéndose la relación a partir de esta fecha. Esto se pone de manifiesto cuando se analizan las traducciones latinas realizadas en la Península Ibérica: difícilmente (hay alguna excepción) se traducen fuentes orientales posteriores al siglo X. La cultura científica magribí se desarrolla, por otra parte, sobre todo en el período almohade debido a una clara influencia andalusí. No llamaría la atención, por ello, que una obra científica magribí del siglo XII o XIII citara únicamente fuentes recibidas de la tradición andalusí. No obstante, una obra como la de al-Baqq×r, escrita a principios del siglo XV, en un momento en el que el Magrib se relaciona directamente con Oriente, cabría esperar que diera testimonio de estos contactos. Pero, a la hora de la verdad, las fuentes orientales identificadas no son nunca posteriores al siglo X y todas ellas son conocidas en la tradición andalusí, con las únicas excepciones de un misterioso al-Ra'y al-þiy×n y el al-Mugn÷ de Ibn Hibint×. Resulta difícil sacar conclusiones en el estado actual de la investigación porque es muy posible que se trate de citas indirectas derivadas del Kit×b al-B×riþ de Ibn Ab÷’ l-Ri¥×l que se encuentra, prácticamente, virgen de estudio. Sólo un análisis detallado de esta última obra - el gran clásico de la astrología magribí, traducido en la Edad Media a multitud de lenguas y conservado en gran número de manuscritos - nos permitirá movernos en terreno más firme.
4) Abundando en el tema de las fuentes, hay que insistir en el hecho de que el Kit×b al-amÐ×r nos conserva el único texto conservado de algunas obras andalusíes de una muy venerable antigüedad. Así, los apartados [10]-[33] nos ofrecen el texto árabe más completo que conocemos del llamado "sistema de las cruces", probablemente de origen bajolatino, cuya versión más completa se encuentra en el Libro de las Cruzes alfonsí.[96] Las coincidencias entre los pasajes citados por al-Baqq×r y la traducción alfonsí son lo suficientemente concluyentes como para creer que ambas obras están utilizando la misma fuente: la obra redactada en el siglo XI por “Oueidalla el Sabio”/ þAbd All×h b. A¬mad al-TulayÐul÷. Por otra parte, al-Baqq×r nos reproduce 39 versos de la ur¥ýza de al-¾abb÷ ([31]-[33]) en la que éste expone el sistema de las cruces y constituye el texto astrológico andalusí más antiguo conservado (remonta a principios del s. IX). Finalmente, al-Baqq×r nos conserva también 91 versos de la L×miyya de Ibn al-Jayy×Ð, astrólogo del siglo XI bien conocido por otras fuentes, y da datos suficientes para fechar la composición del poema hacia 1050.
5) El capítulo 2 de la tercera parte (cf. [136]-[165]), sobre subidas y bajadas de precios, puede tener un cierto interés para la historia económica y no sólo por las listas de productos que menciona sino, sobre todo, por la actitud ambigua del autor ante el beneficio o perjuicio que producen las alteraciones de los precios. En general parece considerar beneficiosos los períodos de carestía y subida de precios, lo que plantea el problema de saber para quién está escribiendo. Llama la atención, por otra parte, una aparente negación de la ley de la oferta y la demanda: la oferta de una mayor cantidad de un producto no implica necesariamente una disminución de su precio (cf. [144]).
7. El manuscrito, la edición y el comentario-resumen
El Kit×b al-amÐ×r de al-Baqq×r se conserva en los fols. 187v - 236r de este manuscrito que contienen 25 líneas por página. La mano que lo escribió es la misma que copió los escritos de Ibn Haydýr, Sanad b. þAl÷, el Kit×b al-adw×r, y el opúsculo de Ibn F.rm÷¥uh antes citado. La letra es magribí y, en general, bastante clara. Contiene, en la parte relativa al sistema de predicción de las cruces, diagramas de los horóscopos utilizados como ilustración a la teoría expuesta, que son del mismo tipo que los que aparecen en el códice alfonsí del Libro de las Cruzes, y que no siempre resultan correctos. La edición que presentamos ha intentado seguir fielmente al manuscrito, aunque esto no nos ha impedido regularizar la ortografía (sobre todo la del hamza) y sugerir correcciones y conjeturas, estas últimas siempre salvadas en nota. Hemos seguido, en todo momento, los criterios de edición establecidos por ¼al׬ al-D÷n al-Muna¥¥id,[100] que fue director del Instituto de Manuscritos de la Liga Arabe y editor de la Ma¥allat Maþhad al-MajÐýÐ×t al-þArabiyya ("Revue de l'Institut des Manuscrits Arabes") que ha marcado, durante mucho tiempo, los estándares de calidad en la edición crítica de textos árabes. Las notas a pie de página corresponden al aparato crítico y a la identificación de fuentes utilizadas por el autor. Hemos dividido el texto en apartados, marcados por números entre corchetes, con el fin de facilitar el sistema de referencias.
Estas mismas subdivisiones son las que utilizamos en el resumen y comentario del contenido de la obra sobre el cual conviene aclarar que el comentario propiamente dicho aparece siempre con una letra de tamaño menor y en párrafos sangrados hacia la derecha. A este comentario hemos intentado añadir un resumen detallado del contenido de cada apartado, por más que las características de un cierto número de los pasajes, en los que se detallaba una casuística muy difícil de resumir, han motivado que, en ellos, el resumen se convirtiera en una traducción más o menos ajustada.
II COMENTARIO Y RESUMEN
0. Introducción
[0]
A propósito de la descripción de la primera parte del contenido de la obra (“Sobre cómo hallar indicios en los planetas superiores sobre los acontecimientos que sucederán a lo largo de los años, de acuerdo con la escuela de los autores antiguos de la gente del Magrib, al-Andalus e Ifr÷qiya, que son los partidarios del sistema de las cruces”) hay que señalar que este pasaje tiene una clara correspondencia con el Libro de las Cruzes alfonsí, que define el sistema de las cruces con “los iudizios que usauan los de las partidas de occidente del tempo antigo, et los de tierra de Affrica, et los de Barbaria et una partida de los romanos de Espanna”.[101] Sobre esta cuestión véase más adelante [10], [31], [33].
En los apartados [1]-[3] al-Baqq×r analiza tres actitudes diferentes ante las predicciones astrológicas:
0.1 Tres actitudes ante la astrología:
[1] Los astrólogos (a¬×b al-a¬k×m) consideran que los cuerpos celestes ofrecen indicios (dal×l×t) que han llegado a conocer gracias a experiencias (ta¥×rib) y analogías/ observaciones (qiy×s×t), cuyos resultados consignaron por escrito en sus libros.
En este apartado hay dos puntos de interés a señalar:
El primero de ellos es la insistencia de al-Baqq×r en que la evidencia astrológica sólo constituye un "indicio" y no una causa determinante. En ello tenemos un tópico que reaparece en multitud de otras fuentes como, por ejemplo, el comentario de Ibn Qunfu² a la ur¥ýza de Ibn Ab÷ l-Ri¥×l.[102] En [134] afirmará que el recurrir a este tipo de análisis resulta meramente indicativo, no causativo (wa-huwa muš×hid gayr mud×fic). Evidentemente nuestro autor está haciendo todo tipo de esfuerzos para mantenerse en el marco de la ortodoxia islámica (cf. [105]-[106]).
Conviene llamar la atención, en segundo lugar, sobre la referencia a la ta¥riba (experiencia) y al qiy×s (analogía/observación) como instrumentos metodológicos de trabajo en astrología. Ambas aparecen, por ejemplo, en la introducción de Kušy×r b. Labb×n (fl. c. 1000) a su Madjal[103]. Señalemos la existencia de numerosos tratados que contienen horóscopos históricos, levantados a posteriori cuando ya se conocían los resultados de un determinado acontecimiento, con lo que se podía poner a prueba la validez de una determinada regla astrológica.[104] Por otra parte, Abý Maþšar (787-886) dedica un capítulo de su Gran Introducción a la astrología[105] a refutar las opiniones de aquellos que rechazan la disciplina y uno de estos grupos está constituido por aquellos que consideran que la astrología no puede ser demostrada experimentalmente y la experiencia sólo es válida si un acontecimiento se repite al menos una vez. Ahora bien, el conjunto de los astros sólo repiten la misma configuración (las posiciones relativas de unos planetas con respecto a otros) al cabo de miles de años, por lo que la vida humana no basta para poder observar la mencionada repetición de posiciones que pueda servir de base a la experiencia.
Abý Maþ¹ar refuta este argumento afirmando que, dentro de la duración de una vida humana, es posible constatar ciertos indicios parciales (dal×l×t ¥uz’iyya) , como el hecho de que el sol calienta y la luna humedece y que los planetas tienen influencia en los cambios de clima. En lo que respecta a los indicios de carácter general (dal×l×t kulliyya) pueden también comprobar los resultados de los aniversarios de los años del mundo (ta¬×w÷l sin÷ al-þ×lam) y del nacimiento de los seres humanos (ta¬aw÷l sin÷ al-maw×l÷d) en lo que se refiere a los cambios climáticos que se producen a lo largo del año, y las modificaciones de la vida humana en lo que se refiere a la salud, la enfermedad, la muerte, los viajes y demás circunstancias tanto generales como particulares.
A lo anterior se añade la posibilidad de comparar las circunstancias actuales con las que han dejado registradas los sabios del pasado tal como sucede con las observaciones astronómicas (qiy×s, ra½ad). De este modo, Ptolomeo comparó sus propias observaciones con las que había llevado a cabo Hiparco y otros astrónomos observadores fiables, con lo que pudo comprobar la existencia de irregularidades que, tras un concienzudo estudio, le permitieron diseñar modelos que le permitían calcular posiciones planetarias ajustadas a la realidad.
Este tipo de referencias es frecuente, asimismo, en la tradición astrológica magribí: al-Isti¥÷ - una fuente que al-Baqq×r utiliza en su Adw×r - ha aplicado la técnica experimental a su análisis del animodar (determinación astrológica del momento de la concepción de una persona) y ha coleccionado un banco de datos con horóscopos cuya predicción ha controlado. En el caso de al-Isti¥÷, esta técnica astrológica experimental le ha permitido comprobar la validez de las tablas astronómicas corregidas (z÷¥u-na al-mu½a¬¬a¬) que ha elaborado con ayuda de ¼×þid de Toledo.[106] Asimismo Ibn Ab÷ l-Ri¥×l tiene un capítulo sobre el tasy÷r en el que da una serie de ejemplos utilizando horóscopos natalicios auténticos que podrían pertenecer a una colección similar a la de al-Isti¥÷. Por otra parte, el mismo Ibn Ab÷ l-Ri¥×l es también el autor de un z÷¥ perdido que, según él, está basado en observaciones y lo utiliza para justificar sus predicciones astrológicas[107]. El tratado de Ibn al-Kamm×d sobre obstetricia astrológica contiene, asimismo, referencias a la astrología experimental[108] pero el caso más espectacular de tales prácticas es el de Ibn þAzzýz al-QusanÐ÷n÷ quien levantó el horóscopo de la batalla de El Salado (1340) obteniendo resultados que no correspondieron al desenlace real del acontecimiento. Optó, entonces, por responsabilizar al z÷¥ de Ibn Is¬×q (fl. c. 1193-1222), con el que había trabajado, e hizo observaciones astronómicas, en Fez c. 745/1344, con las que elaboró una nueva colección de tablas (al-Z÷¥ al-Muw×fiq). Con ellas levantó un nuevo horóscopo que, esta vez, resultó satisfactorio, sobre todo porque ajustó las tablas de movimientos medios a las necesidades de su predicción.[109]
Otras referencias a la experiencia en el texto de al-Baqq×r aparecen en [100] (la experiencia le hace rechazar una regla que establece que la presencia de Saturno en signos trópicos o fijos implica carestía mientras que hay bajada de precios si está en signos bicorpóreos),[110] [105], [109] (el autor del Ra’y al-þiy×n ha controlado experimentalmente sus afirmaciones), [110] (al-Baqq×r/o el autor del Ra’y ha comprobado la afirmación de al-Gaz×l÷: hay posibilidad de lluvias cuando Venus está combusto en Piscis, pero Marte puede perjudicar la situación), [112] (el Ra’y está basado en experiencias correctas), [163]-[164] (los procedimientos expuestos por Mך×'all×h para cuantificar las oscilaciones del precio del aceite están comprobados experimentalmente).
Un segundo problema radica en precisar el significado de qiy×s×t nuestro texto. A primera vista, el razonamiento analógico parece el valor más probable pero no puede olvidarse que, en el pasaje antes citado de Abý Maþ¹ar, el término qiy×s aparece como sinónimo de ra½ad (observación), pero el autor utiliza también el verbo q×sa- yaq÷su con el sentido de razonar analógicamente:[111] analizar una configuración de los astros que ha dado lugar a determinadas consecuencias y aplicar el paradigma a otras configuraciones similares. Cualquiera de los dos significados puede aplicarse al pasaje de al-Baqq×r al que nos estamos refiriendo.
[2] Algunos polemistas (Ð×’ifa min ahl al-¥adal) que rechazan e ignoran la astrología.
En relación con este grupo de pensadores, conviene tener en cuenta que Abý Maþšar se interesa particularmente por la refutación de las opiniones antiastrológicas del qawm min ahl al-ad÷£ wa l-naÞar.[112] Esta lectura, documentada en un solo manuscrito, ha sido discutida por C. Burnett[113] quien ha señalado que la mayoría de los manuscritos contienen qawm min ahl al-naÞar wa l-¥adal. Ibn Jaldýn identifica al-¥adal con las discusiones entabladas por los alfaquíes debido a las divergencias entre las escuelas jurídicas.[114] Es posible que al-Baqq×r se esté refiriendo a estos juristas, entre los que es habitual una actitud antiastrológica que, a menudo, se convierte también en antiastronómica, tal como parece mencionar nuestro texto. Los juicios astrológicos, según estos autores, entran en el campo del conocimiento de “lo oculto” que está reservado a Dios. Esto debe relacionarse con [105] en el que al-Baqq×r reproduce un pasaje del Ra'y al-ciy×n en el que se cita Corán 32, 34 sobre las cinco cosas que sólo Dios conoce: la Hora del Juicio, la caída de la lluvia, lo que encierran las entrañas de la madre, lo que le sucederá a cada hombre mañana y en qué tierra morirá cada persona. En lo que respecta al pasaje mencionado de Abý Maþ¹ar, éste se limita a señalar que estos opositores a la astrología[115] afirman que los astros no ofrecen indicación (dal×la) alguna acerca de los acontecimientos del mundo.
Es probable que, tanto en el caso de Abý Macšar como en el de al-Baqq×r, tengamos una referencia a las polémicas antiastrológicas que han sido numerosísimas tanto en Oriente como en Occidente: G. Saliba[116] ha dado una lista de polemistas[117] que incluye, entre los autores occidentales, a Ibn ©azm, Ibn Rušd e Ibn Jaldýn. Está claro que este tipo de polémicas surge en al-Andalus ya en el s. IX con la figura de Ibn ©ab÷b[118] y que la discusión estaba a la orden del día en el Magrib en los ss. XIII y XIV en los que aparece, por ejemplo, la figura de Abý þAl÷ þUmar b. Mu¬ammad al-Sakýn÷ al-Išb÷l÷, personaje de origen sevillano cuya familia se afincó en Túnez a mediados del siglo XIII[119], y se pone de manifiesto la antipatía que el sultán meriní Abý l-©asan sentía por la astrología, si hay que creer en el testimonio de su hagiógrafo Ibn Marzýq.[120]
[3] Aquellos que creen que no sólo los cuerpos celestes ofrecen indicios acerca del mundo sublunar sino que ejercen efectos (afþ×ll) e influencias (ta’£÷r×t). Estos tienen métodos de trabajo e interpretaciones distintas de las de los astrólogos. Es el procedimiento utilizado por los que cultivan la sabiduría espiritual (al-¬ikma al-rý¬×niyya), las ciencias filosóficas (al-þulým al-falsafiyya) y la ayuda divina (al-ta’y÷d al-il×h÷).
Conviene señalar el énfasis que al-Baqq×r pone en la diferencia entre los indicios (dal×l×t) de los que hablan los astrólogos y los efectos (afþ×l) e influencias (ta’£÷r×t) a los que se refiere aquí y que resultan inaceptables para cualquier ortodoxia religiosa. Parece claro que nuestro autor se refiere a la magia talismánica que combina prácticas puramente mágicas (utilización de materiales adecuados para elaborar el talismán, y fumigaciones realizadas con perfumes específicos), con otras de carácter religioso (oraciones a los planetas-dioses) y con la elección del momento astrológicamente propicio para la operación. La mejor descripción breve de las características de esta disciplina es la que da Ibn Jaldýn en la Muqaddima.[121] Es evidente que esta materia estaba ampliamente difundida en el Occidente Islámico al menos desde mediados del s. X, momento en el que Abý 'l-Q×sim Maslama b. Q×sim al-QurÐub÷ (m. 964) escribió la G×yat al-¬ak÷m/ Picatrix.[122]
0.2 Utilidad de la astrología
Los apartados [4] – [8] analizan la utilidad de la astrología, un tema que Abý Maþ¹ar[123] desarrolla ampliamente utilizando el mismo argumento general que al-Baqq×r:
[4] Permite prever el futuro y tomar las medidas preventivas adecuadas.[124]
[5] Entre ellas se encuentra la posibilidad de pedir a Dios, a través de la oración, que no se produzca determinado mal, dado que sólo sucederá lo que Dios haya decretado. De nuevo se insiste en el hecho de que no existe contradicción entre astrología y fe religiosa.
[6] Este tipo de previsiones son particularmente importantes para los monarcas aunque al-Baqq×r se lamenta de que son escasos los que recurren a esta clase de información. Se trata de un pasaje lleno de referencias farabianas. Como ejemplo del conocimiento previo de un acontecimiento perjudicial al que no se puede poner remedio menciona que los astrólogos caldeos avisaron del advenimiento de Abraham y del fin del Imperio Babilonio.
[7] Análogamente, Heraclio, rey de Bizancio, que era también astrólogo (o adivino, ¬aÞÞ×’), fue asimismo advertido de que sería expulsado de Siria por el advenimiento del Profeta Mu¬ammad.
Se trata probablemente del Heraclio al que el Profeta escribió una carta conminándole a la conversión.
En este pasaje aparece también una alusión a la elección del momento de la construcción de Mahdiyya por þUbayd All×h al-Mahd÷: "Heraclio era un adivino que miraba a las estrellas tal como hicieron los Baný þUbayd cuando construyeron la ciudad de Mahdiyya".
Esto coincide con lo que afirma Ibn al-JaÐ÷b en el Aþm×l al-aþl×m[125]: “[al-Mahd÷] se instaló en Raqq×da hasta que construyó al-Mahdiyya, tras haber elegido [su emplazamiento] dentro del país y haber diseñado su contorno (ijtaÐÐa-h×) de acuerdo con su elección, con ascendente en Leo, por tratarse de un signo fijo y por ser el domicilio del Sol, que es el indicador de los reyes”.[126] El lugar de la ubicación de la nueva capital fue elegido por al-Mahd÷ en 300/912-13 y la inauguración oficial tuvo lugar el 8 Šaww×l 308/ 19 Febrero 921.[127]
Sigue el texto de al-Baqq×r: “y se mantuvieron en ella (wa qar×ru-hum ilay-h×) cuando les atacó Abý Yaz÷d, el dueño del asno, y se hicieron fuertes en la ciudad [Mahdiyya] frente a su ataque”.
El caudillo j×ri¥÷ Abý Yaz÷d intentó tomar Mahdiyya por asalto el 3 ¤um×dà II 333/20.1.945 pero sólo logró llegar hasta la mu½allà: según una tradición muy difundida entre los fatimíes, al-Mahd÷ habría predicho que un rebelde muy peligroso alcanzaría esta mu½allà pero no llegaría más lejos.[128] A esto se refiere Ibn al-JaÐ÷b cuando dice: "[al-Mahd÷] lanzó una flecha desde la puerta [de Mahdiyya] hasta la mu½allà y dijo: ‘Hasta aquí llegará el dueño del asno (½×¬ib al-¬im×r)’”[129] El asedio duró hasta ¼afar 334 (empieza el 19.9.945). Hay referencias a este acontecimiento en Ibn þI²×r÷:[130] Abý Yaz÷d llegó a clavar su lanza en la puerta de Mahdiyya en el año 335/946-947 (sic). Cuando se lo comunicaron al califa Ism×þ÷l, que estaba en el alcázar, este comentó: “¡Por Dios!, nunca volverá a ella (Mahdiyya). Ha cavado su propia tumba. Esto ya lo hemos leído en nuestros libros”. Otro texto afirma que el fracaso de Abý Yaz÷d había sido predicho en los kutub al-¬id£×n.
El texto de al-Baqq×r señala asimismo que un monarca romano (a¬adu mulýk al-rým×niyy÷n) previó, gracias a un horóscopo, el traslado del poder desde Roma hasta Constantinopla y pudo adoptar medidas preventivas.
[8] Este apartado contiene una cita del Karpós (Kit×b al-£amara) seudo ptolemaico quien, en el aforismo número 5, afirma que “el astrólogo puede, a veces, rechazar lo que predicen los astros - si conoce los indicios que ofrece su naturaleza y que pueden llegar a convertirse en realidad – siendo capaz de rechazarla antes de que tales efectos se produzcan”.[131] Sigue con un ejemplo que es una cita literal del comentario al Karpós de A¬mad b. Yýsuf al-K×tib[132]: si una persona tiene un temperamento equilibrado y sabemos, a partir de su horóscopo natalicio o de otros indicios astrológicos, que tiene una relación con Marte, al que corresponde un temperamento cálido, la complexión del sujeto perderá su carácter equilibrado. Para evitar que este cambio se produzca, trataremos al sujeto (de algún modo, el texto no lo precisa) sometiéndolo a una influencia fría, que contrarrestará el calor de Marte.
0.2 Generalidades sobre la astrología, tanto mundial como referida a los natalicios individuales
[9] Dios es quien ha hecho que planetas y signos zodiacales contengan indicios (dal×la) de su voluntad. Insiste, a continuación, en la necesidad de determinar con toda precisión, en grados y minutos, las longitudes sidéreas (sobre las que se realizan las predicciones astrológicas), y las trópicas de los planetas (que son las que resultan de la observación), así como sus latitudes, alturas, movimiento directo y retrógrado, si son orientales (ta¹r÷q) u occidentales (tagr÷b) con respecto al sol, su carácter septentrional o meridional, sus fuerzas y debilidades, domicilios, exaltaciones, triplicidades, ¬udýd,[133] decanos y muchas otras características que son necesarias para la interpretación del horóscopo.
La referencia a que las posiciones sidéreas son las que deben utilizarse para emitir juicios astrológicos, algo que al-Baqq×r repite en el Kit×b al-adw×r,[134] es característica de la astrología andaluso-magribí y justifica la supervivencia de la astronomía sidérea en el Magrib hasta el s. XIX.
Alude asimismo a la teoría de las conjunciones de Saturno y Júpiter como indicadores de los grandes acontecimientos históricos y cita al þAÞ÷m al-fal×sifa bi-iql÷m B×bil (¿Hermes?) al que atribuye la afirmación de que la relación que existe entre las naturalezas (Ðab×’iþ) terrestres y las que pertenecen a la esfera [celeste] se deben a una causa similar a la atracción que ejerce la piedra imán sobre el hierro.
Aunque no lo cita, este paralelismo aparece en un librito de Maš×'all×h sobre eclipses, conocido a través de traducciones latina y hebrea.[135]
1. Primera parte: el sistema de las cruces
1.1 Generalidades
[10]
Terminada la introducción, empieza aquí la primera parte del libro (apartados [10]-[33]) sobre los indicios de los años en lo relativo a fertilidad, sequía, bajadas y subidas de precios basados en las posiciones de los planetas superiores. Todo ello según la escuela de los partidarios del “sistema de las cruces”, añadiendo a continuación que “este sistema judiciario es el utilizado en el Magrib en los tiempos antiguos. Me refiero a las gentes de Ifr÷qiya, a los bereberes y a un grupo de los no-árabes (al-þa¥am) de al-Andalus, ya que no disponían de los procedimientos precisos (daq×’iq) de esta ciencia que tenían los persas y los griegos”. Se repite aquí una idea anunciada en [0] y que tiene una exacta correspondencia con el pasaje, ya citado, del texto alfonsí del Libro de las Cruzes: “et son los iudizios que usauan los de las partidas de occidente del tempo antigo, et los de tierra de Affrica, et los de Barbaria et una partida de los romanos de Espanna; todos estos solían iudgar por estas costellationes generales. Mas los persios et los griegos auian muchas sotilezas en esta scientia”.[136] De hecho todo este apartado tiene una correspondencia casi literal con el capítulo primero del Libro de las Cruzes y la figura que aparece en el texto de al-Baqq×r es paralela a la que encontramos en el fol. 5v del ms. 9294 de la Biblioteca Nacional.[137]
El horóscopo de las cruces consta de tres líneas rectas que se cortan en el centro de la figura y determinan 12 posiciones: 6 de ellas corresponden a los extremos de las rectas (aÐr×f al-juÐýÐ, “estacas” en el texto alfonsí) y las otras 6 a los ángulos comprendidos entre las rectas (zaw×y×, “ángulos”). En los extremos de las rectas se sitúan los signos ígneos (Aries, Leo, Sagitario) y aéreos (Géminis, Libra, Acuario), mientras que en los ángulos se encuentran los signos de tierra (Tauro, Virgo, Capricornio) y de agua (Cáncer, Escorpio, Piscis). El mismo diagrama puede utilizarse para representar el horóscopo propiamente dicho: el extremo superior del diámetro vertical corresponderá al ascendente (casa I) y las casas siguientes se sucederán (en sentido contrario a las agujas del reloj) sobre las rectas (casas III, V, VII, IX y XI) y en los ángulos (II, IV,VI, VIII, X y XII). Las predicciones se harán en función de la posición de los planetas superiores (Saturno, Júpiter y Marte) a los que, curiosamente, se añadirá el Sol.
Fig. 2 horóscopo de las cruces en Libro de las Cruzes
Fig. 3 diagrama horóscopo de las Cruces
1.2 Símbolos planetarios
[11]
Los símbolos que aparecen en el texto de al-Baqq×r (ms. Escorial 916) tienen, en algún caso (Mercurio, nodos ascendente y descendente), una relación directa con los que se encuentran en el Libro de las Cruzes.[138] Tiene un cierto interés el comparar ambas series con los que, según al-B÷rýn÷,[139] son bien conocidos por los astrólogos profesionales y con los documentados por Vernet en el ms. 917 de El Escorial.[140] Una serie diferente de símbolos, al uso entre los talismanistas, aparece en el Picatrix.[141]
*** Cuadro anterior: en columna Cruzes permutar símbolos nodo ascendente y descendente
1.3 Aspectos o estados de los planetas
[12]
El contenido de este apartado coincide estrictamente con el del capítulo 4 del Libro de las Cruzes.[142]
En ambos textos los planetas pueden encontrarse:
- En cuadratura (murabbaþ), con el mismo significado que en la astrología de raíz ptolemaica: dos planetas están en cuadratura cuando entre ambos hay una diferencia de longitud de unos 90º.
- Quemantes (mu¬tariqa): aquí el significado de este tecnicismo difiere del valor que tiene el i¬tir×q (quemazón, combustión) en la tradición clásica en la que un planeta está combusto cuando se encuentra a una distancia del sol comprendida entre 16’ y 6º.[143] Aquí, en cambio, hay combustión cuando los planetas están reunidos en el mismo signo o dispersos en signos de la misma triplicidad. [144]
- Encerrados (muglaqa): cuando retrogradan.[145]
A lo anterior se añade una clasificación de los signos zodiacales en:
- derechos (q×’ima): signos de fuego y de aire, o sea los que aparecen en los extremos de los diámetros en el diagrama de [10] (cf. figs. 1 y 2).
- cadentes (s×qiÐa): signos de tierra y agua que se encuentran en los ángulos en el diagrama de [10].
Predicción de sequía, hambre, granizo, carestía y plagas de langosta.
[13]
Señales que indican sequía, hambre, granizo, carestía de precios y plagas de langosta. El contenido de este pasaje coincide con el capítulo 5º del Libro de las Cruzes.[146] En ambos textos encontramos una casuística muy elaborada que permite hacer una predicción sin necesidad de recurrir a los análisis complejos de la astrología clásica.
Por más que el texto no las defina aquí (cf. infra [24]), es evidente que al-Baqq×r está utilizando el significado habitual de las doce casas del horóscopo:
I vida
II riqueza
III hermanos
IV padres
V hijos
VI enfermedad
VII matrimonio
VIII muerte
IX viajes
X poder
XI amigos, felicidad (saþ×da)
XII enemigos
El texto analiza los indicios que permiten predecir hambre y carestía, a las que se añade, en invierno, inundaciones y granizo y, en verano, calor y plagas de langosta. A este respecto desarrolla 8 casos en todos los cuales Saturno y Júpiter están en cuadratura y se encuentran en las casas II, V, VIII y XI. La predicción debe matizarse considerando si estos planetas están en sus dignidades (¬uÞýÞ) o en situación desfavorable (suqýÐ) y si están en aspecto con planetas afortunados o infortunados, todo lo cual aumentará o disminuirá la magnitud de la catástrofe. La cuadratura entre Saturno y Júpiter, como su conjunción u oposición, da lugar a acontecimientos importantes. El momento en el que se cumplirá el pronóstico será aquel en el que la Luna esté en el ascendente (I) o el descendente (VII).
Sigue, a continuación, un breve pasaje en el que se analizan otras indicaciones que tendrán efectos similares y que corresponden al inicio del capítulo 6 del Libro de las Cruzes[147] . Aquí se desarrollan trece casos en los que dos planetas de los cuatro superiores (incluye el sol) están en conjunción u oposición y entra en cuadratura con ellos un tercer planeta.
Sobre lluvias y precios:
Las predicciones, basadas, en el sistema de las cruces se encuentran en los apartados [14]- [33] y se estructuran de la manera siguiente:
1) Presencia de Saturno y Júpiter en cada una de las cuatro triplicidades ([14], [32]).
2) Saturno en una triplicidad y Júpiter en otra ([15]- [17], [32]).
3) Presencia de Saturno y el nodo en cada una de las cuatro triplicidades ([19]).
4) Saturno y Júpiter en cuadratura o en oposición ([20])
5) Eclipses en cada una de las triplicidades ([22])
6) Combustión (i¬tir×q) de los cuatro planetas pesados ([23]- [28])
7) Planetas alineados (mutasaÐÐara) [29]-[30]
[14]
Sobre lluvias y precios: este apartado coincide con el capítulo 60 del Libro de las Cruzes,[148] aunque el texto árabe está ligeramente más resumido. Existen muchos puntos de contacto con la ur¥ýza de al-¾abb÷ ([32]) y con el capítulo 57 del texto alfonsí. Las previsiones meteorológicas se basan en la posición de Saturno y Júpiter en las cuatro triplicidades, a lo que se añade la consideración del aspecto que mantiene Marte con los dos planetas anteriores:[149]
Saturno y Júpiter juntos en signos de fuego: sequía, carestía del aceite y de los precios. La sequía es general en el llano y en las montañas y producirá incendios debido a la sequedad. Esto afectará especialmente al este del país.
Si los dos planetas están en signos de tierra: fertilidad en llanos y montañas, año excelente, pero plagas en los frutales.
Si están en signos de aire: vientos fuertes, fruta abundante (nueces y aceitunas), plagas en los frutales, lluvia, riadas y granizo. Daños en los cultivos. Suben los precios y la sal. Fertilidad en las montañas y lugares elevados. Se encarecen las ropas de lana y las pieles.
Si están en signos de agua: fertilidad en la mayor parte del país, especialmente en las costas en donde abundarán las frutas . Lluvias y riadas. Plagas en las montañas y en las verduras, los cultivos en general, las frutas de montaña y el ganado. Los precios se mantendrán equilibrados, entre caros y baratos. Abundarán los viajes por mar.
Saturno y Júpiter en signos de agua y fuego (uno en agua y otro en fuego): comida barata, muerte en el ganado, perjuicios en los animales de carga y en la fertilidad del país. Sequía en algunos lugares, subidas de precios en el sur y baratura en el norte y el este.
Signos de fuego y tierra: años abigarrados con sequía en unos lugares y fertilidad en otros. Buena situación en los lugares cultivados, prados y zonas de regadío.
Signos de fuego y aire: sequía y carestía de precios. Plagas en los campos y llanuras, así como en los frutales. Abundan los rayos en las montañas, sequía generalizada. Año de sed.
Signos de aire y tierra: cuando adquieren fuerza debido a laa presencia de los planetas pesados (= planetas superiores), año abigarrado, subida de precios en el Este y el Norte, viento, granizo y sequía en parte del país.
Signos de aire y agua: viento, lluvias torrenciales, año bueno, precios que tienden a disminuir. Fertilidad en el Oeste y el Norte.
Signos de tierra y agua: bajada de precios, año muy fértil, buen año sobre todo para las verduras y los cultivos de montaña, mejora la situación de las gentes, abunda la miel y la corrupción.
[16]
Coincide casi por completo con el capítulo 62 del Libro de las Cruzes.[151] El texto de al-Baqq×r no contempla todos los casos posibles, que son 12 (los recoge Cruzes), mientras al-Baqq×r sólo menciona 9.
Saturno en fuego – Júpiter en aire: sequía intensa, año de epidemias en los campos y llanuras, abundantes rayos.
Saturno en aire- Júpiter en fuego : situación equilibrada y menos perjudicial. La situación es buena en algunos lugares y los perjuicios no son grandes. especialmente si Saturno, en este año, retrograda hacia signos de agua o si, con movimiento directo, llega a signos de tierra y no continúa en signos de aire.
Saturno en fuego, Júpiter en tierra: año medio y abigarrado, las gentes sufrirán indisposiciones, calor, problemas con el bazo, parálisis facial, convulsiones y tisis.
Saturno en tierra, Júpiter en fuego: las plagas serán menores pero aumentará el frío y la sequía.
Saturno en fuego y Júpiter en agua: año abigarrado que tiende a la fertilidad y a la humedad. Agricultura mejor en campos y llanuras que en montañas y huertas. Epidemias en el ganado vacuno.
[Cruzes p. 164 intercala Saturno en agua, Júpiter en fuego]
Saturno en aire – Júpiter en tierra : año abigarrado medio en llanuras y montañas.
[Cruzes p. 164 intercala Saturno en tierra, Júpiter en aire]
Saturno en agua – Júpiter en aire: humedad y lluvias a menos que se produzca una epidemia en el año. [no coincide con Cruzes]
[Cruzes p. 164 intercala Saturno en aire, Júpiter en agua]
Saturno en tierra- Júpiter en agua: año fértil para los agricultores, sobre todo en montañas y huertas. Bajan los precios y mejora la situación de las gentes.
Saturno en agua- Júpiter en tierra: mucha lluvia y buena situación en las montañas.
[17]
Este apartado no parece encontrarse en el Libro de las Cruzes: la información repite datos que ya ha expuesto en [15].
- Los dos planetas dispersos en signos de aire: subida de precios y sequía en el Magrib (antes, en [14], se ha ocupado de los dos planetas juntos en aire).
- Uno en aire y otro en fuego: carestía y sequía en el Magrib y el Ma¹riq. En los países limítrofes predomina la influencia del signo de Saturno: si este planeta está en fuego, se acentúa la carestía y la sequía en el Ma¹riq porque al Ma¹riq le corresponde fuego y al Magrib aire.[152]
- Tierra y agua: los dos planetas juntos o separados : bajada de precios de la comida, fertilidad en la mayor parte del país, excepto en Tauro. Según Hermes y otros: subida de precios. [18] Los pronósticos son malos si Saturno o Marte se encuentran en el signo que corresponde a un país determinado. Lo contrario sucede si el planeta que ocupa el signo es Júpiter o Venus.
El texto no da más precisiones en lo que se refiere a la relación entre signos y países,[153] (cf. más adelante [38]- [39]) pero ofrece unas correspondencias entre triplicidades, planetas y puntos cardinales:
Fuego (Aries, Leo, Sagitario)– Sol y Marte – Este
Aire (Géminis, Libra, Acuario)– Júpiter, Nodo ascendente y Mercurio – Oeste
Tierra (Tauro, Virgo, Capricornio) – Saturno y Nodo descendente – Sur
Agua (Cáncer, Escorpio, Piscis)- Venus y Luna – Norte
La correspondencia entre triplicidades y puntos cardinales es la habitual: la encontramos en Abý Maþ¹ar,[154] al-Qab÷½÷,[155], y al-B÷rýn÷[156], aunque no en el Tetrabiblos de Ptolomeo[157]. Lo mismo puede decirse en lo que respecta a la relación entre triplicidades y planetas (pero no entre planetas y puntos cardinales), que tiene una cierta lógica interna: los signos de fuego son cálidos y secos al igual que el Sol y Marte; los signos de aire son cálidos y húmedos, así como Júpiter, pero no Mercurio (frío y seco)[158]; los signos de tierra son fríos y secos al igual que Saturno;[159] los de agua son fríos y húmedos al igual que Venus, aunque la Luna cambia de naturaleza según el calor que va recibiendo del Sol a lo largo de sus fases.[160]
[19]
Apartado que coincide con el capítulo 63 del Libro de las Cruzes.[161] Predicciones basadas en la triplicidad en la que se encuentran Saturno y el nodo (al-tinn÷n): son siempre nefastas y asocian los signos de fuego con las guerras, los de aire con los vendavales, los de tierra con la agricultura y los de agua con lluvias e inundaciones. Las regiones del país más afectadas se mencionan en relación con los puntos cardinales y se ajustan a lo expuesto en [18].
Saturno y el nodo en signos de fuego: guerras, combates, alza de precios y hambre, especialmente al este del país (fuego - Este).
Si están en signos de aire: vientos, terremotos, subida de precios y perjuicios para las personas, especialmente en el oeste del país (aire - Oeste).
Si están en signos de tierra: se perjudica a las plantas, se estropean los frutos, los vegetales y las abejas y se encarece la miel. Muertes entre las personas, el ganado vacuno y ovino, los camellos y las alimañas de la tierra, especialmente en el sur del país (tierra = Sur)
En signos de agua, hay inundaciones y lluvias copiosas, se pierden cosechas, especialmente en el norte del país.
Sigue un breve pasaje que atribuye a algunos autores orientales (baþÅ al-ma¹riqiy÷n) y que no se encuentra en el Libro de las Cruzes:
Cuando el nodo descendente está en el signo de los plantas las destruye y suben los precios. Si se trata del nodo ascendente, beneficia a las plantas que abundan y los precios bajan.
[20]
El pasaje de Ibn al-Baqq×r estudia los juicios que deben emitirse cuando Saturno y Júpiter estén en cuadratura (distancia entre ambos de 90º) o trino (distancia de 120º), especialmente si el aspecto se produce a partir de signos de aire. Esta situación es causa de sequía y aumento de precios.
El texto de al-Baqq×r resulta más elaborado que el de Cruzes ya que este último se limita a emitir su predicción a partir de la distancia entre los dos planetas, mientras que al-Baqq×r introduce el concepto de la casa del horóscopo y especifica que Saturno debe encontrarse en el ascendente. En efecto, nuestro autor considera dos casos:
Saturno en el ascendente (I) y Júpiter en la casa IV (cuadratura izquierda) o V (trino izquierdo). En este caso el perjuicio será mucho mayor porque Saturno domina (al-mustaþl÷) el horóscopo.
Saturno en el ascendente (I) y Júpiter en la casa X (cuadratura derecha) o IX (trino derecho: el daño será mucho menor.
[21]
Este pasaje no parece encontrarse en el Libro de las Cruzes. Cita de Hermes en el Kit×b al-þarÅ f÷ l-asþ×r:[163]
Signos de fuego y aire: trigo, cebada, aceite, aceitunas.
Signos de agua y tierra: cártamo, azafrán, alheña y tinte rojo.
Los precios de los productos mencionados subirán de manera espectacular si Saturno o Marte están en el signo correspondiente en cuadratura con Júpiter.
1.5.1 Eclipses:
[22]
A diferencia del texto alfonsí, no se menciona aquí el aspecto de Saturno o Marte con uno de los luminares.
Si en las circunstancias definidas en [20] y en invierno se produce un eclipse de sol o de luna en signos de agua o tierra y uno de los dos luminares está en aspecto con Saturno, aumenta el frío, el hielo y el granizo.
Si el eclipse tiene lugar en verano en signos de fuego o aire y Marte está en conjunción u oposición, hará un calor intenso.
1.5.2 Señales de sequía:
[23] Si los [cuatro] planetas pesados están combustos (cf. [12]) habrá sequía. Si la combustión se produce en invierno, a la sequía se añade frío, hielo y granizo. Si tiene lugar en verano habrá frío intenso[165] y calor agobiante (sic) por lo que se intensifica el samým del verano (la canícula).[166] El efecto se intensifica cuando los planetas combustos están en el mismo signo y alcanza el máximo cuando la combustión se produce en signos de fuego o de aire, ya que los primeros afectan a los países orientales y los signos de aire a los occidentales (cf. [18]), identificación que no aparece en el texto alfonsí. En este caso a la sequía se añadirán otras calamidades como hambre, guerras y epidemias en las regiones que se relacionan con la triplicidad correspondiente.
[24]
Este apartado es diferente del texto alfonsí en los detalles:
Los efectos de la combustión antes descritos no se producen sino que, por el contrario, pueden haber pequeñas lluvias cuando dos de los planetas combustos están juntos en la casa de la vida (I) o en la casa del matrimonio (VII) y el nodo (al-tinn÷n) se encuentra en cuadratura con ambos. También cuando los planetas combustos están dispersos en la misma triplicidad, el nodo está en cuadratura con uno de ellos y la luna está en cuadratura o en “septil” (tasabbaþa) con el nodo.[167]
[25]
Algunos pasajes de este apartado están, probablemente, corruptos.
Si Venus está [en conjunción] con el nodo y ambos están en cuadratura con uno de los planetas combustos, el indicio [de disminución de la sequía y pequeñas lluvias] es aún mayor.
Si ves a Saturno en la casa de la vida (I) que es el signo de Géminis para la gente de al-Andalus, o en la casa de la riqueza (II) o en la de la muerte (VIII), y luego Júpiter entra en cuadratura con él en la casa de los padres (IV), o de los hijos (V), o de la felicidad (XI)[168], esta configuración será un indicio de sequía, aumento de precios, dominio del frío , incendios y plaga de langosta.
Si Marte está en conjunción con Saturno o con el Sol, o con ambos , de tal modo que entre ellos no haya ningún planeta interpuesto, se producirán quemaduras debido al hielo, al granizo y a la nieve . En verano los incendios se deberán al calor de la canícula, el granizo o los combates.[169]
Resulta confusa la asociación de la casa de la vida con el signo de Géminis, ya que la “casa de la vida” es el ascendente (I) que puede corresponder a cualquier signo zodiacal, ya que todos pasarán por el ascendente en un intervalo de veinticuatro horas. Por otra parte, se menciona el signo de Géminis en relación con al-Andalus (cf. infra [38]-[39]), lo que coincide con lo que se afirma en el capítulo 59 del Libro de las Cruzes, en el apartado titulado “De la diuersidat de las opiniones de los sabios sobre el signo dEspanna qual es”.[170] Está claro que el autor entiende que el “signo de al-Andalus” es el ascendente del horóscopo fundacional. De hecho aquí el texto alfonsí difiere del de al-Baqq×r ya que atribuye la sequía a que la combustión se produzca en el signo de Géminis sin aludir a Saturno o a la cuadratura de Júpiter.[171]
1.5.3 Señales que indican lluvias:
[26] Uno de los planetas pesados se encuentra aislado en un signo y los otros tres juntos en otro: los tres que están reunidos adquieren más fuerza y esta situación es indicio de lluvias intensas, especialmente si el nodo y Venus acuden en ayuda de los tres planetas reunidos. Esto último sólo se produce si los tres planetas reunidos están en cuadratura con el planeta aislado.
Si los tres planetas reunidos en un signo no reciben ayuda del nodo y Venus sino que estos se encuentran en el signo del planeta aislado y uno de los tres planetas reunidos está en cuadratura con el planeta aislado, habrá lluvia pero no con la intensidad del caso anterior.
[27] Si el horóscopo (na½ba) es tal como se ha descrito en [26] pero ninguno de los tres planetas que están reunidos está en cuadratura con el planeta aislado y éste no recibe ningún auxilio, la lluvia será muy escasa.
La situación descrita en [26] da lugar a lluvias intensas y perjudiciales en invierno y a granizo dañino en verano. Si no se producen lluvias copiosas habrá guerra y destrucción en el país al que corresponde el signo del planeta aislado, o bien revueltas políticas con deposición del monarca o del príncipe heredero, a menos que Júpiter esté en la casa de la vida (I) o del matrimonio (VII). Si el planeta aislado está en un signo derecho
(de fuego o aire, cf. [12]) la desgracia afectará a los árabes y a los musulmanes en su tierra.
Si el planeta aislado es Marte, no habrá lluvias o serán muy escasas.
[28] Si Saturno y Júpiter están juntos o separados en signos de aire, Marte en un signo de tierra junto con el nod
o y el sol en un signo de agua, habrá lluvias e inundaciones, especialmente si Saturno y Júpiter se encuentran en conjunción u oposición.
Si Saturno (Muq×til) está en la casa de la enfermedad (VI) que es Escorpio , el Sol en la casa de los hermanos (III) que es Leo, Júpiter en la casa de la felicidad (XI) que es Aries y el nodo en la casa de la vida (I) que es Géminis, la situación es indicio de lluvias y epidemias.
Al igual que en [25] tenemos una asociación entre casas del horóscopo y signos zodiacales y Géminis sigue siendo el ascendente de al-Andalus. En este caso, parece que nos encontramos con la descripción explícita de un horóscopo, con las siguientes características:
Saturno en VI: Escorpio (210º-240º)
Júpiter en XI: Aries (0º-30º)
Sol en III: Leo (120º-150º)
Nodo ascendente en I: Géminis (60-90º)
El mismo horóscopo aparece en el Libro de las Cruzes[172] aunque aquí sólo se mencionan signos zodiacales pero no casas. Aunque los datos que nos ofrece el autor resultan escasos para una datación precisa, si consideramos que su autor es þAbd All×h al-ÆulayÐul÷, una fecha posible sería en torno al 1 de Agosto de 1015 en el que, utilizando las tablas astronómicas de al-Jw×rizm÷, las posiciones planetarias serían las siguientes:
Longitud verdadera Longitud media
Saturno 234;28º 238;36º
Júpiter 33;30º 19;53º
Sol 125;58º 127;39º
Nodo asc. 77;14º
Momento en el que se pudo producir una caída de lluvias torrenciales, sobre todo en las montañas.
Nuestro texto predice que, en la situación antes descrita, habrá abundancia de aceite, aceitunas, nueces, y bellotas, el reino del Islam derrotará a sus enemigos y los precios se abaratarán y luego se encarecerán.
1.5.4 Planetas alineados (mutasaÐÐara)
[29] Empieza la descripción de una nueva relación astrológica: planetas alineados. Esta situación se produce cuando cuatro signos zodiacales consecutivos están ocupados por un planeta (pesado o ligero) o por el nodo, de modo que haya un planeta por signo. La alineación puede ser “cerrada” (muglaqa) cuando ninguno de los cuatro signos está desocupado,[173] o “abierta” (muÐlaqa maftý¬a) cuando hay un signo vacío, no ocupado por ningún planeta. La alineación cerrada es muy favorable y produce lluvias benéficas para la agricultura y la ganadería.
[30]
En este apartado empieza a aparecer la Luna como indicio de lluvia y como minutero del reloj cósmico que indica el momento preciso en el que va a producirse la lluvia.
Si la alineación está cerrada, las lluvias empezarán cuando la Luna entre en la primera de los cuatro signos alineados y continuará cuando ocupe el segundo, el tercero y el cuarto. Al pasar al quinto, entrará en cuadratura con el planeta que ocupa el primer signo, en el sexto estará en cuadratura con el segundo, en el séptimo con el tercero y en el octavo con el cuarto. Las lluvias continuarán hasta que la Luna se encuentre en el noveno signo, en el que no estará en cuadratura con ninguno de los planetas alineados, por lo que se detendrá la lluvia.
Si la alineación está abierta y la Luna ocupa el signo vacío, tendremos también lluvias y lo mismo sucederá si la Luna está en cuadratura con la apertura.
El pasaje final resulta confuso y no se encuentra en el Libro de las Cruzes. Parece entenderse que, cuando no hay alineación, se producirán lluvias si la Luna entra en el ascendente o en la casa VII o si está en cuadratura con el ascendente o con tres planetas reunidos en el mismo signo.
1.5.5 La ur¥ýza de al-¾abb÷
[31]
Aquí se menciona por primera vez a þAbd al-W׿id b. Is¬×q al-¾abb÷, autor de una famosa ur¥ýza sobre el sistema astrológico de las cruces, en la que se ocupaba de meteorología y los acontecimientos que afectaban a los monarcas. El sistema de las cruces era antiguo y se utilizaba en el Magrib en tiempos de al-©akam [I] (796-822). Era el método habitual de los antiguos rým en al-Andalus, Ifr÷qiya y el Magrib y se basa en fundamentos correctos, buenos y sólidos. Cf. también [0] , [10] y [33].
[32]
Este apartado reproduce los 39 versos conservados de la ur¥ýza de al-¾abb÷. Corresponden al final del poema y está claro que su contenido coincide plenamente con el del capítulo 57 del Libro de las Cruzes.[174]
Los versos 1-20 versan sobre predicciones a realizar para el año entero en materia de lluvias, sequías, precios y enfermedades humanas en función de la presencia de Saturno y Júpiter en las cuatro triplicidades. Evidentemente, los signos de agua se asocian con la lluvia y los de fuego con la sequía. Asimismo los signos de tierra dan lugar a la fertilidad y los de aire a sequía en las costas y abundancia en las montañas.
Los versos 21-34 analizan la presencia de Saturno y Júpiter en signos pertenecientes a dos triplicidades distintas aunque sólo se consideran dos combinaciones: tierra y agua, fuego y aire (cf supra [15]). Los signos de tierra y agua se consideran protectores y son causa de fertilidad y abaratamiento de los precios, mientras que lo contrario sucede con los de fuego y aire, en los que los primeros parecen predominar sobre los segundos.
Los versos finales (35-39) resultan de difícil interpretación, aunque veremos, en [33], la que da al-Baqq×r. Parecen aludir a indicaciones que primero son débiles y luego se refuerzan. Para explicarlo recurre a la existencia de una ¬i½½a (porción) dentro de cada signo o en el domicilio (?) (ma£wà) en la que el planeta tiene una fuerza especial, tal vez algo similar al grado de exaltación de la astrología clásica. Estos versos no tienen equivalencia en el texto alfonsí.
[33]
Este apartado es un breve comentario, de al-Baqq×r o de su fuente þAbd All×h al-ÆulayÐul÷, a los versos de al-¾abb÷. Resulta interesante, como hemos adelantado, su explicación de los versos 35-39, que tiene ciertas concomitancias con el texto alfonsí:
“Si ves que se debilita y luego recupera fuerzas, esto tiene lugar cuando Saturno está a punto de salir del signo y el otro – que es Júpiter – va a entrar en otro signo, tras haber estado ambos en signos derechos (q×’im). Cuando empieza el año y Saturno ocupa el signo tal, antes [de entrar en] el signo cual, el año será de aquellos en los que se debilita la naturaleza del lugar del que sale, a menos que los planetas se encuentren en un signo que refuerce una de las dos naturalezas, bien sea la del signo del que sale, bien la de aquel hacia el cual se dirige.”
El pasaje final insiste en el tema ya apuntado en [0] , [10] y [31]:
“Esto es lo que se estableció en los libros antiguos de astrología judiciaria utilizados por las gentes del Magrib en época remota antes de que se introdujera la astrología oriental.”
2. Segunda parte: Indicios de Saturno (Kayw×n) en su desplazamiento por los grados de la esfera.
2.1 Introducción
[34]
En esta parte del libro empiezan a aparecer indicios claros de uso de fuentes orientales y técnicas astrológicas más elaboradas, empezando por el uso del término Kayw×n para designar a Saturno (en lugar de los más habituales de Zu¬al o al-Muq×til). Se menciona asimismo en este apartado la necesidad de levantar el horóscopo del aniversario (ta¬w÷l al-sana) y el de la conjunción de la Luna y el Sol anterior al mismo, así como los conceptos de aumento (ziy×da) y disminución (nuq½×n) en número (þadad), cálculo (¬is×b), luz (nýr) etc., sobre los cuales puede verse también [139]. Estos conceptos son habituales en los manuales de astrología:[175]
Un planeta es creciente en número si, al calcular el valor de su ecuación (del centro o de la anomalía) encontramos que su argumento se encuentra en la columna en la que los argumentos crecen de 0º a 180º, mientras que será decreciente si su argumento se encuentra en la columna en que decrecen (de 360º a 180º).
Un planeta es creciente en el cálculo cuando la ecuación de la anomalía debe sumarse a la longitud verdadera del centro del planeta (ecuación positiva) y es decreciente cuando se resta (ecuación negativa).
Un planeta es creciente en luz cuando se mueve desde el apogeo (mínima luz) hacia el perigeo (máxima luz) y será decreciente desde el perigeo hacia el apogeo de su deferente o de su epiciclo.
Conviene señalar que esta parte no tiene ninguna relación con el llamado Liber Alkindi de pluviis (inc. Saturnus in Ariete) que, de manera mucho más resumida, da indicaciones sobre la meteorología basadas en la presencia de todos los planetas (no sólo Saturno) en los doce signos zodiacales.[176]
Asimismo nuestro texto tiene, aquí, la primera alusión a una astronomía de ciclos, de origen persa, ya que menciona el intih×’, que debe, probablemente, identificarse con un ciclo corto, de doce años, que avanza un signo por año.[177]
El apartado señala que, cuando Saturno se desplaza por los signos zodiacales, tiene efectos que dependen de la naturaleza del signo. Si éste es un signo regio (mulýk÷, Leo por ejemplo) ejercerá su influencia sobre la aristocracia, mientras que si se trata de un signo cuadrúpedo (Aries, Tauro, Leo) sus efectos se notarán en los animales.
Si es un signo de tierra, actuará sobre la tierra y las plantas; si es de agua sobre los animales acuáticos y las costas. Si se desplaza hacia signos de aire, repercutirá en el clima. Los efectos más claros y manifiestos se producirán cuando Saturno entre en un signo que coincide con una de las cúspides en el momento del inicio del año (ta¬w÷l al-sana) o de su intih×’, o se encuentre en una de las cúspides en el momento de la conjunción entre el Sol y la Luna inmediatamente anterior al ta¬w÷l.
En el momento de la entrada de Saturno en un signo hay que considerar también si está creciente (z×’id) o decreciente (n×qi½), pues esto aumentará o disminuirá el daño causado. Este incremento o disminución puede ser en el cálculo (¬is×b), tal como se comprobó experimentalmente (¥urriba) en época de al-Muþta½im (833-842), en la que Saturno entró en Escorpio en estado creciente y la crecida del agua hizo mucho daño.[178]
Si entra en un signo de fuego en estado creciente, producirá daño en el incremento de los precios de los animales, y si entra decreciente perjudicará los cultivos de la tierra.
Si entra creciente en signos de aire, causará vientos huracanados y, por el contrario, si entra decreciente habrá estancamiento en el aire, daños y muertes en la gente y epidemias.
Si entra creciente en signos de agua, los perjuicios se deberán a la abundancia de aguas y mareas y si entra decreciente por la escasez de agua.
Si Saturno está creciente en número, cálculo y luz, y entra en signos de lluvia,[179] producirá enfermedades relacionadas con el ahogo, mientras que si entra en signos que indican sequía, las enfermedades se deberán a la sed.
2.2 Saturno en los signos zodiacales.[180]
2.2.1 Generalidades.
[35]
al-Baqq×r empieza a transmitir aquí largos fragmentos de la L×miyya astrológica de Abý Bakr Ya¬yà b. A¬mad conocido por Ibn al-Jayy×Ð, al que considera uno de los grandes sabios conocedores de la astrología. Este personaje nació c. 367/977, según ¼×þid[181], y murió en Toledo en 447/1055-56. En Córdoba fue discípulo de Maslama al-Ma¥r÷Ð÷ (m. c. 398/1007). Como astrólogo estuvo al servicio de varios monarcas entre los que ¼×cid cita al califa Sulaym×n b. al-©akam al-N×½ir li-D÷n All×h (r. en 400/1010, luego de 403/1013 a 407/1016) en tiempos de la fitna, así como a al-Ma’mýn Ya¬yà b. Ism×þ÷l b. ®÷ l-Nýn (435/1043 - 467/1074-75). cAbd All×h b. Buluqq÷n añade, en el Tiby×n, que predijo la toma de Denia por al-Muqtadir b. Hýd de Zaragoza en 468/1076, seguida de su muerte en 475/1082-83.[182] En este mismo apartado, al-Baqq×r afirma que dedicó a al-Ma'mýn una Ris×la f÷ l-qir×n×t al-nu¥ýmiyya ("Epístola sobre conjunciones planetarias"), que trataba de “las conjunciones planetarias..., los acontecimientos de al-Andalus, la permanencia de los musulmanes en esta [tierra] y los indicios de que está próximo el momento de su salida de la misma”. La L×miyya recibe, aquí, el título, que puede ser meramente descriptivo, de Qa½÷da l×miyya f÷ dal×lat Zu¬al bi-¬arak×ti-hi þumýman f÷ l-mu£alla£×t al-arbac wa-ju½ý½an f÷ 'l-burý¥ al-i£nà þašar ("Poema, rimado en l, sobre las indicaciones que da Saturno, de manera general, cuando se desplaza en las cuatro triplicidades y, especialmente, cuando se mueve en los doce signos zodiacales"). Ciertos detalles de determinados versos (cf. [35], [62], [66], [82], [86], [90]) nos hacen pensar que ciertas predicciones de Ibn al-Jayy×Ð son retrospectivas y aluden a acontecimientos que se produjeron durante su vida. Al-Baqq×r considera que las predicciones de la l×miyya serían más fiables si Ibn al-Jayy×Ð se basara en las conjunciones de Saturno y Júpiter en las triplicidades y en los signos. Su sistema ha dado lugar a que “buena parte de las gentes hayan creido que estas indicaciones se repiten cada treinta años, tal como sucede con otro [poema] anterior referido al ciclo eterno [al-dawr al-abad÷]” ([45]) (ya que cada treinta años Saturno pasa por el mismo signo zodiacal).
Al-Baqq×r constituye, aparentemente, la única fuente que nos transmite este texto, del que nos ofrece 90 versos distribuidos entre los apartados [35], [45], [51], [56], [62], [66], [70], [74], [78], [82], [86], [90], [95].
En [35] reproduce 15 vv. relacionados con el paso de Saturno por las cuatro triplicidades. Estos versos tratan una temática bien conocida: Saturno en signos de fuego produce sequía y carestía de la vida, en signos de aire disminución de los vientos, en los de tierra acontecimientos benéficos, y en los de agua lluvias torrenciales y daños en las ciudades.
Los tres versos finales de esta parte permiten, aparentemente, establecer la fecha de composición (hacia 1050) de la L×miyya:
Escucha lo que te voy a describir y no ignores lo que te voy a decir hoy:
Empecé a partir de donde lo encontré estacionario [muq÷m] de acuerdo con la posición calculada con las tablas
Y lo encontré al final de Capricornio saliendo [del signo] en dirección a Acuario, en el que abundan los terremotos.
Utilizando las tablas de al-Jw×rizm÷ puede calcularse que hacia el 8 ¤um×dà I 442/28 de Septiembre de 1050, Saturno alcanzó una estación (muq÷m), tras haber estado retrogradando, a 25o de Capricornio, y que entró en Acuario 0o el 3 Šaþb×n 442/21 de Diciembre de 1050. Si bien es cierto que Saturno también entró en Acuario unos 30 años antes (22 Šaww×l 411/ 7.2.1021), en este caso, no hubo retrogradación ni antes ni después de esta fecha, razón por la cual Ibn al-Jayy×Ð no pudo encontrarlo estacionario.
[36]
Cita, en este pasaje, a dos autoridades la segunda de las cuales (Hermes) es un personaje mítico bien conocido.[183] La segunda (Arm×niyýs) resulta mucho más problemática y nos limitamos a sugerir que pueda tratarse de Awm×tiyýs (s. III o IV de nuestra era), el autor, posiblemente alejandrino, de un almanaque perpetuo que fue adaptado por Azarquiel en el siglo XI. Este personaje recibe el nombre de Humeniz en la traducción latina resumida de los cánones del Almanaque de Azarquiel.[184]
Según Hermes, cuando Saturno entra en un signo zodiacal corrompe y envilece la naturaleza propia del signo. La cita de Awm×tiyýs es menos clara pero parece apuntar en la misma dirección con un lenguaje distinto ya que habla del þ×lam kab÷r y del þ×lam ½ag÷r que no creemos que puedan identificarse con las ideas de macrocosmos y microcosmos, sino más bien con el mundo supralunar y el mundo sublunar. Según este autor cuando una sustancia (¥awhar) se instala dentro de los límites del gran mundo (þ×lam kab÷r) produce una naturaleza y una apariencia saturnina (zu¬aliyya) en el mundo menor (þ×lam ½ag÷r).
[37]
Cita del “Libro de las conjunciones” (Kit×b al-qir×n×t) de al-FaÅl b. ©×tim al-Nayr÷z÷ (m. 922)[185]. Probablemente la obra citada sea la Ris×la f÷ u½ýl a¬k×m al-qir×n×t dedicada al califa al-Muktaf÷ (902-908) o bien la titulada Maq×l f÷ ¬aw×di£ al-qir×n×t wa l-kusýf×t al-d×lla þalà l-fitan wa l-¬urýb wa m× tadullu þalayhi ×jir sana 600 H.
En la cita al-Nayr÷z÷ insiste en el interés que tiene analizar el paso de Saturno por los signos zodiacales, especialmente cuando está en conjunción o en aspecto (cuadratura, oposición) con Marte, dado que, cuando Saturno está en un signo, proyecta sus rayos hacia el cuarto y el décimo signo (cuadratura) y hacia el séptimo (oposición). Si Saturno se encuentra en Aries, Cáncer, Libra o Capricornio (signos trópicos, munqaliba) produce perjuicios graves entre las clases dominantes y mortalidad en el ganado en los países afectados por tales signos. Si está en Tauro, Leo, Escorpio o Acuario (signos firmes, £×bita) produce efectos similares y perjuicios en los cultivos, especialmente si Saturno y Marte están en Leo. Si Saturno está en Géminis, Virgo, Sagitario o Piscis (signos bicorpóreos, ²ý l-¥asadayn) da lugar a guerras y revueltas en los países dominados por tales signos, y las gentes del Magrib dominarán a las del Ma¹riq. Los perjuicios disminuyen si Saturno está en aspecto con Júpiter y aumentan si está en aspecto con Marte.
2.2.2 Geografía astrológica[186]
[38] y [39]: signos zodiacales que corresponden a cada país o ciudad. Este tipo de materiales se encuentra frecuentemente en manuales astrológicos como el Tetrabiblos de Ptolomeo,[187] las dos introducciones a la astrología de Abý Maþ¹ar,[188] la introducción de al-Qab÷½÷,[189] el Tafh÷m de al-B÷rýn÷,[190] el Kit×b al-B×riþ de Ibn Ab÷ l-Ri¥×l[191] o el Kit×b al-fu½ýl f÷ ¥amþ al-u½ýl de Ibn þAzzýz al-QusanÐ÷n÷ (m. 1354)[192]. Parece claro que al-Baqq×r está siguiendo la división ptolemaica del mundo habitado (al-þumr×n) en cuatro cuadrantes delimitados por una divisoria Este-Oeste (Golfo Pérsico, Mar Egeo, Mar Negro y Mar de Azov) y otra Norte-Sur (el Mar Mediterráneo).[193] El centro del mundo habitado (wasaÐ al-þumr×n) corresponde a los países del Próximo y Medio Oriente. La correspondencia entre cuadrantes geográficos y signos zodiacales en el Tetrabiblos es la siguiente:[194]
Aries, Leo, Sagitario: NW
Tauro, Virgo, Capricornio: SE
Géminis, Libra, Acuario: NE
Cáncer, Escorpio, Piscis: SW
Y está claro que, en el texto de al-Baqq×r, quedan restos de esta estructuración en los signos Aries, Sagitario, Capricornio, Acuario, Cáncer y Escorpio. La influencia ptolemaica se advierte, por otra parte, en la idea de que ciertos signos zodiacales se conforman (yu¹×kilu) con la naturaleza de determinadas regiones, una idea que aparece claramente en el Tetrabiblos. Conviene señalar, asimismo, que el texto de al-Baqq×r introduce también el concepto de que ciertos signos zodiacales son el ascendente de determinados países y ciudades o, en un solo caso (cf. Libra) una de sus cúspides. Esto hace pensar en la existencia de algo semejante a horóscopos fundacionales, algo que es conocido en los que se refiere a la fundación de determinadas ciudades (Bagdad, Mahdiyya) pero resulta más difícil de explicar en lo que se refiere a los países. En cualquier caso, obras como el Muþ¥am al-buld×n de Y×qýt dan, frecuentemente, información sobre el horóscopo de determinados lugares. Este es un tema que, sin duda, interesaba a al-Baqq×r: cf. infra [41].
Cabe llamar la atención, por último, en el hecho de que los nombres de lugar citados son predominantemente orientales y que los topónimos magribíes se mencionan, incluso, en un número inferior a los andalusíes. Una estadística rápida, que no pretende ser precisa, nos hace contar 78 topónimos orientales frente a 16 magribíes y 21 andalusíes. Esto apunta claramente a fuentes orientales que no podemos precisar. En lo que se refiere a las fuentes magribíes y andalusíes, las coincidencias son notables con la lista de Ibn þAzzýz lo que apunta a que al-Baqq×r utilizó como fuente el Kit×b al-fu½ýl o bien ambos autores bebieron de una fuente común.
Una segunda lista, de fuente distinta, aparece dispersa en el apartado 2.2.3 ([42]-[95]).
[38] Aries: Bretaña, en el sector Noroeste del mundo habitado. En el centro de este mundo: Siria. Es el ascendente de B×bil, Persia (F×ris), al-Mad×’in,[195] Samarcanda, AnÐ×kiya, Zaragoza y Tortosa.[196]
Tauro: País de los persas (Bil×d al-Furs). En el centro del mundo habitado: costas de Asia Menor, al este de Constantinopla. Es el ascendente de Egipto, Chipre, al-Saw×d,[197] las islas de los Rým, Farg×na,[198] Badajoz, þAmm×n, Constantinopla y Qayraw×n.[199]
Géminis: Armenia. En el centro del mundo habitado: la parte inferior de la tierra de Egipto (Bajo Egipto), desde Barqa[200] hasta Faram×.[201] Es el ascendente de ©arr×n,[202] Daylam, [203]Manf,[204] þAyn ³ams,[205] Darþa,[206] Wala¥a,[207] Trípoli, Córdoba, al-¤az÷ra,[208] Homs, ¼ýr (Tiro).[209]
Cáncer: Las tierras de Occidente, hasta los confines de Ifr÷qiya, que está en el centro del Magrib. Es el ascendente de B×bil, Granada, Palestina, Jerusalén, Faram×, Armenia y Lisboa. Es el ascendente de toda Ifr÷qiya.[210]
Leo: AnÐ×kiya y Sicilia. En el centro del mundo habitado: Palestina, en la zona próxima a Egipto y al Mar Rojo, y el ©i¥×z. Es el ascendente de Ma½½÷½a,[211] al-Ruh×’,[212] Etiopía, Turquía, þAsqal×n, Tremecén, Fez la Nueva,[213] Jaén y Baeza.[214]
[39] Virgo: B×bil, al-¤az÷ra, el país de los ¤ar×miqa[215]. En el centro del mundo habitado el norte de Siria y el sur de Constantinopla. Le corresponde el gobierno de Tudm÷r (Murcia) de al-Andalus, según la opinión de Hermes, de M×¹×’all×h, una parte de los egipcios y los antiguos astrólogos de al-Andalus.[216] Los antiguos sabios de este país erigieron una estatua de Virgo encima de la puerta de la alquibla [de Córdoba].[217] Es el ascendente de Kýfa, al-Ahw×z,[218] Toledo, Bugía y Argel.[219]
Libra: zona de Balj [220]y Jw×rizm[221]. De las regiones que están en el centro del mundo habitado Egipto y su ¼aþ÷d (Alto Egipto). Es el ascendente de Tarso, Baþalbek[222] y Almería. Es el ascendente de todos los Rým, una de las cúspides de Ifr÷qiya y el ascendente de La Meca.[223]
Escorpio: el extremo Occidente. En el centro del mundo habitado Siria, la región de AnÐ×kiya y el país de los árabes (Yemen y el ©i¥×z). Es el ascendente de Ya£rib (= Medina), Rayy,[224] Ba½ra, Valencia, Jw×rizm, Tánger, Damasco, Qinnasr÷n,[225] Asw×n, al-¤aw×z, la conquista de la Península de al-Andalus, Málaga, Ceuta, la orilla de Fez que está frente a al-Qarawiyy÷n[226] y Marr×ku¹.[227]
Sagitario: País de los árabes (Yemen, ©i¥×z), los países situados a occidente del país de los Rým, Qal÷Ðaqà,[228] Æýr S÷n×’[229] y España (³b×niy×). Es el ascendente de Raqqa, I½bah×n, Denia, y Zaragoza. Es el ascendente de la conquista de al-Andalus, Túnez, Bagdad, y la orilla de al-Andalus en Fez[230].
Capricornio: las ciudades situadas entre el Este y el Sur. En el centro del mundo habitado Constantinopla, Macedonia y sus alrededores. Es el ascendente de Qays×riyya,[231] Æabarist×n, Medinaceli, la India, Mosul, la alcazaba de Málaga, Agm×t y Algeciras.[232]
Acuario: localidades situadas entre el Norte y el Este. En el centro del mundo habitado, el occidente del Mar Rojo en dirección hacia el Sur. Es el ascendente de MalaÐya,[233] Ra’s al-þAyn,[234] Carmona, Alejandría, Qus,[235] Málaga[236] y Úbeda.
Piscis: los países situados en el centro del mundo habitado, en la parte central del Occidente. En el centro del mundo habitado, Tarso. Es el ascendente de W×siÐ,[237] Sevilla, Túnez, Æabarqa,[238] Beja, Niebla, Dukk×la[239] y ¤abal al-þUyýn (Gibraleón).[240]
[40] Correspondencias entre climas y planetas:[241]
Saturno – clima I
Júpiter – clima II
Marte – clima III
Sol – clima IV
Venus – clima V
Mercurio – clima VI
Luna – clima VII
Los indicios planetarios son particularmente intensos cuando el planeta se encuentre en el signo que corresponde a un lugar determinado y, asimismo, este lugar se encuentre dentro del clima del planeta.
[41] Es importante conocer el ascendente del horóscopo fundacional de las grandes ciudades, así como las estrellas fijas que se encontraban en las casas I o X o en el grado del sol o de la luna o del sahm al-bajt (probablemente el sahm al-saþ×da o parte de la fortuna). Cuando un planeta afortunado o nefasto pase por una de estas zonas sensibles del horóscopo producirá efectos benéficos o maléficos para la gran ciudad, que afectarán asimismo a las ciudades pequeñas y pueblos de su entorno. Si no tenemos datos sobre el horóscopo fundacional de la ciudad, tomaremos los indicios a partir de la casa X del horóscopo natalicio de su fundador. Asimismo podremos predecir el futuro de un país mediante el horóscopo natalicio o del principio del reinado del monarca que lo gobierna. Investigaremos también a partir del signo en el que se produce una conjunción de planetas o un eclipse.
2.2.3 Paso de Saturno por los signos zodiacales
En este largo apartado, al-Baqq×r introduce cada signo a veces con sus propias palabras, y otras con un texto derivado de otra fuente. Esta introducción va seguida por pasajes que toma de þUmar ibn Farruj×n al-Æabar÷, algunos sabios de los Rým, la L×miyya de Ibn al-Jayy×Ð, Hermes y, en un caso, un misterioso Arm×niyýs. Dentro de cada signo encontramos una segunda lista de países y ciudades que se ven particularmente afectados por la presencia de Saturno en cada signo zodiacal. Esta serie es distinta de la de los apartados [38]-[39], aunque suelen coincidir los topónimos andalusíes y magribíes. Los que se refieren al Ma¹riq derivan, claramente, de una fuente oriental ya que se encuentran también en Ibn Nawbajt, Abý Maþ¹ar, al-B÷rýn÷ y al-Qab÷½÷.[242]
[42] Según algunos sabios, Saturno en Aries es indicio de desastres (sequía, carestía, enfermedades de los animales y muerte de las gentes que han ingerido su carne). Si el planeta está acompañado por el nodo descendente, habrá hambre, carestía, epidemias y todo tipo de desgracias. Si la luna acompaña a Saturno o está en aspecto con él, las desgracias afectarán a los países de Oriente, B×bil, Persia, Palestina, Siria, Bretaña, A²arbay¥×n, el país de los judíos, Zaragoza y al-Andalus,[243] así como todos los países dominados por Aries y todos los hombres que tengan a Aries en el ascendente de su horóscopo natalicio. Las consecuencias se agravarán si Saturno se encuentra bajo los rayos del sol.
[43]
Aquí tenemos una cita de un escrito de þUmar ibn Farruj×n al-Æabar÷ (segunda mitad del siglo VIII y principios del IX)[244], pasado por un tamiz aparentemente andalusí (menciona el cahiz cordobés), ya que la conoce de puño y letra de un tal þAbd al-þAz÷z ibn al-BayÐ×r, autor de una versión del libro (?) de Ibn Farruj×n (al-murattib li-kit×b þUmar ibn al-Farruj×n). Otras citas de Ibn al-BayÐ×r aparecen en [96]-[98] y de Ibn Farruj×n, con o sin rasgos andalusíes, en [54], [58], [60], [64], [68], [72], [76], [80], [88], [92], [93], [96], [178]. Es posible que Ibn al-BayÐ×r sea el astrónomo, autor de unas tablas de latitudes planetarias (probablemente derivadas de las de Ibn al-Kamm×d), mencionado en la versión del z÷¥ de Ibn Is¬×q conservada en el ms. Hyderabad 298.[245]
El contenido de la cita se resume de la manera siguiente: cuando Saturno y Marte (al-n׬s×n) se encuentran en Aries junto con el nodo descendente habrá epidemias en el ganado y entre las gentes nobles. Si lo [Saturno] encuentras en signos de fuego acompañado por los restantes planetas habrá sequía durante el año. La presencia de Saturno en signos de fuego indica carestía en la comida y el cahiz cordobés[246] valdrá 12 dirhemes. Si Saturno y el nodo descendente están en Aries habrá hambre en Oriente y sequía en los países del sector noroeste. La comida será más cara que si Saturno está en Leo. Si Saturno está en Aries, Marte retrograda y Mercurio está con Venus en signos de fuego aumentará el precio de las joyas y adornos de las mujeres , así como de los aceites y perfumes que venden los drogueros, el almizcle y la madera de áloe.
[44] Según algunos sabios de los Rým: la presencia de Saturno en Aries durante quince meses dará lugar a una serie de resultados contradictorios: la tierra estará en buenas condiciones y se interrumpirá la epidemia, pero la comida será costosa, escaseará la caza de pájaros, se encarecerán el ganado ovino y los animales de laboreo, la harina y los productos de hierro. No obstante, se abaratará la fruta, los caballos, el aceite y el lino, abundarán los dirhemes y el poder se intensificará.
[45]
Siguen 8 versos de la L×miyya de Ibn al-Jayy×Ð (cf.[35]) sobre la que al-Baqq×r indica que los indicios más poderosos que señala el astrólogo del siglo XI se refieren a las conjunciones de Saturno y Júpiter en los signos de las cuatro triplicidades: posiblemente se refiere aquí a la Ris×la f÷ l-qir×n×t al-nu¥ýmiyya que Ibn al-Jayy×Ð dedicó a al-Ma’mýn. Los versos de la L×miyya han llevado a que muchas gentes creyeran que las predicciones de Ibn al-Jayy×Ð se repiten cada treinta años (período de revolución de Saturno). En cualquier caso, al-Baqq×r considera más exacto tener en cuenta el signo en el que se produce la conjunción.
Estos versos se refieren a la presencia de Saturno en Aries, designado como signo de su "caída" (suqýÐu-hu), ya que, efectivamente, el grado 21 de Aries es la "deyección" (wab×l)[247] de Saturno. Dado el carácter cálido y seco de Aries (triplicidad de fuego), no habrá lluvias, se producirán sequías, los países de Oriente se estremecerán por los combates y revueltas, mientras que en Occidente habrá miedo a los terremotos. Después llegará la muerte y no se oirán en la tierra más que los lamentos de los desgraciados. Subirán los precios y se encarecerá el aceite y el algodón. El penúltimo verso de esta serie alude a una guerra con los bereberes. Probablemente se trata de una mera coincidencia (o de un verso interpolado en fecha posterior), pero lo cierto es que, según las tablas de al-Jw×rizm÷, Saturno entró en Aries en Marzo de 1085. Los países se despoblarán y sólo se podrá contemplar el traslado de los emigrantes.
Saturno en Tauro
[46] Excelentes pronósticos: fertilidad, buena agricultura, construcciones sólidas, abundancia de productos alimenticios, almacenamiento de todo tipo de granos, abundancia de hierbas, plantas y pastos en la tierra. Cuando la latitud de Saturno es meridional habrá lluvias antes de que se necesiten. Habrá nieves beneficiosas. Si Saturno está afortunado o si Venus está en estado de “recepción” (maqbýla)[248] , el ganado vacuno y los animales de gran tamaño se verán a salvo de epidemias. En caso contrario, habrá epidemias, enfermedades mortales, sarna, ataques de las fieras, enemigos, ladrones y salteadores de caminos, destrucción de edificios y casas, así como terremotos.
[47] Cita de Hermes:[249] si Marte está en conjunción con Saturno en Tauro se producirán numerosas muertes en los animales salvajes, rebaños, y ganado vacuno. Las tierras montañosas se mantendrán en buen estado, escasearán las lluvias y subirán los precios, Habrá muchas muertes entre la gente mayor pero la situación de los reyes será buena. Las cosechas serán escasas en algunos lugares.
El pasaje que sigue no parece que deba atribuirse a Hermes: la presencia de Saturno en Tauro perjudicará a Persia, Sudán y Algeciras. Tauro es una de las cúspides del Magrib extremo.[250] Hará daño a cualquier país cuyo ascendente o cuyo hayl×¥ sea Tauro, siendo este signo un lugar de corte (qaÐþ)[251]. En esta etapa abundarán los cerdos y las enfermedades del cuello y la garganta debido a la flema seca.[252]
[48] Cita de þUmar b. Farruj×n al-Æabar÷: si Saturno y Marte están en conjunción con el nodo descendente en Tauro, habrá epidemias en el ganado, se encarecerá la comida, escaseará el aceite y se elevará su precio, así como el de los granos de cebada, trigo y los tintes rojos vegetales. A veces estos indicios se deben sólo a Saturno. El hambre se producirá cuando este planeta retrograde y el nodo descendente se encuentre con él, especialmente en los signos de tierra (Tauro, Virgo y Capricornio) a lo que se añaden las desgracias que suceden cuando el signo tiene figura humana (Géminis, Virgo y Libra), o sea cuando estos indicios se producen en Virgo y en los países meridionales.
[49] Cita de algunos sabios de los Rým: si Saturno está en Tauro, se encarece el aceite y el lino tiende a elevar su precio. Son caros también los animales y los tintes rojos y muere el ganado vacuno. Dios humilla a los þa¥am y desprecia sus argucias. Se abarata la comida pero se encarecen los productos marinos y la alheña. Los mercaderes del zoco encuentran reposo. Hay que tener cuidado con los años tercero y séptimo (¿después del paso de Saturno por Tauro?) durante toda la vida.
[50] Cita de Hermes: cuando Saturno retrograda en el grado trece de Tauro, los j×ri¥íes se lanzan en busca del poder pero no lo consiguen.
[51] Tres versos de la L×miyya de Ibn al-Jayy×Ð (cf. [35] y [45]) que señalan los efectos benéficos de la presencia de Saturno en Tauro. Al-Baqq×r comenta que conviene más bien confiar en las palabras de Hermes ([47]) y de al-Æabar÷ ([48]) y en lo que afirma este último autor en otro pasaje del mismo libro: cuando Saturno está en signos de tierra o agua la carestía es de un nivel medio a menos que Saturno esté retrogradando y, muy especialmente, si Júpiter está en cuadratura u oposición, en cuyo caso el precio de la comida alcanzará niveles máximos.
[52] Cita de Arm×niyýs (cf. [36]): el máximo indicio de carestía lo produce la presencia del señor de la primera esfera (Saturno?) en los signos fijos (cf. [1]) el mayor de los cuales es Tauro.
Saturno en Géminis
[53] Saturno indica corrupción en la atmósfera y exhalaciones secas, sequía, plagas, perjuicios a las gentes y a sus intereses, especialmente en los signos de aire (Géminis, Libra y Acuario). Abundan las guerras y combates y se producen muertes entre los monarcas y gentes poderosas, soldados y personajes similares. Se perjudican las cosechas, se seca la hierba, hay escasez de lluvias y abundan los vientos tempestuosos y perjudiciales. Tal vez se produzcan terremotos. En invierno hay mucha nieve que causa daño a las plantas. Abundan las aves de color negro de graznidos desagradables como águilas, cuervos, lechuzas y animales semejantes. Si le acompaña el nodo descendente se incrementan los efectos perjudiciales y disminuyen los beneficios. Las clases bajas se ven perjudicadas y hay hambre, desgracias, desórdenes, enfermedades respiratorias y del pecho y crónicas.
Armenia, A²arbay¥×n, Egipto y Córdoba (cf. [38]- [39]) se ven perjudicadas por el paso de Saturno por Géminis y lo mismo sucede a toda ciudad o ser vivo cuyo ascendente o cuyo hayl×¥ sea Géminis, que es un lugar de corte (qaÐþ).[253] La mayor parte de las enfermedades de la gente se producen por el predominio de la bilis negra sobre la flema.[254]
[54] Cita de al-Æabar÷: Saturno en Géminis en conjunción o cuadratura con Marte y retrogradando hay que predecir perjuicios y daños en las figuras humanas (al-½uwar al-ins×niyya)[255] , daños y miedo a los vientos y lluvias, sobre todo en el principio del signo y cuando Saturno retrograda hacia la mansión de al-Haqþa[256]: algunos morirán de hambre en los países del norte, en donde se encarecerán los productos agrícolas, la sal, el lino, el algodón, la pimienta, diversos tipos de plantas y la seda, perderán valor los animales de carga, morirán los niños de pecho, habrá combates y daño entre las gentes de estas regiones del Magrib. Las gentes que viven en las ciudades se empobrecerán y lo contrario sucederá con los campesinos. Habrá guerras en al-Andalus y disensiones entre los bereberes. Unos lugares serán fértiles y otros se desecarán.
Cuando Saturno está en Géminis se encarece la comida en todos los lugares y se estropeará la situación de al-Andalus, pero las cosas irán mejor en Oriente y el sur se encontrará en mejor situación que el norte. En estos lugares los precios se mantendrán altos durante dos años y medio.[257] Si Júpiter está en Sagitario y Saturno en Géminis, [por tanto en oposición] disminuirán los efectos perjudiciales, especialmente en al-Andalus. Algo similar sucederá si lo encuentras en signos de aire, con la mayoría de los planetas restantes, y si está en una de las cúspides del horóscopo del principio del año.[258] En este caso puedes predecir sequía y aumento de precios.
Si Saturno vuelve a signos de aire, se encarecerán las ropas de lana vieja, las pellizas, las pieles teñidas y los pergaminos, así como las carnes y pájaros. Si Marte y Mercurio regresan a signos de aire y Saturno les apoya[259] en el horóscopo inicial del año, habrá enfermedades y muerte entre las gentes que serán sometidas a nuevos impuestos, se abandonará el cultivo de las ciencias y se desestabilizará el orden a menos que se cuente con el testimonio favorable de algún planeta afortunado.
[55] Cita de algunos sabios de los Rým, en la que se repiten muchas ideas del apartado anterior: cuando Saturno entra en Géminis “la comida llegará a un “tercio de cien” (balaga £ul£ al-mi’a) (?), las gentes emigrarán del Magrib hacia Oriente, habrá epidemia, muerte y hambre en todo al-Andalus. Se encarecerán todos los productos agrícolas como las cebollas, las verduras, los nabos, el ganado ovino y vacuno. Habrá guerra en al-Andalus y abundarán los rumores alarmistas. Las gentes perderán la esperanza, se encarecerá la sal, habrá inundaciones y muertes. Se enriquecerán los campesinos y se empobrecerán los que viven en las ciudades. Se encarecerá el hierro, el ajo, la pimienta. El aceite no será caro ni barato. Las guerras serán frecuentes en al-Andalus a menos que Saturno esté [en oposición] en Sagitario, que es el ascendente de la conquista de al-Andalus (cf. supra [39]).
[56] Cuatro versos de la L×miyya de Ibn al-Jayy×Ð que anuncian desgracias y tempestades en el mar cuando Saturno está en Géminis.
Saturno en Cáncer:
[57] Cuando Saturno esté en Cáncer, habrá lluvias abundantes cuando su latitud sea meridional, abundancia de agua en fuentes y ríos, los mares producirán espanto, fertilidad en la tierra, buenas cosechas, frutas maduras y sensación de bienestar por la abundancia de toda clase de comestibles.
Si Saturno se encuentra infortunado los buenos augurios disminuyen: los barcos se hundirán en el mar, se corromperán todos los tipos de pescados y la gente enfermará por haberlos comido. Los perjuicios afectarán a Ifr÷qiya, Armenia Menor, el oriente del Jurasán, China, Balj, Granada[260] y todos los lugares y personas cuyo ascendente o hayl×¥ sea Cáncer (cf. [47]). Será un tiempo terrible en el que no son recomendables los viajes marítimos y que perjudicará a los habitantes de países costeros.
[58] Cita de al-Æabar÷: si Saturno está en Cáncer y recibe el apoyo de Marte (wa ¹×hada-hu al-Mirr÷j) se cierran las costas y los mares y atacan los barcos enemigos causando daños a las gentes de al-Andalus y el Magrib. Se encarecen las mercancías marítimas y hay lluvias con truenos y relámpagos. Todo esto se produce si el apoyo de Marte tiene lugar cuando Saturno está instalado en Cáncer, aunque sea en el momento en que va a abandonar el signo. De otro modo los indicios se retrasan hasta que Saturno retrograde y haga una estación. La comida se abaratará pero se encarecerá un poco el aceite, las joyas, la seda, el hierro, la pimienta, el lino y las mercancías marítimas. El comercio será bueno para quien no dependa del transporte marítimo. Se encarecerá la harina, el algodón, la sal, aparecerán plagas de langosta que perjudicarán a las regiones septentrionales de al-Andalus y el Magrib. Tal vez escasee el agua y se encarezcan el algodón y el lino.
[59]
El pasaje anterior termina con la frase £umma q×la lo que, a primera vista, parece implicar que continúa el texto de al-Æabar÷. Sin embargo, los dos primeros puntos del apartado [59] están directamente relacionados con el capítulo 57 del Libro de las Cruzes[261] y tienen, por tanto, un origen distinto:
Si Saturno está en signos de agua y los planetas están fuertes en estos signos, el año será lluvioso y bueno para el pastoreo.
Si ves unos planetas en signos de agua y otros en signos de tierra, el año será bueno en todas partes, sobre todo si Saturno está en uno de los signos de agua o tierra. Habrá fertilidad y humedad. No hay que perder de vista el apoyo (¹ah×da) de los planetas en estos signos.
Si Júpiter retrograda en signos de agua, se encuentra en aspecto con Saturno y la Luna está en cuadratura con ambos, habrá plagas en los árboles que no fructifican si no se les riega y será nula la cosecha de frutas y verduras.
[60]
Este breve pasaje va introducido por £umma q×la y puede corresponder a la cita de al-Æabar÷, al igual que el tercer punto de [59]:
Si Marte vuelve a estar en Cáncer y le apoya Saturno con su testimonio (bi l-¹ah×da) o bien está en su ¬ayyiz[262] sobre (?) el nodo descendente, se estropean los tintes.
Este curioso texto hace pensar en una referencia similar a problemas con los tintes relacionados con la visión de una mancha solar durante siete días en octubre de 939, de acuerdo con el testimonio de Ibn ©ayy×n.[263]
[61] Cita de algunos sabios de los Rým: Si Saturno está en Cáncer se abarata la comida y se encarecen el aceite, el lino y los animales de carga. Son escasas las lluvias y mejora la situación general de las gentes. Se encarecen los productos del mar y aparecen barcos y plagas de langosta empezando por el mar y perjudicando a las gentes de al-Andalus y de los países costeros porque Cáncer es un sector [de la eclíptica] que afecta especialmente al Extremo Occidente (cf. [38]).
[62] 8 versos de la L×miyya de Ibn al-Jayy×Ð que se refieren a la presencia de “los dos [planetas] poderosos” (al-q×hir×n) en el signo de Cáncer: se trata, sin duda, de Saturno y Marte. El hecho produce lluvias intensas por todas partes, bajadas de precios, abundancia de frutas y cereales, así como un terremoto en Córdoba y un eclipse de sol en pleno día que permite que las gentes vean la luz de las mansiones lunares.
De hecho, puede comprobarse que, utilizando las tablas de al-Jw×rizm÷, Saturno estuvo en Cáncer desde fines del año 1032 hasta agosto de 1034 y que, hacia el 15 de Septiembre de 1033, se produjo una conjunción de Saturno y Marte a 20º de Cáncer, lo cual encaja muy bien con la referencia a al-q×hir×n. Asimismo, el 29 de Junio de 1033 hubo un eclipse de sol en el que la línea de totalidad pasó por el norte de la Península Ibérica[264], por lo que la referencia de Ibn al-Jayy×Ð a una oscuridad total que permitió ver la luz de las estrellas resulta exagerada. Más problemática, aún, es la referencia al terremoto de Córdoba. En la primera mitad del siglo XI tenemos documentados dos terremotos: en el año 415H/ 1024-1025 y en 1048. El primero es calificado por Ibn Ab÷ Zarþ como “el gran terremoto de al-Andalus”[265] mientras que, en el segundo, el epicentro estuvo en Orihuela[266]. En cualquier caso Saturno no estaba en Cáncer en ninguna de las dos fechas.
Saturno en Leo
[63] El signo de Leo es cálido y seco, mientras que Saturno es extremadamente frío pero también seco.[267] A esto se refiere probablemente al-Baqq×r cuando afirma que planeta y signo tienen una naturaleza distinta. Esta divergencia no impide que los pronósticos sean desfavorables: calamidades, hambre, sequía, daños a las gentes por los animales salvajes, sequedad en el aire e incendios en el campo, infortunios difíciles de soportar y perjuicios que afectarán sobre todo a monarcas y personajes distinguidos. Abundarán las enfermedades de difícil curación, como tumores, llagas y dolores urinarios. Esto afectará a Sicilia, Turquía, N÷s×býr, Fez la Nueva, Tremecén (cf. [38]) y cualquier lugar cuyo ascendente o hayl×¥ sea Cáncer que se convertirá en un lugar de corte (qaÐþ) (cf. [47]) a menos que intervenga el testimonio (¹ah×da) (cf. [58]) de muchos planetas afortunados. La gente sufrirá dolores en el pubis y muchos morirán por su causa.
[64] Cita de al-Æabar÷: Si Saturno está en Leo junto con Marte o recibe el testimonio de una de las cúspides, se producirán daños y revueltas contra los califas y perjuicios en los asuntos del poder político. Los ricos se volverán pobres y los pobres se enriquecerán. El precio del trigo no será igual en todas partes puesto que en ciertos países será caro y en otros barato. Se encarecerá el aceite, la seda, el algodón, el lino y la sal. Se producirán muertes entre los animales cuadrúpedos como los animales de carga, las fieras, las hienas y [también] entre las serpientes y entre los animales no domésticos. Escasearán los animales de monta, el oro, la plata, la harina y las joyas. Los mercados se enriquecerán. Habrán disensiones entre los cristianos, especialmente entre sus caudillos. Surgirán revueltas en el oriente de al-Andalus y en el Ma¹riq. Escaseará el ganado, especialmente si Saturno se encuentra en al-¤abha (ξγηα Leonis). En estos lugares se enriquecerán los acaparadores debido a la carestía de la comida. Cuando Saturno esté en Leo los precios serán más elevados que cuando está en Sagitario.
[65] Cita de algunos sabios de los Rým, en la que se repiten ideas del apartado anterior.
[66] 6 versos de la L×miyya de Ibn al-Jayy×Ð: el paso de Saturno por Leo suscita combates, un largo período de sequía e incendio de las cosechas. Las gentes están pendientes de las nubes que pueden traer una lluvia que nunca parece llegar.
Saturno en Virgo
[67] Fertilidad, buenas cosechas, excelentes verduras y pastos, lluvias benéficas en el momento adecuado, si la latitud de Saturno es meridional. Es el momento de trabajar la tierra, construir, sembrar, cosechar el grano y almacenarlo, viajar y excavar pozos. Abundan las lluvias y las nieves provechosas y es beneficioso para todo lo que produce la tierra.
El paso de Saturno por Virgo perjudica a B×bil, el país de los ¤ar×miqa, Siria, el Éufrates, la ¤az÷ra, Persia, Toledo y la mayor parte del país de al-Andalus (cf. [38]) y cualquier lugar o persona cuyo ascendente o hayl×¥ sea Virgo. Es un lugar de corte (cf. [47]). Todo ello a menos que se produzca el dominio (ist÷l×’) de planetas favorables.
[68] Cita de al-Æabar÷: Si Saturno está junto con Marte en Virgo o le favorece con su testimonio (bi l-¹ah×da), abundan las epidemias entre la gente y muere el ganado en los lugares situados al sur. Abunda la comida y se abarata la carne, pero se encarecen los [productos] para blanquear la ropa y la seda. Escasea el lino y el algodón, se encarecen y abaratan las mercancías de los perfumistas, aunque tienden más bien al abaratamiento. El aceite resulta accesible y se intensifica el poder de las autoridades sobre sus súbditos. Abunda la comida y se vive bien.
[69] Cita de algunos sabios de los Rým, en la que se repiten ideas de [67] y [68]: la tierra se sacia, abunda la comida, se abarata la carne, se encarece el lino, la seda y todos los perfumes. Este encarecimiento es notable en el caso del lino, del algodón y de la pimienta. El aceite es accesible. El poder político se refuerza y se vive bien.
[70] 8 versos de la L×miyya de Ibn al-Jayy×Ð: fertilidad, buena comida, lluvias benéficas cuando se las necesita y buena agricultura que favorece a los necesitados. Buena vida y juicios justos por parte de los líderes.
Saturno en Libra:
[71] Se señala que Libra es el signo en el que se produce la exaltación (¹araf) de Saturno (Libra 21º)[269], lo que, evidentemente, acentúa su malignidad. Soplan vientos desde el lado [norte o sur] correspondiente a la latitud de Saturno, escasean las lluvias y las que caen no resultan útiles, se aligeran las nubes y se marchan con rapidez, se secan los pastos, la agricultura y las cosechas son malas, abundan los pájaros negros de graznido desagradable y son escasas las otras aves, la crueldad y la tristeza son frecuentes, y hay numerosos ejércitos sobre la tierra. La presencia de Saturno en Libra afecta al auxilio y la vida tranquila en el país de los Rým, Ifr÷qiya, el ¼aþ÷d de Egipto hasta los límites de Etiopía, Kirm×n, Balj y Almería (cf. [38]). No hay bien alguno para las ciudades y las personas cuyo ascendente o hayl×¥ (cf. [47]) es Libra. Cuando Saturno está infortunado, se estropea lo bueno que hemos mencionado (?).
[72] Cita de al-Æabar÷: si Saturno tiene el testimonio favorable de Marte, se encarecen el aceite, la comida, todos los productos agrícolas y los animales de carga. Son frecuentes los rumores alarmistas, muere el ganado y se eleva el precio del ganado que sobrevive. Se incrementa el mal y la corrupción de las costumbres entre mujeres y hombres. Se abarata el aceite, el lino, el cártamo, la seda y todos los productos de belleza. Son frecuentes los combates, disensiones y la corrupción en tierra de bereberes. Los necios predominan sobre los sabios y hay motines y muerte.
En lo que se refiere a las indicaciones de Saturno por sí solo, el precio de los alimentos es elevado al principio del signo y se abarata al final y cuando retrograda. Lo mismo sucede con la sal. La situación es mala en todo el occidente pero tiene un nivel medio en el norte.
[73] Cita de algunos sabios de los Rým: se encarece la comida, el kayl pequeño[270] llega a doce dirhemes. La comida se abarata al final del signo. Se encarecen todos los productos agrícolas así como los animales de carga. Abundan los rumores tendenciosos. La situación en oriente es mejor que en occidente. Es frecuente la inmoralidad entre las mujeres. Tal vez se produzcan cambios en el gobierno y muertes violentas en el ganado vacuno. Abundan las lluvias torrenciales. Se encarecen el hierro y las mercancías. Son frecuentes los tumultos, hay desorden y se incrementan las pendencias. Los necios rechazan las palabras de los sabios.
[74] 6 versos de la L×miyya de Ibn al-Jayy×Ð: tras una referencia a la exaltación de Saturno en Libra 21º, predice todo tipo de desgracias, disturbios en la frontera que reúnan a los habitantes de la tierra con las tribus nómadas. La fertilidad será escasa y abundarán los rumores terribles. Luego se producirá una subida de precios en todo el país. Habrán muertes en todas las tribus que seguirán siendo numerosas debido a las calamidades. Se producirán daños entre las gentes y se debilitará la moral de los campeones.
Saturno en Escorpio
[75] Escorpio es un signo de agua, por lo que es frío y húmedo y comparte su naturaleza fría con Saturno (frío y seco). La presencia de Saturno en Escorpio indica lluvias, inundaciones, abundancia de aguas en ríos y fuentes, así como en los lugares de latitud meridional. Produce fertilidad en la tierra, buenos frutos y cosechas, abundancia de granos, maduración de las frutas y abundancia de alimentos. Marca una etapa beneficiosa a menos que [Saturno] esté infortunado ya que, en este caso, la situación se estropeará: habrá inundaciones y se verán perjudicados los que viajen por agua. Los daños afectarán al ©i¥×z, a las zonas de nomadeo de los árabes, Yemen, Tánger, parte de la India, Valencia (cf. [35]) y los lugares y personas cuyo ascendente o cuyo hayl×¥ sea Escorpio, porque es un lugar de corte (cf. [47]).
[76] Cita del al-Æabar÷: mal pronóstico para las gentes con enfermedades del cuerpo y de la vista, debido al exceso de humedad; las mujeres embarazadas abortan; se abarata la comida y se encarece el aceite, la seda, el azafrán, el alquermes, el cártamo, todo lo que es rojo y las perlas. Es buena la situación del ganado. La lluvia escasea a principios de invierno y en primavera. Se generan discordias y el mal. Hay motines y proliferan las guerras contra el enemigo [cristiano] tanto en las regiones costeras como al otro lado del Estrecho, que perjudican a mucha gente. La victoria sobre el enemigo será para el Islam. Aparecen galeras en el mar.
[77] Cita de algunos sabios de los Rým: abunda la viruela y el abatimiento entre la gente, que sufre daños en la vista. Se abarata la comida y se encarece el aceite, el azafrán, el algodón y el alquermes. Abundan las contiendas y las revueltas. Hay mucho ganado. Son frecuentes los robos en los países de Dios y escasea la lluvia de primavera.
[78] 5 versos de la L×miyya de Ibn al-Jayy×Ð: cuando Saturno está en Escorpio y permanece durante un día en Qalb [al-þAqrab, α Scorpii] indica que la comida se abarata y hay un bien generalizado para todo el mundo. Las gentes practican la beneficencia unos con otros y se difunde la ciencia en todos los ambientes. Las simientes de los frutos son abundantes y también lo es la carga de polen de los árboles. Las gentes se sienten felices en todos los lugares. aunque sólo durante un período de tiempo efímero y breve.
El pasaje termina con una nota, probablemente desplazada de lugar, en donde se afirma que ya se han expuesto las indicaciones de Saturno en todos los signos zodiacales tanto si está z×’id (creciente) como n×qi½. Con ello parece aludirse (cf. [34]) a la ziy×da o nuq½×n en número, cálculo o luz.
Saturno en Sagitario
[79] Necesidad, pobreza y debilidad a pesar de que la gente posee riquezas. Indica sequía y escasez de lluvias. Abundan el pedrisco y las nieves dañinas. Suben los precios y hay guerras y combates entre las gentes. Es un período muy desgraciado. La situación perjudica a Bagdad, I½fah×n, al-¤ib×l,[271] Tortosa y todos los lugares de al-Andalus (cf. [39]) y las ciudades cuyo ascendente o cuyo hayl×¥ sea Sagitario (cf. [47]). Son frecuentes las enfermedades con dolor en los muslos[272] y en los pies, debidos a cualquier enfermedad rebelde derivada de un calor accidental[273] o a dolores difíciles de curar. Si Júpiter está infortunado por [Saturno] los indicios son aún más intensos. Si [Saturno] está infortunado por Marte, el perjuicio procederá de los enemigos y las gentes de guerra.
[80] Cita de al-Æabar÷: Si Saturno está en Sagitario y vuelve a este signo con el testimonio (¹ah×da) de Marte (cf. [54]) genera consecuencias desagradables para la gente. Se encarece el trigo y el aceite, abunda el ganado a principio del año y falta al final. El año será malo para todas las naciones . No hay frutos en Oriente y, en cambio, la cosecha de los mismos es buena en el Magrib, donde abunda la comida, escasean los caballos y hay muchos ladrones. Se encarece la miel y la manteca en al-Andalus. Cuando Saturno está en Sagitario, la gente se dedica a combatir lanzándose flechas (rim×ya)[274]. La carestía es aún peor cuando Saturno está en Leo (cf. [64]).
[81] Cita de algunos autores de los Rým: la situación es difícil, se producen revueltas y abundan los combates en algunas ciudades. Se encarece el trigo y el aceite pero la situación es mejor en Occidente, donde abunda la comida, aunque están caras la miel y la manteca.
[82] 8 versos de la L×miyya de Ibn al-Jayy×Ð: debe acapararse la comida y el grano y hay que precaverse del paso por Saturno por Sagitario. Hay que aprovechar las oportunidades en el mercado y no descuidar el momento adecuado para comprar o vender, Cuando Saturno está en Sagitario, el Nodo Descendente no pierde la ocasión de hacer daño cuando se encuentra en oposición. Esto constituye un indicio de sequía en nuestra tierra y, después de un incendio, el perjuicio perdura. Se encarece la comida aunque no hay hambre. Se intensifica la guerra con lanzas y espadas. La Luna llena oculta a Saturno y avanza con él (?) hacia el Nodo, por lo que el color oscuro se viste de negro. Se producen guerras en todas las islas y la muerte del excelso emir.
El pasaje anterior parece referirse a una ocultación de Saturno por la Luna que tuvo lugar, efectivamente, el 16 de Enero de 1045, encontrándose ambos astros en el signo de Escorpio (Saturno estuvo en Escorpio entre 1044 y 1046). La ocultación tuvo lugar, en la fecha señalada, hacia las 6 de la mañana y fue visible ya que ambos astros estaban por encima del horizonte (a una altura de unos 18º en Toledo) y el Sol no salió hasta las 7;37 h.[275] Por otra parte, calculando con las tablas de al-Jw×rizm÷ la conjunción Saturno –Luna se produjo el mismo 16 de Enero entre la una y las dos de la tarde a 243;30º de longitud. El Nodo Ascendente tenía una longitud de 227º por lo que no puede darse una explicación a la afirmación del texto según la cual la Luna y Saturno avanzan hacia el Nodo. La referencia a la muerte del excelso emir puede muy bien referirse a la de Ism×þ÷l al-Ý×fir, primer monarca de la dinastía toledana de los Baný ®÷ l-Nýn, que murió en el año 435/1043-44.
Saturno en Capricornio
[83] Abundancia de nieve y hielo, mucho frío, fertilidad. En algunos lugares puede haber escasez de lluvias, pastos y hierba.[276] Hay agitación social, los jóvenes se revuelven contra sus mayores y los humildes contra los nobles, se manifiesta el populacho y la gente vulgar desprecia a los monarcas. Abundan las traiciones entre las gentes, hay mucho miedo y muerte en los ganados y las personas El paso de Saturno por Capricornio perjudica a Constantinopla, Macedonia, Cesarea, Æabarist×n, Medinaceli, la India, Mosul, la Alcazaba de Málaga, Agm×t, Algeciras (cf. [39]) y a todos los lugares y personas cuyo ascendente sea Capricornio. No hay ningún bien en este signo cuando [Saturno] está infortunado pero la situación será propicia si está afortunado.
[84] Cita de al-Æabar÷: Fertilidad en Oriente y Occidente, bienestar en al-Andalus. Si Marte apoya con su testimonio a Saturno (cf. [54]) habrán muchas revueltas y guerras en el sur, muerte en el ganado vacuno y ovino, se abaratará la comida y los animales de carga, la pimienta, el alquermes, los vestidos de lana pero no el lino. Se encarecerán el incienso, el cártamo y la comida, al final del año de Saturno (?), cuando retrograde. Abundarán los granos y los frutos y se abaratará el aceite y la miel. Los monarcas se portarán bien unos con otros. El mal recaerá sobre los bereberes, los judíos de Siria sufrirán calamidades, así como en las regiones del sur.
[85] Cita de algunos sabios de los Rým: fertilidad en los confines orientales y occidentales de al-Andalus. La situación será buena en al-Andalus, abundará la comida pero habrá muerte en el ganado, abundarán los escorpiones y las serpientes, las frutas serán accesibles, el aceite será barato al principio pero caro al final. Los animales de carga se abaratarán pero se encarecerá el ganado lanar, en el que se producirán muchas muertes. El lino escaseará y abundará la ropa de lana a causa de la falta de lino. Los bereberes se agitarán y sufrirán daños, se encarecerá el cártamo y el hierro. Habrá revueltas en el norte de al-Andalus y los monarcas se reconciliarán unos con otros.
[86] 5 versos de la L×miyya de Ibn al-Jayy×Ð: la presencia de Saturno en Capricornio es indicio de baratura y buena situación en las costas. Pese a ello Ibn al-Jayy×Ð ve adversidades para la gente, se deja de dar limosna a quien la pide, los hombres dejan de apoyarse unos a otros, hay escasas referencias a la ciencia en las reuniones, hay poca bondad en las relaciones sociales y escasa sinceridad al hablar respondiendo a las preguntas. No hay ningún bien, para nadie y en ningún momento, cuando Saturno, estando en Acuario, [retrograda] en dirección a Capricornio.
El último verso de esta serie resulta problemático. Si nuestra interpretación del mismo resulta correcta, podría tratarse de una referencia al año 1051, en el que Saturno estaba en Acuario y retrogradó, según las tablas de al-Jw×rizm÷, entre el 15 de Junio y el 15 de Octubre, desde 313;8º hasta 307;3º, o sea en dirección a Capricornio. De todos modos esta identificación no es tan clara (Saturno puede retrogradar más de una vez en un signo zodiacal) como la que encontramos en [35] donde se alude, más claramente, a una retrogradación en Capricornio en 1050. Al paso de Capricornio a Acuario se vuelve a referir en [90].
Saturno en Acuario
[87] Abundancia de nubes y lluvias copiosas en los países de latitud meridional, mientras que los frutos se estropean en las latitudes septentrionales. Hay mucho miedo y revueltas entre las gentes y sus monarcas salen de sus países . Disminuyen las cosechas, hay plagas de langosta y muchas muertes. El paso de Saturno por Acuario perjudica a Kýfa, al-Saw×d y los países de Occidente.
[88] Cita de al-Æabar÷: se abarata la comida en el oriente de al-Andalus. Hay hambre en Argelia y el Magrib. La gente busca comida de un lugar a otro, desde las comarcas orientales hasta las occidentales. Hay muchas lluvias e inundaciones así como hambre en los países del Magrib y en su zona meridional. La situación en el norte es buena, así como en el este del país de al-Andalus. con mucha prosperidad, a menos que haya revueltas y motines ininterrumpidos, abunden las matanzas y se produzcan asaltos en los caminos. Es posible que los acaparadores se enriquezcan almacenando los alimentos hasta el momento en el que Saturno abandone Acuario. En esta etapa el acceso a los vestidos resultará más fácil. La comida se encarece. Cuando Júpiter está en Acuario junto con Saturno o está en aspecto favorable con él, el mal se convierte en bien mientras dure el aspecto en este signo.
[89] Cita de algunos sabios de los Rým: la comida será accesible en el Oriente de al-Andalus, pero se encarecerá en el Occidente de este país, alcanzando el kayl menor ocho dirhemes (cf. [73]). Abundará la lluvia, habrá hambre en los países del Magrib y en Argelia. Las gentes viajarán de un lugar a otro en busca de comida y el kayl llegará en al-Andalus a 100 [dirhemes]. Se encarecerán los productos agrícolas y abundarán las riadas. La situación será buena en Oriente y en el Norte del país de al-Andalus, pero habrá matanzas y saqueos así como mucho viento que derribará las casas.
[90] Diez versos de la L×miyya de Ibn al-Jayy×Ð: Empieza refiriéndose al paso de Saturno desde Capricornio hasta Acuario, un signo en el que son frecuentes los terremotos.[277] Esta referencia se encuentra también en [35].
Por otra parte, dado que Acuario es el domicilio de Saturno, está claro que se producirán grandes acontecimientos. Los campesinos sufrirán miseria debido a la gran confusión reinante. Hay que temer el hambre y un cambio total de la vida en todas partes. Egipto, sus habitantes y el ©i¥×z sufrirán terremotos. El hambre y las matanzas afectarán a todas las gentes del Sind y del Hind. Para las gentes de al-Andalus los relámpagos producidos por las hojas de las espadas serán señales de mal. Hay que temer para todos los habitantes de la tierra que se produzcan calamidades mortíferas.No cabe esperar ningún bien cuando Saturno ocupe este signo, ya que es un domicilio terrible. Cuando Saturno instala su mal entre las gentes se teme la pérdida del poderoso emir.
Según las tablas de al-Jw×rizm÷, Saturno entró en Acuario el 21 de Diciembre de 1050 y en Piscis el 3 de Marzo de 1053. En los diez años comprendidos entre 440/1048-49 y 450/ 1058-59 hubo una gran sequía y un período de hambre.[278]
Saturno en Piscis
[91] Produce lluvias, riadas y rocío. Habrá abundancia de fauna marina. Piscis es el signo de la máxima fortuna (Júpiter, que tiene su domicilio en Piscis) y la exaltación de la fortuna menor (Venus, que tiene su exaltación en Piscis 27º).[279] Saturno anuncia lluvias e inundaciones y, en los países de latitud meridional, los mares son peligrosos, debe evitarse navegar por ellos, abundan las aguas en las fuentes y en los países, se corrompen los animales marinos y la gente sufre daños al comerlos, especialmente si [Saturno] está infortunado. En lo que se refiere a granos, frutos y productos alimenticios, es una buena época en la que conviene almacenar el grano. El paso de Saturno por Piscis produce daños en Æabarist×n, las regiones septentrionales, ¤ur¥×n, parte de las tierras de los Rým, al-¤az÷ra, Egipto, Alejandría, el mar del Yemen y Sevilla en al-Andalus (cf. una lista diferente en [39]). Son frecuentes las enfermedades de los pies, hombros, cuello y pecho. Hay que predecir daños para aquellas ciudades y personas cuyo ascendente es Piscis y, especialmente, para todos aquellos en los que este signo es su indicador específico (dal÷l).[280]
[92] Cita de al-Æabar÷: la comida es abundante y barata, pero falta en Oriente. Si Marte apoya con su testimonio [a Saturno], en al-Andalus habrán tumultos y grandes revueltas, se encarecerán los productos que llegan por mar, como la pimienta, el azafrán, el algodón, el lino y otros derivados, así como todos los tintes, el cártamo, la alheña, los productos agrícolas y el hierro. Los enemigos atacarán a las gentes que habitan la costa, causarán estragos y saquearán las costas desde las galeras de los Rým. Habrá muchos barcos enemigos en el mar y asaltarán a la gente. Los habitantes de las islas sufrirán muchos daños procedentes del mar. Habrá combates y epidemias graves en las tierras de Occidente de las que se beneficiarán los peores y destrozarán a los mejores. Al-Andalus temerá la aparición de los enemigos, se empobrecerán los habitantes de las costas y se enriquecerán los que comercian por mar y aquellos que estén a salvo de su actividad comercial.
[93] Cita de una fuente anónima que confirma lo afirmado por al-Æabar÷ en [92]. Señala que pudo ver a Saturno en Piscis en 626H/1228-29 y que hubo prosperidad en al-Andalus y carestía en la zona oriental del Magrib, Egipto y Siria. Esto se produjo en el momento de la conjunción entre Saturno y Marte y hubieron muchas muertes en la región oriental.
Este pasaje tiene interés por sus dos referencias astronómicas. Dado que hay que asumir que los astrólogos andalusíes y magribíes calculan posiciones sidéreas, no trópicas, nos encontramos con que el paso de Saturno por el signo de Piscis no se corresponde con lo que puede calcularse con las tablas de al-Jw×rizm÷, según las cuales Saturno alcanzó una longitud de 327;23º el 31 de Mayo de 1229 y empezó a retrogradar a continuación, por lo que no llegó a Piscis este año. En cambio se obtienen buenos resultados con las tablas de Ibn Is¬×q, según las cuales Saturno estuvo en Piscis entre Mayo y Agosto de 1229. No es imposible que el autor de la cita anónima utilizara las tablas de Ibn Is¬×q cuya actividad está documentada entre 1193 y 1222. Más problemática resulta, en cambio, la referencia a una conjunción de Saturno y Marte en 1229 ya que, utilizando, de nuevo, el z÷¥ de Ibn Is¬×q, la conjunción de estos dos planetas en Piscis no se produjo hasta el 14 de Noviembre de 1230.
[94] Cita de algunos sabios de los Rým: abunda la comida en al-Andalus y se encarecen las mercancías que proceden del mar, el lino, los tintes y la seda. los adornos de las mujeres. La situación en el mar se estropea y los enemigos vienen del mar y atacan a las gentes de al-Andalus. Los marinos temen ahogarse, abundan los barcos y tanto los piratas de los Rým como los de otra procedencia atacan y hacen daño. Se enriquecen los mercaderes que comercian por el mar. Hay muchos rumores tendenciosos y los habitantes de las islas sufren grandes infortunios. Hay epidemias en el Magrib y aumenta el poder de los monarcas.
[95] 5 versos de la L×miyya de Ibn al-Jayy×Ð: los tres primeros versos se refieren a la presencia de Saturno en Piscis que produce lluvias intensas y perjudiciales. Conviene almacenar comida y precaverse de la entrada del planeta en Aries que es “la estrella de Saturno” (na¥m al-Muq×til). De hecho, hemos visto en [45] que Aries corresponde a la "caída" (suqýÐ) de Saturno. A esto sigue la cita de un verso, al final de la casida, en el que se afirma que si Marte y Júpiter están en signos de fuego refuerzan la capacidad de Saturno para fomentar períodos de sequía. Finalmente otro verso aislado, incompleto y difícil de entender parece aludir a que el Sol mantiene el período de sequía que no tiene carácter general …. Estas dos últimas citas hacen pensar que al-Baqq×r no ha reproducido la totalidad de la l×miyya de Ibn al-Jayy×Ð.
2.3 Otras técnicas para el control de lluvias y precios.
2.3.1 Ibn al-BayÐ×r en su recensión de al-Æabar÷
[96]
Cita de þAbd al-þAz÷z ibn al-BayÐ×r (cf. [43]) al final de su recensión del libro de þUmar b. Farruj×n al-Æabar÷: parece claro que esta cita constituye, por parte de al-Baqq×r, una reacción frente al carácter simplificador de las predicciones basadas exclusivamente en el paso de Saturno por los doce signos zodiacales.
El pasaje resulta difícil de interpretar pero está claro que Ibn al-BayÐ×r señala que, para determinar cuándo se intensificará la carestía de determinado producto, hay que tener en cuenta si está en cuadratura u oposición con Saturno alguno de los planetas que se encuentran por debajo de él en jerarquía (martaba) - aunque, en este caso, tal vez haya que interpretar martaba como “orden” ya que menciona a Marte y Júpiter. En este momento se producirá la carestía citada.
La carestía máxima se producirá cuando Saturno esté en su ¬ayyiz (cf. [60]) y entre en aplicación con otro planeta en este ¬ayyiz, encontrándose en estado de recepción (maqbýl)[281] con respecto a este planeta en una cúspide (?). Debe tenerse en cuenta que Saturno sólo ejercerá su influencia cuando se encuentre en el último tercio del signo en el que está. Si retrograda, la carestía del producto alcanzará un máximo, especialmente si está en una de las cúspides del horóscopo del inicio del año o del aniversario y Mercurio, Marte o el Nodo Descendente están con él. Todo ello es indicio de gran carestía y hambre.
A veces Marte refuerza la situación indicada en la que Saturno todavía no ha llegado al último tercio de su signo o al principio de su retrogradación, cuando se dirige hacia el planeta o hacia los rayos que proyecta en su camino. Si el planeta [al que se aplica] es favorable (saþd) disminuye [el perjuicio de Saturno] y si es desfavorable (na¬s) aumenta.
Si se acaparan las mercancías en cuestión, se obtendrán beneficios.
Conviene saber el lugar en el que se encuentra Saturno y cuándo se producirá la cuadratura con los planetas mencionados. La influencia de Saturno no tendrá lugar cuando entre en el signo sino cuando salga de él, a menos que se encuentre con uno de los planetas [mencionados] o entre en el signo de la conjunción u oposición [de la Luna y el Sol anterior] o en el signo de su ascendente [de la conjunción y oposición anterior]. En este momento surgirá la influencia de Saturno o empezará a retrogradar hacia el planeta desde su ¬ayyiz y en su ¬ayyiz.
[97] Continúa la cita de Ibn al-BayÐ×r quien introduce los conceptos siguientes:
1) División de los signos zodiacales en decanos, arcos de 10º, cada uno de los cuales está gobernado por un planeta. Asimismo cada signo zodiacal se divide también en cinco partes desiguales, también relacionados con un planeta determinado, denominados ¬udýd.[282] Como en [96] Ibn al-BayÐ×r insiste en que los principios de los signos son favorables y los finales desfavorables.
2) Relación entre los signos zodiacales y los puntos cardinales (cf. [18]) así como con la dirección (n׬iya) derecha-izquierda: Aries corresponde al Este y tiene a su derecha Leo y a su izquierda Sagitario (los tres signos forman la triplicidad de fuego). Aunque el texto no lo especifica, Cáncer se encuentra en el Norte, flanqueado por Escorpio y Piscis (agua), Géminis al Oeste, junto con Acuario y Libra (aire); finalmente Tauro está en el Sur con Capricornio y Virgo (tierra).[283]
[98] Este pasaje puede ser una continuación de la cita de Ibn al-BayÐ×r, aunque al-Baqq×r no lo especifica. En él se nos indica que el perjuicio (fas×d) [producido por Saturno] aumentará si el planeta se encuentra creciente en velocidad (mas÷r) o cálculo (¬is×b) y disminuirá si decrece en los mismos términos.[284] Si, por ejemplo, Saturno está en un signo de agua y crece en cálculo y velocidad se incrementarán las lluvias y la cantidad de agua y lo contrario sucederá si decrece en cálculo y velocidad.
2.3.2 Hermes y otros sabios antiguos
[99] Cita del Kit×b al-þarÅ de Hermes (cf. [21]): los signos de fuego y aire se relacionan con el trigo, la cebada, el aceite y las aceitunas, mientras que los de agua y tierra tienen relación con el cártamo, el azafrán, la alheña y todos los tintes rojos. Si Saturno o Marte están en el signo correspondiente y Júpiter está en cuadratura con uno de los dos, aumentará considerablemente el precio de los productos mencionados.
[100] Cita de algunos sabios antiguos: lo anterior está experimentado (¥urriba) y se ha mencionado en la parte del libro relativo al sistema de las cruces (cf. [21] que es una cita de la misma obra de Hermes con contenido similar al de [99]).
Nueva cita de los sabios antiguos:
1. Si Saturno está en signos trópicos (Aries, Cáncer, Libra, Capricornio) los precios aumentarán. En el caso de que esté en Libra (= una balanza) aumentará el precio de todos los productos que se pesan.
2. Si Saturno está en signos fijos (Tauro, Leo, Escorpio, Acuario) el incremento de los precios será muy grande.
3. Si Saturno está en signos bicorpóreos (Géminis, Virgo, Sagitario, Piscis) los precios disminuirán, especialmente los de la comida.
Lo anterior no puede afirmarse de manera absoluta ya que los autores afirman haber visto a Saturno en Libra y Capricornio coincidiendo con precios baratos, y en Géminis y Cáncer (?) con precios muy caros.
El pasaje siguiente tiene dos blancos en el manuscrito y resulta difícil de seguir aunque se entiende que si [Saturno?] está en el grado de exaltación (¹araf) de Mercurio (Tauro 3º) los precios serán bajos y si está en su propio grado de exaltación (Libra 21º) serán muy caros, especialmente los de la comida.
Para determinar el lugar en el que se producirán estas oscilaciones de los precios, las reglas son las siguientes:
[1. Triplicidad de fuego]
- En Aries: al Este y al [principio del] clima I.
- En Leo: al Este y al final del clima I.
- En Sagitario: al Este y al principio del clima II.
[2. Triplicidad de tierra]
- En Tauro: habrá una epidemia al Sur (yam÷n) y al final del clima II.
- En Virgo: al final (sic) del clima III y al Sur (yam÷n)
- En Capricornio: al principio del ....
[3. Triplicidad de aire]
- En Géminis: al principio del clima IV y al Oeste.
- En Libra: al final del clima IV y al Oeste.
- En Acuario: al principio del clima V y al Oeste.
[4. Triplicidad de agua]
- En Cáncer: al final del clima V y al Norte.
- En Escorpio: al principio del clima VI.
- En Piscis: al Norte.
La distribución anterior se corresponde, por una parte, con la atribución de puntos cardinales a las cuatro triplicidades a la que ya ha aludido más arriba en [97] en virtud de la cual:
- Este: fuego
- Sur: tierra
- Oeste: aire
- Norte: agua
Por otra parte establece una correspondencia entre triplicidades y climas, para la que no hemos encontrado paralelos en las fuentes que manejamos. Vale la pena señalar que a cada triplicidad le corresponde un clima y medio y que se omite toda referencia al clima VII:
Fuego (Aries, Leo, Sagitario): clima I y principio del clima II.
Tierra (Tauro, Virgo, Capricornio): fin del clima II y clima III.
Aire (Géminis, Libra, Acuario): clima IV y principio del clima V.
Agua (Cáncer, Escorpio, Piscis): final del clima V y clima VI.
2.3.3 Oscilación de los precios según otros autores
[101] Citas de otros autores (wa q×la baþÅu-hum) con precisiones ulteriores para la subida o bajada de precios:
Si Saturno retrograda (su fuerza es menor) los precios bajan.
Si avanza con movimiento directo y está en aspecto con Júpiter, los precios aumentan.
Si está en aspecto con Marte, bajan los precios.
Cuando Venus empieza a mostrarse por el Este (o sea, cuando es visible por la mañana, antes de la salida del Sol) en una situación afortunada, que define por su posición entre las mansiones lunares situadas entre al-BuÐayn (εδρ Arietis) y al-¤abha (ξγηα Leonis), los precios se abaratan y la gente vive con holgura. Si se encuentre en una situación mala, entre al-Jarat×n (δθ Leonis) y al-³awla (λυ Scorpii), los precios tendrán un nivel medio. Finalmente, cuando Venus esté en una situación muy mala (al-¬aÐÐ al-waÅ÷þ al-¹ad÷d) entre al-Naþ×’im (γδεη y σφτξ Sagittarii) y al-³araÐ×n (βγ o βα Arietis), los precios subirán y la gente sufrirá sus consecuencias. Dado que Venus se encuentra siempre próxima al Sol, cabe preguntarse si las alusiones anteriores corresponden a estaciones del ciclo anual: precios baratos en primavera y principio del verano, intermedios entre el fin del verano y la primera mitad del otoño y muy elevados entre el final del otoño y la primavera siguiente.
2.3.4 Conjunciones planetarias maléficas y benéficas y sus efectos sobre los períodos de sequía según el mayor de los sabios
[102] Cita del mayor de los sabios (akbar al-þulam×’) sobre las indicaciones acerca de los momentos de mayor carestía:
1. Saturno en conjunción con Marte, mientras la Luna coincide en el signo (norte o sur) de su latitud con los dos planetas anteriores o con uno de ellos:
1.1 Si [la coincidencia en el signo de la latitud] se produce con Saturno: epidemias, carestía y grandes necesidades por parte de las gentes, especialmente si la conjunción se produce en una de las cúspides del comienzo del año de la conjunción [de Saturno y Júpiter anterior] o en la casa X del intih×’ del año de la conjunción citada.[285]
1.2 En un pasaje difícil de entender parece aludir a que si la conjunción [de Saturno y Marte] favorece Marte desde los dos lugares [ascendente y casa X?] de la última conjunción [de Saturno y Júpiter?]: habrá combates y derramamiento de sangre.
1.3 Si la conjunción [de Marte] con Saturno tiene lugar en el ascendente del [principio del] año, coincidiendo [con la Luna] en [el signo de la] latitud: carestía, epidemias y mucha necesidad para la gente, especialmente si Saturno se encuentra con el Nodo Descendente en signos de tierra. Tauro es el más específico a este respecto. La máxima carestía se producirá en los signos de fuego y aire.
2. Si hay una conjunción de Júpiter y Venus y la Luna coincide con uno de ellos en el signo de la latitud
2.1 Si la coincidencia en el signo de la latitud se produce con Júpiter, habrá justicia, bienestar, precios bajos y buena salud.
2.2 Si la mencionada coincidencia tiene lugar con Venus, habrá alegría, placer, bienestar, paz y buena vida.
3. Si la Luna se aplica, desde el lugar de la conjunción [anterior con el Sol], con Saturno y este planeta está creciente en el cálculo (cf. [34] y [98]) se producirá una gran carestía dependiendo del signo en el que se encuentre y en los países afectados por el signo en cuestión.
4. Cuando Saturno se encuentre en el signo de la conjunción anterior [de Saturno y Júpiter] o en el de la conjunción del Islam (qir×n al-Milla) o en el de la conjunción que anunció el advenimiento del Islam (al-qir×n al-d×ll þalà l-Milla),[286] no estando Júpiter en aspecto con él, habrá sin duda una gran carestía. Si el nodo meridional (= descendente) se encuentra con él en el mismo signo, hay que predecir carestía en los alimentos y hambre generalizada hasta que el nodo se separe de Saturno o Júpiter entre en aspecto con él.
5. Los años de sequía serán aquellos en los que Saturno domine la conjunción u oposición [del Sol y la Luna] anterior o el ascendente del principio del año en curso. Esto se acentuará si Mercurio está en oposición (muw×z×yan?), según afirma Abý Maþ¹ar en el Kit×b al-nukat y lo mencionan muchos astrólogos.
El Kit×b al-Nukat es denominado también Kit×b ta¬w÷l sin÷ al-þ×lam, y contiene un capítulo sobre la predicción de lluvias[287]. Se trata de un texto que, como los dos Madjals de Abý Maþ¹ar, circuló ampliamente por al-Andalus y fue traducido al latín por Juan de Sevilla con dos títulos distintos: Flores astrologiae o también De revolutionibus annorum mundi seu liber experimentorum. [133] y [137] contienen citas de la misma obra.
2.3.5 Influencia de la Luna en la evolución de los precios
[103] Cita de algunos autores antiguos (baþÅ al-aw×’il):
Aconseja levantar el horóscopo cuando el Sol se encuentre a 20º de Cáncer
o a 20º de Libra (sustituido, al final del apartado, por “principio de Cáncer y de Libra”); en el [141] insiste en Cáncer 20º; en [151] en Cáncer 0º)[288] y determinar el ascendente:
Si la Luna se encuentra por encima del horizonte en la casa XI o XII se abaratarán los precios.
Si [la Luna] está en el ascendente o en la casa X, es imposible que los precios sean elevados.
Si [la Luna] abandona el medio cielo (X) en dirección hacia el Oeste (o sea, está en la IX), los precios apenas se alejarán del nivel bajo.
Si [la Luna] está al Oeste (casa VII) los precios tendrán un nivel medio, aunque más próximos a la baratura.
Si [la Luna] está entre las casas IV y VII , los precios se elevarán ligeramente.
A veces los precios se encarecen cuando la Luna está en la casa X y el Sol se encuentra a principio de Cáncer o de Libra.
2.3.6 Consejos a los comerciantes
[104] Consejos a los comerciantes que pretenden almacenar productos y obtener beneficios con la operación: esta debe realizarse teniendo en cuenta el momento en el que Saturno abandona un signo zo diacal, ya que este es el momento en el que la indicación del planeta tiene su máximo efecto tal como ha señalado (cf. [96]). Si una mercancía tiene un precio bajo cuando Saturno está en el principio de un signo zodiacal y la situación de Saturno en este signo indica que habrá un aumento de la demanda, el comerciante deberá acaparar el producto en cuestión.
Conviene tener en cuenta lo que indican Saturno y Júpiter en los signos correspondientes sobre los acontecimientos del año y levantar el horóscopo del comienzo del año, de las estaciones y de las conjunciones y las oposiciones del Sol y de la Luna con el fin de comprobar que no haya divergencias entre los diferentes pronósticos.
2.3.7 Predicción de lluvias según el Ra'y al-ciy×n
[105] Apartado [sobre la lluvia]:
Aquí cita una obra anónima titulada Ra'y al-ciy×n f÷ ¬aw×di£ al-akw×n þalà marr al-šuhýr wa l-azm×n ("Lo que los ojos ven acerca de los acontecimientos que afectan a los seres con el transcurso de los meses y de los tiempos"). La cita parece corresponder a los apartados [105]-[106]. No sabemos nada sobre su autor ni sobre el libro que al-Baqq×r califica de "extraño" (gar÷b) ([106]), aunque parece que su autor había hecho observaciones astronómicas y aplicado un control experimental a sus predicciones astrológicas.
Cita el Corán 32,34 sobre las cinco cosas que sólo Dios conoce: la Hora [del Juicio], la caída de la lluvia, lo que contiene el útero de la madre, lo que sucederá mañana y cuándo se producirá la muerte de alguien. Argumenta, no obstante, que aunque el hombre no sea capaz de producir la lluvia sí puede conocer los indicios (dal×’il) que permiten predecir su caída. Quien pretende ser capaz de hacer llover es un k×fir, mientras que no lo es quien dice que conoce estos indicios. Los campesinos saben si un año será fértil o seco y que las plantas aparecen en momentos determinados y de manera precisa. þUmar b. al-JaÐÐ×b eligió el momento adecuado para realizar la oración del istisq×’ para que coincidiera con un naw’ productor de lluvias[289]
[106] Al-Gaz×l÷ no quiso hacer el istisq×' hasta que Venus estuviera combusto en el signo de Piscis,[290], de acuerdo con el ejemplo de þUmar con el naw’ de las Pléyades quien siguió al respecto el consejo de un tío del Profeta (cf. [109]). A propósito de las cinco cosas que sólo Dios conoce, insiste (cf [105]) en la licitud de considerar las señales que suelen acompañar a la caída de la lluvia, aunque no se conozca el momento exacto; nadie sabe si el niño que lleva una madre en su vientre es varón o hembra, pero sí que será un ser humano que nacerá al cabo de unos nueve meses y que, si el vientre de la madre es exageradamente grande o está dividido (muftariq), tendrá gemelos etc. Acerca de la licitud de la predicción astrológica, argumenta citando Corán 37, 88-89, donde Abraham (cf. [6]) se presenta como persona capaz de predecir astrológicamente que va a caer enfermo. Buj×r÷ reproduce el relato de la predicción del advenimiento del Islam por parte de unos adivinos que afirman que llegará un circunciso (Mu¬ammad); algunos testigos señalan que no sólo los judíos se circuncidan sino también los árabes.
El pasaje termina con una referencia de al-Baqq×r al Ra’y al-þiy×n en el que ha encontrado evidencias experimentales sobre lluvias y sequías y sobre los fundamentos en los que se basan las predicciones meteorológicas.
[107] Las lluvias se deben a la ascensión abundante de vapores procedentes de las tierras, las montañas, los mares y los ríos según Aristóteles[291] y Abý Na½r al-F×r×b÷ (explicación física), pero esto se debe a la naturaleza que prevalece sobre el estado del aire, cuyo carácter se establecerá considerando el ascendente del año o del momento de la interrogación (mas’×la) y el planeta que favorece o perjudica al mencionado ascendente, a las restantes cúspides del horóscopo y a sus términos (¬udýd).
[108]
Este apartado da criterios que permiten predecir lluvias y sequías en función de la posición de los planetas. Estos criterios parecen basarse, en primer lugar, en su distancia al ecuador: cuanto más próximos al ecuador se encuentren, mayor será la posibilidad de lluvias y lo contrario sucederá si se alejan. Esto se advierte, por ejemplo, en la casuística siguiente:
1. La abundancia de planetas, especialmente los “pesados”, cerca de los solsticios produce sequía, mientras que si están cerca de los equinoccios hay humedad y abundancia de lluvias.
2. La lluvia será abundante cuando los planetas retrograden sobre el ecuador.
3. La falta de planetas en la zona del ecuador es indicio de escasez de alimentos.
4. Si abundan, indica lo contrario.
Este mismo criterio reaparece en dos conceptos nuevos:
- el “gran paralelo” (al-mad×r al-aþÞam) definido como el paralelo que describe un planeta cuando se encuentra en los signos zodiacales de Virgo, Piscis, Aries y Libra. A esta lista de signos podría añadirse Tauro y Escorpio, que no aparecen en el texto. Es evidente que el paralelo de declinación descrito por el planeta es mayor cuando se encuentra próximo al ecuador.
- el “paralelo menor” (al-mad×r al-a½gar) que corresponde a los signos de Gémini, Cáncer, Sagitario y Capricornio. También se podría añadir a la lista los signos de Leo y Acuario. En este caso, al encontrarse los planetas más alejados del ecuador, el paralelo que describen será menor
5. Saturno producirá una mayor subida [de vapores] cuando se encuentre próximo al “gran paralelo”. Mayor eficacia aún tendrá Marte, seguido por Júpiter.Cuando [estos planetas] se desplacen cerca del “paralelo menor” habrá sequía.
A lo anterior se añaden dos citas del libro Ra’y al-þiy×n que insisten en las mismas ideas anteriores:
6. La lluvia abunda si los planetas retrogradan en dirección al ecuador y es escasa si retrogradan hacia el norte o el sur.
7. Si la Luna pasa por debajo de ellos [= planetas] o está en conjunción con ellos, lloverá. 8. Si [la Luna] se desplaza por el norte o el sur, habrá nubes pero no lluvia.
Al analizar la posición de un planeta que se encuentra muy al norte o muy al sur y, por consiguiente, alejado del ecuador, los pasajes atribuidos tanto a al-Baqq×r como al Ra’y al-þiy×n, introducen otro concepto nuevo denominado ta£m÷n del que no conocemos precedentes[292]. En principio debiera tratarse de una división por 8 de un arco de la esfera celeste. Si se tratara de 360º (como en el caso del ta£l÷£, tarb÷þ o tasd÷s) el ta£m÷n daría como resultado 45º, pero esta interpretación parece poco probable ya que el texto nos habla de un ta£m÷n de la Tierra y de otro del Sol (?) y afirma:
9. Si los planetas están en la zona del Ecuador, lloverá salvo en el caso del ta£m÷n (?).
10. Si avanzan hacia uno de los dos polos no debe omitirse el estudiar su posición por si se encuentra en el ta£m÷n próximo al polo. Si se encuentre en los cuatro octavos próximos a los polos las lluvias serán escasas. Si se encuentra en el octavo próximo al signo de Libra (o sea, cerca del ecuador), habrá lluvias.
Al criterio anterior se añaden otro, basado en la situación del planeta en el hemisferio norte o sur (probablemente con relación al plano del ecuador). La presencia de los planetas en el hemisferio norte favorece la emisión de lluvias y lo contrario sucede cuando se encuentran en el hemisferio sur:
11. Conjunción de planetas en el hemisferio norte, encontrándose Saturno en el sur o, si Saturno está en el norte y la conjunción tiene lugar en el sur, escasez de lluvias.
12. Habrá abundancia de lluvias cuando los planetas estén próximos al norte en latitud y escasez de las mismas cuando se alejen hacia el sur.
13. Cuando los planetas están al sur, se alejan de la emisión [de vapores] debido a su inmovilidad (?) y a la brevedad de su giro [en los países de latitud norte?] y lo mismo sucede cuando están al norte a menos que brillen un momento/un poco, ya que la luz es lo que les da poder y excelencia.
Un tercer criterio, en el que se insiste mucho menos se refiere a los colores de los planetas:
14. Los que tienden al rojo y al amarillo como Marte y Saturno generan sequía, mientras que Venus y Júpiter producen lluvia. Esto se debe a que el color blanco está más relacionado con la humedad que el rojo y el [amarillo]. Por esto Júpiter produce lluvia a principio de Libra al igual que Marte cuando está en esta posición.
Finalmente, un cuarto criterio tiene que ver con la distancia geocéntrica del planeta:
15. Cuando los planetas están en su perigeo, su influencia es más notable, al revés de lo que ocurre cuando están en su apogeo. [109] Continúa otra cita del Ra’y al-þiy×n en la que se vuelve a repetir que debe retrasarse la oración del istisq×’ hasta que las condiciones astrales sean favorables, siguiendo el ejemplo de þUmar b. al-JaÐÐ×b y de Abý ©×mid al-Gaz×l÷ (cf. [106]). Da una explicación de la elección de al-Gaz×l÷ (Venus combusto en Piscis): Venus es similar a la Luna (astro asociado siempre con la lluvia) en magnitud, tamaño, color y fuerza tal como el autor del texto ha podido comprobar experimentalmente.
[110] Configuraciones celestiales que producen sequía: Júpiter y Saturno moviéndose en los paralelos de Capricornio y Gémini (o sea, lejos del ecuador), encontrándose Marte con ellos retrogradando durante seis meses en el mismo signo. El año será muy seco y no crecerá ninguna planta.
Al año siguiente, si Marte se separa de uno de los dos paralelos (de Gémini y Cáncer, o sea al norte) hacia el lado opuesto (en dirección hacia el ecuador) y no llega al paralelo de Libra o Aries (el ecuador) en el momento de plantar los cultivos, este año también será de sequía.
Si Marte retrograda en el “paralelo estrecho” (al-mad×r al-Åayyiq) [el paralelo menor definido en [108], que sitúa al planeta lejos del ecuador] en verano, esto no impedirá la sequía. La sequía que sólo se produce en invierno es rara.
Los años fértiles son más frecuentes que los de sequía. Una sequía no puede durar tres años seguidos porque a Dios no le gusta el desastre (al-fas×d).
El estado combusto de Venus, especialmente en el signo de Piscis, produce lluvias (cf. [106] y [109]). El autor, no obstante, ha podido comprobar que este indicio se puede ver debilitado si Marte causa perjuicio a Venus o al Sol en el momento de la combustión.
Si Marte está en aplicación con Qalb al-þaqrab (α Scorpii) o al-Dabar×n (a Tauri) lloverá abundantemente porque esto es lo que indican estas estrellas fijas.
Dificultades para hacer una previsión meteorológica. La mayoría de los autores antiguos no han conseguido predecir el momento en el que se producirá un cambio del tiempo. Tampoco hay fundamentos claros para establecer los años de fertilidad y de sequía.
2.3.8 Cálculo de los momentos de cambio climático
[111]
El autor se basa en el comentario de A¬mad b. Yýsuf al-K×tib al Karpós seudoptolemaico (dicho nº 60),[293] en un pasaje en el que expone un procedimiento para calcular los momentos de crisis en una enfermedad.
Reproducimos este pasaje a partir del ms. Escorial 969, fols. 96r y v:
البحرانات الصحيحة للاعلامي الأوقات التي يظهر فيها انتقال حال العليل إمّا إلى خير أو إلى شرّ في زمان سريع و هي كينونة القمر في زوايا مربع يحيط به الفلك المستقيم وبالتغير الذي يكون فيها وتدها وهي كينونة القمر في زوايا المثمن والذي هو قبل هذا كينونته في زوايا ذي الاثنى عشر ضلعا هذا بعدد أن يكون حال العليل حادثة على الاستواء ولم يذعره شيء من خارج ، فإذا وجدت في هذه الزوايا سعود من الثابتة والمتحيرة دلّ على انتقال صالح، وإن وجدت فيها نحوسا دلّ على انتقال رديء إلا ّ أن يكون النحس مضادّ للعلّة وهي في جسده والقمر في هذه الأماكن يدلّ على العلل الحادّة و الشمس على العلل المزمنة وكذلك كلّ كوكب فيما للكواكب من الأخلاق.
Al-Baqq×r expone un método (análogo a la determinación de la crisis de una enfermedad) que le permite hacer una estimación de la posición de la Luna en los momentos de crisis climática (mar×kiz al-bu¬r×n) en los que puede producirse un cambio en el tiempo atmosférico a lo largo del mes. El procedimiento es el siguiente:
[(α0(C2) - α0(C1)) + 360º] / 16 = F
en donde α0(C2) y α0(C1) son las ascensiones rectas de dos conjunciones consecutivas del Sol y de la Luna que marcan la duración de un mes lunar. La operación permite obtener F, que el autor denomina faÅlat al-ziy×da (diferencia aditiva). A continuación suma
α0(C1) + F = α0(T1)
Repetirá la operación quince veces más, utilizando el resultado previo. Así:
α0(T1) + F = α0(T2)
................................
................................
α0(T15) + F = α0(T16) = α0(C2)
Con lo que habrá obtenido dieciséis posiciones equidistantes de la Luna en ascensión recta a lo largo del mes.
A continuación, utilizará inversamente la tabla de ascensiones rectas y obtendrá las correspondientes dieciséis posiciones de la Luna en longitud (λ):
α0-1(Tn) = λ (Tn)
Las longitudes correspondientes serán trópicas por lo que, para usos astrológicos, las convertirá en sidéreas, restándoles la precesión. Cuando la Luna alcance cada una de estas posiciones en longitud se producirá un cambio meteorológico.
2.3.9 De nuevo el Ra’y al-þiy×n: mareas
[112] Las noches oscuras (sin luna) son más propensas a la lluvia que las claras en las estaciones cálidas y al contrario en las frías. Sigue una larga cita del Ra’y al-þiy×n sobre las mareas, según ha podido observar el autor en mares y ríos. Existen ciclos anuales, mensuales y diarios de las mareas.
Estos ciclos presentan bastantes coincidencias con los que menciona Posidonio de Apamea[294], el Madjal Kab÷r de Abý Maþ¹ar[295] y el Kit×b al-madd wa l-¥azr, anónimo aparentemente andalusí y atribuido a Ibn al-Zayy×t al- T×dil÷ (m. 1230) [296]:
Los máximos flujos (madd) anuales tienen lugar en los equinoccios y los períodos de máximos reflujos (¥azr) en los solsticios.
Los máximos flujos mensuales conciden con las sicigias (conjunción y oposición del sol y de la luna), mientras que los máximos reflujos se producen en las cuadraturas.
Los momentos de la subida de la marea cada día corresponden al paso de la luna por el meridiano en su culminación superior e inferior, mientras que la retirada de las aguas se produce cuando la luna tiene su orto y su ocaso.
Si uno de los planetas se encuentra con el sol y la luna está oculta, bajo el sol, o está en oposición a él en el momento del máximo flujo anual, la intensidad de este aumenta considerablemente. En verano se llenan los mares y los ríos y, cuando hay conjunción, aún más. En invierno el efecto se incrementa cuando hay oposición.
Con esto se terminan las citas de Ra’y al-þiy×n que es una fuente fiable porque se basa en experiencias (ta¥×rib) sólidas.
3. Tercera parte: indicios sobre cambios meteorológicos, lluvias y precios en períodos de años, meses y días de acuerdo con la mayoría de los astrólogos.
Contiene tres capítulos:
3.1 Capítulo 1º: Sobre clima y lluvias.
3.1.1 Normas generales para predecir los cambios del tiempo para ciclos de un año, un mes y de una semana
[113]
Los apartados [113] y [114] están claramente relacionados con el Kit×b al-b×riþ f÷ a¬k×m al-nu¥ým de Ibn Ab÷ l-Ri¥×l, concretamente con el capítulo 26 del libro VIII, que se cita casi literalmente, con algunas adiciones.[297]
Este primer apartado expone las normas generales para predecir los cambios del tiempo para ciclos de un año, un mes y de una semana. En el primer caso (predicción anual) deberá levantarse el horóscopo de la [primera] conjunción Luna-Sol anterior al equinoccio de primavera. Se tendrá también en cuenta la posición de los dos luminares en el mencionado horóscopo. Menciona también el horóscopo de la [primera] oposición Luna-Sol y el planeta dominante (al-mustawl÷) en el horóscopo.
A continuación se refiere a predicciones semanales basadas en el análisis de los horóscopos de las cuatro fases de la luna a lo largo del mes lunar, teniendo en cuenta la naturaleza de la estación a la que pertenece el mes en cuestión. Así, si los indicadores señalan lluvias pero el mes corresponde al verano, no lloverá pero habrá humedad y brisa.
3.1.2 Predicciones en función del planeta indicador del año o del mes
[114]
En este apartado detalla la casuística en función de qué planeta sea el indicador del año o del mes. La lógica del sistema es la habitual: Saturno y Marte tienen efectos perjudiciales para el clima y la naturaleza cálida y seca de Marte produce un aumento del calor tanto en verano como en invierno. Júpiter, Venus y la Luna, en cambio, producen efectos benéficos.
En el caso de Mercurio, cuya naturaleza es ambigua, la casuística se complica y deben tenerse en cuenta
1) la naturaleza del signo en el que se encuentra, teniendo en cuenta que:
- los signos de fuego (Aries, Leo, Sagitario) son cálidos y secos
- los signos de tierra (Tauro, Virgo, Capricornio) son frío y secos
- los signos de aire (Gémini, Libra, Acuario) son cálidos y húmedos
- los signos de agua (Cáncer, Escorpio, Piscis) son fríos y húmedos
2) el planeta con el que está en conjunción o aspecto. Entre los aspectos, la conjunción, oposición y cuadratura tienen mayor fuerza que el trino o el sextil. Por otra parte debe tenerse en cuenta la naturaleza del planeta:
- Saturno: muy frío y seco
- Júpiter: moderadamente cálido y húmedo
- Marte: muy cálido y seco
- Venus y la Luna: moderadamente frío y húmedo
- Mercurio: tiende a ser frío y seco
El aspecto con Marte, que se encuentra en signos de fuego, produce calor. El aspecto con Saturno, de naturaleza fría y seca, en signos de agua o tierra, produce frío. En cambio, si Saturno está en signos de agua, el clima será equilibrado. El mismo resultado lo producirá el aspecto con Marte, cuando este planeta esté en signos de agua y tierra.
El detalle de esta casuística es el siguiente:
Si el indicador del año o del mes es Saturno y este planeta se encuentra en posición de fuerza en una de las cúspides del horóscopo o en una de las cúspides del señor del ascendente[298], reforzado por sus dignidades (¬uÞýÞ), especialmente si está en el medio cielo, esto indica cambios meteorológicos perjudiciales tanto en verano como en invierno. Si se aparta de las cúspides, el tiempo se mantendrá estable. Pero si Saturno está en una de las cúspides del señor del ascendente,[299] sus efectos serán más débiles. Si retrograda de manera desordenada no puede hacerse una predicción coherente.
Si Marte se encuentra tal como hemos descrito a Saturno, especialmente si está en el medio cielo, se aumenta el calor en verano, se reduce el frío en invierno y se tiende al calor en los equinoccios. De manera general, aumenta el calor, soplan vientos pestilentes, abundan relámpagos, truenos y rayos destructores y vientos cambiantes por tierra y por mar, que producen el hundimiento de naves, afectan a los ríos y se reduce el caudal de las fuentes y los pozos.
Si, en lugar de los dos planetas anteriores, ocupan las posiciones mencionadas Júpiter,Venus o la Luna, las indicaciones meteorológicas son equilibradas y buenas, fructifica todo lo que se siembra, soplan buenas brisas y el viento del norte, escasean las alteraciones bruscas del tiempo y se modera el flujo y el reflujo de las mareas y de las aguas de las fuentes y de los ríos. Si Venus se encuentra junto con la Luna, los efectos son buenos en el clima.
En lo que respecta a Mercurio, si se encuentra en el medio cielo en el horóscopo de la conjunción o de la oposición (del Sol y la Luna) y en signos de aire, o en una de las cúspides de uno de los dos planetas nefastos,[300] indica cambios molestos en el tiempo. Mercurio tenderá a adoptar la naturaleza del planeta con el que esté en conjunción o en aspecto. Si los indicios se refieren a Mercurio de manera aislada y el planeta está retrogradando, producirá vientos desordenados y, a veces, truenos, relámpagos y rayos destructores, eclipses y terremotos muy dañinos. Si uno de los dos planetas nefastos se encuentra en una cúspide de (?) Mercurio y Mercurio está en una cúspide afortunada[301], este planeta ocupará el lugar de uno de los dos nefastos en el signo de la conjunción. Si Mercurio está en una cúspide del horóscopo de la conjunción (Sol-Luna) o en la casa que sigue a la cúspide, considéralo el indicador. Luego considera si se mezcla con Saturno o Marte: si está en aspecto de cuadratura, conjunción u oposición con Marte y este último planeta está en un signo de fuego, aumenta el calor en verano y disminuye el frío en invierno. Si el aspecto es trino o sextil y Marte está en un signo de fuego, la indicación será la misma que antes pero tendrá menor virulencia. Si es Saturno el que aspecta a Mercurio en cuadratura, conjunción u oposición, y está en uno de los signos fríos y secos o húmedos, como Cáncer y los signos de su triplicidad, aumenta el frío en invierno y se reduce el calor en verano. Si Mercurio aspecta en trino o sextil a Saturno, los efectos serán menores. Si Saturno está en signos cálidos y húmedos, que son Géminis, Libra y Acuario (triplicidad de aire) y Mercurio lo aspecta en conjunción, oposición o cuadratura, el tiempo será equilibrado y bueno y las plantas darán frutos. Lo mismo, aún mejor, sucederá si el aspecto es trino o sextil y Saturno está en signos de aire. Algo similar tendrá lugar si es Marte el que se mezcla con Mercurio encontrándose en signos fríos y secos o húmedos y el aspecto es de cuadratura, conjunción u oposición.
3.1.3 Tres lotes o partes: sahm al-maÐar, sahm al-riy׬ y sahm al-ayy×m.
[115] Define el sahm al-maÐar (“parte o lote de la lluvia”) [302]: si es de día, se toma la distancia, medida sobre la eclíptica, entre el grado de la conjunción (del Sol y la Luna) y el domicilio de la Luna; si es de noche, al revés (o sea distancia entre el domicilio de la Luna y el grado de la conjunción). El resultado se resta de la posición del ascendente de la conjunción. El grado de la eclíptica que se alcance tras esta operación será el sahm al-maÐar. Si un planeta inferior se encuentra en una de las cúspides, cuando la Luna alcance el grado del sahm se producirá lluvia.
La definición del sahm al-maÐar de al-Baqq×r es casi idéntica a la que da Abraham ben cEzra en el Rešit ©okhma,[303] mientras que al-B÷rýn÷ menciona un sahm al-amÐ×r calculado de manera distinta.[304]
[116] Define el sahm al-riy׬ (“parte o lote de los vientos”) y distingue dos subcasos:
Si Mercurio no está en su domicilio, se toma la distancia entre el grado de Mercurio y el grado del planeta que domine el domicilio de Mercurio. Se suma el resultado a los grados del ascendente y se resta la suma de la posición del ascendente. El resultado nos dará la posición del sahm.
Si Mercurio está en su domicilio, toma el grado y minutos de Mercurio y súmale los grados del ascendente. Resta el resultado del ascendente y se obtiene el sahm.[305]
Para hacer predicciones trimestrales y mensuales hay que considerar el momento de la entrada del sol en los equinoccios y los solsticios, así como en cada uno de los doce signos zodiacales.
El principio del pasaje da unas instrucciones sobre los indicios que deben asociarse al sahm: si Saturno o Marte están con él o con el señor de ambos planetas,[306] puedes predecir lo mismo que antes para cuando estos dos planetas están en una cúspide (cf. [114]).
[117] Sahm al-ayy×m
Se refiere a un tercer sahm el sahm al-ayy×m (“parte o lote de los días”), mencionado por Abý Maþ¹ar, según al-Baqq×r, aunque este lote no aparece en su Madjal Kab÷r, encontrándose, en cambio, en el al-Kit×b al-B×ric de Ibn Ab÷ l-Ri¥×l,[307] donde también se atribuye a Abý Maþšar. Es posible que la fuente de Ibn Ab÷ l-Ri¥×l fuera el Kit×b al-sih×m o el Kit×b al-amÐ×r wa l-riy׬, ambos de Abý Maþšar.[308] Este sahm permite hacer una predicción meteorológica día a día.
Para calcular este sahm se toma la distancia entre el grado del Sol y el grado de Saturno y el resultado se resta, cada día, del grado de la Luna en el momento de la salida del Sol. Si Mercurio aspecta al sahm o coincide con él, habrá viento en aquel día. El viento será aún más fuerte si la Luna se encuentra con él (sahm) y, de manera especial, si Venus está asociado con ellos (sahm, Luna, Mercurio?). La situación meteorológica de cada día será la que corresponda a la naturaleza del planeta que coincida con el sahm, así como también a la del domicilio del planeta:[309]
Si el sahm está en el domicilio de Saturno el día será frío; si se encuentra en el domicilio de Júpiter el tiempo será bueno y la brisa suave; si coincide con el domicilio de Marte, hará calor y los vientos serán cálidos; si está en el domicilio del Sol hará también calor; en el domicilio de Venus lloverá; en el domicilio de Mercurio, los vientos serán dispersos, sin una dirección constante; en el domicilio de la Luna, lloverá, de acuerdo con lo que indiquen la conjunción y la oposición Luna-Sol aquel mes y los efectos combinados de los distintos planetas implicados.
Debe considerarse el ascendente del momento en el que la Luna entra en el primer minuto de su signo zodiacal y ver qué planeta está en aspecto con ella, lo que constituye un indicio suplementario para la predicción. Así, si la Luna está en aspecto con Venus o Mercurio en signos de lluvia,[310] habrá lluvia este mes si es época de lluvias. De otro modo, Venus producirá humedad y Mercurio vientos.
3.1.4 Indicios de la Luna a su paso por los signos zodiacales
[118]
Este pasaje predice el tiempo para períodos muy breves ya que la Luna se mantiene en cada signo zodiacal durante sólo 2.3 días. Resulta difícil encontrar aquí una explicación para el sistema, a partir de la combinación de la naturaleza de la Luna (fría y húmeda) con la de los signos que pertenecen a cada triplicidad:
La frialdad y humedad de la Luna debieran cancelarse cuando se encuentra en signos de fuego (Aries, Leo, Sagitario), que son cálidos y secos. Pese a ello la Luna produce abundancia de aguas en Aries, calor en Leo y vientos en Sagitario.
Del mismo modo la presencia de Luna en signos de tierra (fríos y secos) da lugar a vientos y lluvia en Tauro, humedad y vientos en Virgo, calor y escasas lluvias en Capricornio.
El paso de la Luna por signos de aire (cálidos y húmedos) produce un tiempo aatmosférico duro en Gémini, viento y lluvia en Libra, y lluvia en Acuario. Aquí la humedad predomina en, al menos, dos de los tres signos de la triplicidad.
La presencia de la Luna en signos de agua (fríos y húmedos) da lugar a viento en Cáncer, tiempo seco y frío en Escorpio, vientos y lluvia en Piscis.
3.1.5 Predicciones en función de los términos (¬udýd) en los que se produce la conjunción y la oposición del Sol y de la Luna
[119]
A lo largo de cada mes, los momentos de la conjunción y la oposición del Sol y de la Luna coinciden con cambios atmosféricos que, en invierno, producen nubes y, en verano, vientos y calor intenso. El autor matiza estas predicciones recurriendo a los “términos” (¬udýd), divisiones desiguales de los signos zodiacales, cada uno de los cuales está gobernado por un planeta:[311]
En invierno la conjunción Sol-Luna en los términos de Venus produce humedad y lluvias; en términos de Mercurio vientos y, a veces, grandes pánicos; en los términos de Júpiter, buen tiempo; en los de Marte calor intenso.
Cuando la conjunción se produce en verano en los términos de Venus, aparecen nubes; en los de Mercurio, vientos; en los de Saturno tempestades; en los de Júpiter buen tiempo templado; en los de Marte, calor intenso y vientos perjudiciales.
3.1.6 Procedimiento general para predecir el tiempo a lo largo del mes
[120]
Debe observarse con qué planeta entra en aspecto la Luna cuando abandona la conjunción o la oposición con el Sol: si lo hace con Saturno, estando también Venus en aspecto con este planeta en uno de los signos de lluvia (Cáncer, Leo, Escorpio, Acuario y Piscis, siendo Leo y Acuario los más fuertes a este respecto), lloverá. Los planetas que más favorecen la lluvia son Venus, la Luna y Mercurio[312] (cuando este último se mezcla con los otros dos planetas en signos de lluvia).
La conjunción u oposición antes descritas no producirán lluvia si Saturno está en signos de fuego. Si Mercurio está en aspecto con Saturno, habrá nubes, vientos, escasas lluvias, empeorará el tiempo sin que se produzca humedad.
Si la Luna llega a una cúspide del horóscopo de la conjunción y se aplica con Venus o con Mercurio, lloverá en ese día, a menos que , al principio del mes, la Luna esté en aspecto con Marte, en cuyo caso habrá truenos, relámpagos, viento y lluvias escasas, salvo que llegue la oposición con la Luna aspectando a uno de los planetas benéficos cuando se separa [de la oposición con el] Sol, en cuyo caso las lluvias serán abundantes.
Si el primer minuto de la conjunción es el comienzo de los momentos de crisis climática (mar×kiz al-buhr×n) descritos más arriba en [111], se producirá un cambio de tiempo en todas las cuartas partes del mes.
Conviene investigar los planetas que se encuentran en los dos ascendentes y en las otras cúspides de la conjunción o de la oposición Luna-Sol anterior al paso del Sol por los equinoccios y solsticios, ya que constituyen el indicio más sólido y general. De nivel medio son las indicaciones que se obtienen de los planetas situados en las casas que siguen a las cúspides. Los planetas que se encuentran en las casas cadentes (s×qiÐa, las que preceden a las cúspides) dan los indicios más débiles y son los que tienen menor efectividad. Si en una configuración (¹akl) determinada el indicador (al-dal÷l) es el Sol, su influencia en el clima es la más fuerte y más patente. Si no se encuentra en ninguna configuración, su eficacia será menor.
3.1.7 Indicaciones de los planetas sobre los cambios de tiempo y sobre otras cosas
[121]
Estas indicaciones se basan en la relación aspectual entre la Luna y los distintos planetas y se refieren a períodos breves de tiempo, ya que parten de la posición de la Luna tras la conjunción y oposición con el Sol que se producen cada mes lunar. A ello se añaden las predicciones basadas en la posición de la Luna tras cada una de las sicigias y cuadraturas, lo que implica un período de algo más de siete días. Al final del apartado se considera el paso de la Luna por cada signo zodiacal (período de algo más de dos días) y se dan indicaciones para hacer predicciones día a día.
Si la Luna entra en aspecto con Saturno tras abandonar el punto de la conjunción o de la oposición con el Sol indica tiempo equilibrado si es verano, mientras que en invierno indica frío debido a su naturaleza. En invierno habrá nieve, agua y grandes daños para las gentes.
Si la Luna entra en aspecto con Júpiter, tras haber abandonado cualquier punto[313], el tiempo será bueno y equilibrado y tendrá todo tipo de efectos benéficos para los animales, las plantas y los seres humanos (salud, justicia y seguridad). En verano, si Júpiter se encuentra sobre la eclíptica o en una zona próxima hacia el sur, aumentará el calor. Si su latitud es septentrional, habrá vientos del norte, especialmente si Júpiter y la Luna coinciden en latitud.
Si la Luna aspecta a Marte tras haber abandonado la conjunción o la oposición y el planeta está en posición de fuerza, puede predecirse la aparición de los indicios propios de Marte en cada uno de los signos zodiacales. así como también según los indicios del signo desde el cual la Luna está en aspecto con Marte. Los efectos son calor, derramamiento de sangre, guerras y matanzas. El calor será excesivo especialmente en verano o si Marte es oriental (mu¹arriq) con respecto al Sol[314](por lo que aumenta su fuerza), mientras que no lo será si Marte es occidental (mugarrib). Si la Luna no se ve con claridad, habrá un gran perjuicio para las gentes del domicilio de la Luna (Cáncer, cf. supra [38]), así como para las de su raza y naturaleza. Si la Luna aspecta a Marte tras haber abandonado la primera cuadratura (con el Sol) y estaba en posición de fuerza en la conjunción, el pronóstico será tal como hemos expuesto, especialmente si se encuentra en una de las cúspides o en posición maléfica en los horóscopos antes descritos. Si se aplica a Marte, tras abandonar el punto de la conjunción o de la segunda cuadratura (con el Sol), la indicación carece de la fuerza mencionada porque esta es más patente cuando su luz aumenta que cuando disminuye.
Si la Luna se aspecta con Venus indica lluvias y humedad. Si la latitud de la Luna es meridional y Venus es occidental (mugarriba) o retrograda, habrá lluvia, especialmente si la aplicación se produce tras abandonar la Luna el punto de su plenitud, porque la naturaleza de la Luna resulta entonces más adecuada.
Si la Luna entra en aspecto con Mercurio tras haber abandonado cualquier punto, siendo su latitud septentrional, soplarán vientos del norte especialmente si es oriental (mu¹arriq). Si es occidental (mugarrib) las indicaciones serán más débiles. Si su latitud es meridional soplarán vientos del sur, que generan lluvias, especialmente si es occidental. Si es oriental los efectos serán menores. Debe valorarse la fuerza de la Luna y el planeta del que se separa Mercurio, porque los indicios que produce y su naturaleza están mezclados con la del planeta del que se aparta. Si Mercurio está retrogradando y se aplica a la Luna, debe hacerse una predicción en función del color (cf. [108]-[109]) y del peso y la predicción no acabará de cumplirse.
Si Venus o Mercurio retrogradan y la Luna entra en aspecto con uno de ellos, hay que predecir lluvia, siendo los indicios más poderosos que cuando avanzan con movimiento directo.
Cuando la Luna se aspecta con dos planetas o más en el momento en el que abandona la conjunción, oposición, o una de las dos cuadraturas, debe considerarse la indicación del planeta más fuerte porque sea el mubtazz[315] sobre uno de los horóscopos o sobre el ascendente, o porque esté en situación de fuerza en una de las cúspides, o porque tenga mayor dignidad en el grado de la conjunción o de la oposición. Si dos planetas están igualados, considera cuál de los dos es el más fuerte en el lugar que ocupa y el que tiene más dignidades en su signo.
Debe elaborarse una predicción sobre esta base a partir del horóscopo de la conjunción o de la oposición en todos los asuntos relativos a la meteorología, los precios, la gente, los reyes, las ciudades y las guerras. Los indicios serán válidos para un período de menos de quince días.
Si se quiere hacer una predicción para cada día, se debe conocer la posición de los dos luminares con precisión para el momento de la primera y la segunda cuadratura y el horóscopo del momento en cuestión. Se pronosticará de acuerdo con lo que se ha expuesto y los indicios serán válidos para unos siete días y medio.[316] Luego debe calcularse la longitud verdadera de la Luna para el momento en el que entra en cada signo, establecer el ascendente de este momento y considerar la posición del mubtazz de la conjunción u oposición anterior. Debe tenerse en cuenta la disposición de los astros: la posición de los dos luminares, el mubtazz del horóscopo, el estado de señorío de la Luna, la solidez de los planetas situados en las cúspides o su caída. El pronóstico de este horóscopo será válido para dos días y medio, aproximadamente.[317] Si se considera el aspecto de la Luna en cada día puede elaborarse la predicción correspondiente. El pronóstico debe basarse en las cuatro cúspides y los cuatro sectores de la eclíptica que tienen la naturaleza del agua, fuego, tierra y aire.[318]
3.1.8 Ta’s÷s×t
[122]
Este apartado se ocupa de las ta’s÷s×t y sigue de cerca el Kit×b al-B×riþ de Ibn Ab÷ l-Ri¥×l.[319] Se trata también, sin duda, las faš÷š×t de que habla al-B÷rýn÷:[320]: una serie de posiciones determinadas de la Luna, en su círculo deferente, partiendo de su conjunción con el Sol. Según al-Kind÷, al-B÷rýn÷[321] e Ibn Ab÷ l-Ri¥×l, estas posiciones alcanzan el número de 12 y son 0;1º, 12º, 45º, 90º, 135º, 168º, 180º, 192º, 225º, 270º, 315º, 348º.[322] La lista de al-Baqq×r, en cambio, llega a 24, 12 a cada lado del eje formado por la conjunción-oposición, a intervalos no iguales pero manteniendo una simetría (12o, 22;30o, 45o, 60o, 67;30o, 90o, 112;30o, 120o, 135o, 157;30o, 169;30o, 180o, 192o, 202;30o, 225o, 240o, 247;30o, 270o, 292;30o, 300o, 315o, 337;30o, 349;30o, 360o). Puede comprobarse que los intervalos entre los valores sucesivos son 12o, 10;30o, 22;30o, 15o, 7;30o, 22;30o, serie que se repite en orden inverso. Estos mar×kiz al-ta’s÷s×t (como los mar×kiz al-bu¬r×n definidos en [111]) son puntos sensibles en el recorrido mensual de la Luna y, según señala el propio al-Baqq×r, "ocupan el lugar de las cúspides [en los horóscopos] de los lugares de la conjunción y oposición [Luna-Sol]".[323]
Conviene señalar que el texto insiste en la importancia meteorológica de la entrada del Sol en Escorpio 20º (cf. [126] y [129]).
Cuando la Luna alcanza una de estas posiciones y entra en aspecto con uno de los planetas que producen lluvia en un signo de lluvia o hay movimientos en la atmósfera habrá lluvia en este día, si es época de lluvias.
Luego debe considerarse si el paso por estos centros coincide con una apertura de puertas (cf. [123]) y levantar el horóscopo de la conjunción o de la oposición. Hay que tener en cuenta el ascendente, el señor del ascendente y el señor de la casa VII y si, entre ambos, hay aplicación (itti½×l),[324] reflejo de la luz (radd al-nýr),[325] acumulación de luz (¥amþ al-nýr)[326] o recepción (qubýl)[327]. Si la Luna se encuentra en estas condiciones (está en uno de los centros y hay apertura de puertas) [habrá lluvia].
Los mejores indicadores de lluvia son Venus, Mercurio y la Luna. Si están próximos al Sol, o retrogradan o avanzan con lentitud o si uno o dos de los planetas superiores retrogradan o avanzan con lentitud, lloverá.
3.1.9 Apertura de puertas
[123] Apertura de puertas a la lluvia y a otras cosas como vientos, calor y frío.
Abw×b al-futý¬ o abw×b al-futý¬×t (“puertas de apertura”). El concepto de fat¬ al-b×b aparece en multitud de fuentes orientales como cUmar ibn Farruj×n, al-Kind÷,[328] al-Qab÷½÷,[329] Kýšy×r b. Labb×n[330] o al-B÷rýn÷[331] (no en el Madjal Kab÷r de Abý Maþšar) con pequeñas variantes:[332] se produce cuando un planeta inferior se aplica (itti½×l) a uno superior cuyos domicilios son signos situados en oposición sobre la eclíptica, tal como sucede con Venus (Libra y Tauro) y Marte (Escorpio y Aries) y con Mercurio (Virgo y Géminis) y Júpiter (Sagitario y Piscis). Esta es la definición de al-Qab÷½÷, pero tanto Kýšy×r como B÷rýn÷ consideran también el caso inverso (un planeta superior se aplica a uno inferior) y B÷rýn÷ también tiene en cuenta los casos de Sol y Luna con Saturno, ya que el domicilio del Sol (Leo) se opone al domicilio diurno de Saturno (Acuario) y el de la Luna (Cáncer) al nocturno del planeta (Capricornio). La definición de al-Baqq×r parece seguir la opinión de Ibn Ab÷ l-Ri¥×l,[333] en el sentido de que ambos consideran que la Luna tiene una parte activa en el proceso y que la apertura de puertas se produce cuando la Luna se separa de uno de los dos planetas emparejados (Venus-Marte, Mercurio-Júpiter) y se aplica al otro.
Si la Luna cumple la condición anterior y está en un centro de ta’s÷s, habrá lluvia o viento o calor o frío. Si la Luna está en un lugar húmedo y se aplica a un planeta húmedo, sin que haya apertura de puertas, la lluvia se retrasará. Si la Luna llega a una de las cúspides de la conjunción u oposición [anterior] y esta cúspide coincide con un signo de aire o agua, habrá un cambio de tiempo en aquel día. Si, desde este signo, la Luna se aplica con Venus o Mercurio, lloverá, especialmente en invierno y será el mejor momento para hacer la oración del istisq×’.
Otro indicio de lluvia: debe conocerse el momento en el que Venus entra en el signo. Si el señor de este signo se encuentra en un signo de agua, lloverá durante este mes, especialmente si este signo coincide con una cúspide de la conjunción u oposición [anterior]. Si el signo es de aire o de tierra, la naturaleza del mes coincidirá con la del signo. Si el señor de la casa en la que se encuentra Venus se desplaza hacia otro signo, la naturaleza del mes coincidirá con la del signo al que se ha desplazado el planeta. La naturaleza de este signo se verá reforzada si la Luna se instala en el signo en el que se encuentra el planeta que domina la casa de Venus.
3.1.10 Sobre el frío y el calor: predicciones para un año.
[124]
Debe considerarse la posición de Saturno y Marte en el momento del comienzo del año
(ta¬w÷l al-sana): si Saturno está en signos de fuego [cálidos y secos], disminuirá el calor durante aquel año [ya que Saturno es de naturaleza fría]. Si es Marte [cálido] el que está en estos signos, el calor aumentará.
Si Saturno está en la triplicidad de tierra [fría y seca], aumentará el frío, mientras que si es Marte el que se encuentra en esta triplicidad, el frío disminuirá.
Si Saturno está en la triplicidad de aire [cálida y húmeda], se reducirá el calor, pero si se trata de Marte, aumentará.
Si Saturno está en la triplicidad de agua [húmeda y fría] aumentará el frío, mientras que si es Marte, disminuirá.
Si los dos luminares están en conjunción con un planeta cualquiera y el lugar de la conjunción tiene declinación septentrional, hará mucho calor. Si la declinación es meridional, hará mucho frío. El frío y el calor dependen también de la estación del año.
[125] Si el indicador del año es Marte y ocupa una cúspide en el horóscopo del principio del año y esta cúspide coincide con un signo cálido o de fuego, hará calor en aquel año, especialmente si el Sol está empujando (d×fiþa)[334] a Marte desde el signo de Aries, los planetas fríos [Saturno, Venus , Mercurio y Luna] están inconjuntos (s×qiÐa)[335] con respecto a él [Marte] y Saturno está ascendiendo en su esfera (½×þid f÷ falaki-hi)[336]. [Este aumento del calor] se producirá especialmente en el verano de este año.
Los mismos criterios pueden aplicarse a Saturno, cuando se encuentra en una cúspide que coincide con signos fríos. Si Júpiter está en aspecto con él, el tiempo será templado y bueno. Si el indicador del año es Saturno, Venus o la Luna le empujan, Saturno desciende en su esfera (h×biÐ f÷ falaki-hi) en signos fijos (£×bita) y Venus también desciende en su esfera, el invierno de aquel año será muy frío y perjudicial para hombres, animales y plantas. Si Saturno avanza lentamente (baÐ÷’ al-sayr), indica que esta situación durará, especialmente si se encuentra en signos fijos (cf. [1]). Si Saturno retrograda o avanza con rapidez (sar÷þ) y se encuentra en un signo trópico (cf. [1]), la situación durará poco.
El indicador del frío en invierno en el horóscopo del principio del año apunta a un buen verano en la parte sur. El indicador de un verano muy cálido en la parte norte indica calor en invierno en la parte sur. Cuando Saturno y Marte, en el momento en el que son indicadores, están retrogradando ello indica que pierden fuerza para ser indicios de calor o frío. Lo mismo sucederá cuando el señor del año esté próximo a estos dos planetas, estando ambos en esta situación.
Cuando Marte esté en el ascendente, hará calor a principio del verano. Si está en el medio cielo, el calor se producirá a medio verano, Si está en la casa VII, al final del verano. Si está en la cúspide de la tierra (casa IV) los pronósticos serán los contrarios. Lo mismo puede decirse del invierno, en función de la posición de Saturno en las cúspides.
Si el indicador del año está en uno de los signos cálidos, especialmente los de fuego, esto indica mucho calor en el verano de aquel año. Si está en signos fríos, especialmente los de agua, hará mucho frío en el invierno de aquel año. Si el grado de la conjunción o de la oposición anterior al principio del año, o al principio de la estación, se aplica a un planeta situado en signos de fuego (los más fuertes) o de aire, hará calor.
Debe tenerse en cuenta al señor del grado de la conjunción o de la oposición y a la aplicación de la Luna con el lugar que ocupa: si se cumplen las condiciones antes mencionadas, hará calor. Si la Luna y el grado [de la conjunción o de la oposición] se aplican a los planetas cálidos desde signos cálidos, hará mucho calor.
Lo mismo puede decirse del frío, recurriendo a Saturno. Si éste se encuentra descenciendo en su esfera, es indicio de lluvias abundantes pero no de frío.
En lo que se refiere a las lluvias debe considerarse el signo, el señor del ciclo del año y de la luna, la parte de la fortuna, el señor de la qisma y de la fard×riyya y la [proyección de] los rayos, tal como se ha expuesto al hablar de las lluvias.[337]
Aquí al-Baqq×r está introduciendo conceptos nuevos de los que la parte de la fortuna (sahm al-saþ×da) deriva de la tradición clásica,[338] mientras que la referencia a los grandes ciclos históricos deriva de la astrología indo-persa. Aquí aparece la referencia a dos de ellos: qisma y fard×riyya (aquí ifr×diyya). Al-B÷rýn÷ habla, en el Tafh÷m de los períodos denominados fird×r×t aplicados a la vida humana[339] pero, aquí, se trata de grandes ciclos que afectan a la historia de la humanidad y que eran conocidos en al-Andalus, al menos desde el s. X, en el que se inició un fard×r "poderoso", según el testimonio de una obrita de þUmar b. Farruj×n al-Æabar÷ (Inc. "Dixit Kankaraf Indus") adaptada en Córdoba utilizando la revisión de Maslama de las tablas de al-Jw×rizm÷[340]. Si, por ejemplo, la ifr×diyya de al-Baqq×r corresponde a un fard×r "poderoso", se trata de un período de 360 años solares durante los cuales se produce el predominio de un planeta y de un signo zodiacal. Podría, asimismo, considerarse que está hablando de períodos más breves que corresponden a los fard×res "mediano" o "pequeño", cada uno de los cuales está sometido al dominio de un planeta[341]. Del mismo modo, la qisma es otro ciclo de 360 años[342]. Se explica, por tanto, que al-Baqq×r nos diga que hay que tener en cuenta al "señor" (planeta dominante) de la qisma y de la ifr×diyya.[343] En lo que se refiere a los rayos, parece que el texto se está refiriendo a la técnica astrológica de la “proyección de rayos” (maÐra¬ al-¹uþ×þ×t) que consiste en considerar que un planeta proyecta sus rayos hacia los signos con los que está aspectado (en trino,textil, cuadratura u oposición) con lo que ejerce influencia sobre estos signos y sobre los planetas que pasen por ellos.[344]
El texto de al-Baqq×r sigue, a continuación sobre las predicciones de calor y frío: Si Marte es oriental (mu¹arriq) en el momento de la entrada del Sol en el signo de Cáncer, hará mucho calor y vientos perniciosos. Si Venus es oriental cuando el Sol entra en Capricornio, habrá mucho frío y nieve en invierno. Si el signo del medio cielo, en el momento del inicio del año, es aéreo y se encuentran en él los elementos nefastos, o bien si la Luna está infortunada en este signo, ello indica acontecimientos atmosféricos como el paso de cometas, muchas estrellas fugaces,[345] y descenso de planetas en este año.
[126] Si la Luna se separa de una conjunción (mu¥×sada) con Saturno en signos fríos, es indicio de mucho frío y caída de la nieve. Si se separa de la oposición con Marte en un signo cálido indica incendios. Si la Luna está en oposición al signo de Escorpio en verano, hará mucho calor este día. Si es en invierno, subirá la temperatura.
Debe considerarse el caso de que un planeta está en Tauro 13º en conjunción con otro. Si Saturno es el que está en conjunción o entra y sale del signo (taraddada ÿalayhi), hará mucho frío y caerá nieve en los lugares en los que, habitualmente, se produzca.
Si hay un planeta en Escorpio 18º y Marte está en conjunción con él o pasa por el [grado], el aire se corromperá y se producirán epidemias y cosas insólitas. Si es Saturno el que está en conjunción o entra y sale de allí (taraddada hun×lika), hará mucho frío en aquel año, el invierno será largo, habrá vientos tempestuosos y morirán personajes importantes.
Si hay un planeta en Piscis 18º y Marte está en conjunción con él o entra y sale de allí, indica muchas lluvias, vientos, truenos, y la gente se verá afectada por rumores terribles. Si el nodo está asentado en esta posición estos acontecimientos serán aún más intensos.
Este pasaje alude al interés que tienen para la meteorología tres grados de la eclíptica: Tauro 13º, Escorpio 18º y Piscis 18º. Si un planeta está en uno de estos grados y entra en conjunción con Saturno o Marte, eso tendrá diversas consecuencias. El carácter sensible de dos de los tres grados mencionados puede, tal vez, relacionarse con la afirmación de Ibn Hibint×[346] quien señala que el período de lluvias en Iraq, clima de Babel y las zonas septentrionales empieza cuando el Sol entra en Escorpio 19o y termina a su paso por Tauro 19o, lo que implica una interpretación puramente meteorológica de la elección del momento: se levanta el horóscopo cuando se inicia el período de lluvias.
[127] Si Marte desciende [en su esfera] en el momento del inicio del año, mientras que el Sol y Saturno ascienden, eso indica calor en este año y dificultades para las gentes que lo sufren. Si Saturno y Marte descienden, el calor del verano será moderado. Si Saturno asciende y Marte desciende, hará poco calor este año y el clima será bueno.
Si la Luna asciende y Venus desciende habrá mucha humedad y vientos en verano por la parte sur. Si ambas ascienden, la humedad será escasa y soplará viento sur durante el verano. Si ambas descienden, habrá fríos vientos del norte generalizados en aquel año.
Si Marte asciende y Saturno desciende soplarán muchos vientos cálidos (sumým). Si Júpiter asciende y Saturno desciende el tiempo será bueno y los vientos moderados. Si el Sol y Marte ascienden, esto apunta a un invierno muy frío. Si el Sol y Saturno ascienden mientras que Marte desciende, hará poco frío en invierno.
Si Venus y la Luna están en el mismo lado, norte o sur [con relación a la eclíptica] y ambas descienden, habrá mucha lluvia, humedad y viento sur. Si ambas ascienden y se encuentran en distinto lado, la lluvia y la humedad serán abundantes al final del año. Si ambas descienden, esto se producirá a principio del año. Si una asciende y la otra desciende, el año tendrá un clima moderado. Si Venus es occidental [con respecto al Sol], el verano no será [cáluroso] y los vientos serán buenos. Si es oriental se producirán desgracias y epidemias.
Si Saturno y Mercurio están en el mismo lado indican que el viento soplará del norte en ese año. Si Mercurio y Júpiter descienden, el aire se humedecerá. Si el Sol y Marte están en el mismo lado, hará mucho calor y soplarán vientos ardientes (sam×’im) en este año.
Debe tenerse en cuenta el ascenso o descenso de estos planetas, el lado norte o sur en el que se encuentran, especialmente en relación con el invierno y el período próximo al mismo.
3.1.11 Eclipses
[128] Si se produce un eclipse de Sol o de Luna en un signo de agua o de tierra y uno de los dos luminares se aplica con Saturno, aumentará el frío, la nieve y el hielo en invierno.
En verano, si el eclipse tiene lugar en un signo de fuego o de aire y se aplica con Marte en aspecto de conjunción, cuadratura u oposición, el calor de aquel verano llegará a matar animales y simientes, desaparecerán las aguas, se secarán y quemarán las plantas. Esto ya se ha explicado en la primera parte de este libro sobre el sistema de las cruces (cf. [22]).
Si se eclipsa la Luna en la triplicidad de agua habrá naufragios y abundancia de aguas que producirán muchos males.
3.1.12 Apartado sobre lluvias, truenos, relámpagos, rayos, vientos y sobre la abundancia o escasez de los mismos.
[129]
Este apartado se encuentra en el Kit×b al-B×riþ .[347] Transcribimos el texto a partir del manuscrito 1516 de la Biblioteca Nacional de Argel, fol. 209r:
<< ... فهو الدليل على ما تريد إن شاء الله في الأمطار والرعود والبروق والرياح أنظر لذلك من دخول الشمس عشرين درجة من العقرب ودقيقة فأقم الطالع لذلك الوقت وأوتاده وكواكبه ثمّ انظر إلى الزهرة والمشتري وعطارد فإن كان الثلاثة غربية أو بطيئة أوراجعة دلّ على كثرة الأمطار والأنداء في تلك السنة وأن كانت مشرقة أو مستقيمة وسريعة السير دلّت على قلّة الأمطاروالنداء في تلك السنة ثمّ انظر إلى المريّخ فإن كان في شيء من الأوتاد ولاسيما في وسط السماء في البروج الهوائية ولابسه عطارد دلّ على كثرة الرعود والبروق والأمطار الكثيرة المضرّة السريعة الانقطاع ويدلّ على كثرة الجراد وفساد الجو وإن كان المريّخ في وتد الأرض في البروج الأرضية وسقطت عنه السعود ولابسه عطارد فإنّه يدلّ على الزلازل وظهورالنيران وحدوث الرجفات وفساد المعادن وكباريت الأرض فإن كان المريّخ كما وصفنا في البروج النارية في وتد الأرض دلّ على احتراق الأرض وفساد جوهرها ومعادنها واحتراق الزروع وفسادها وإن كان المريّخ على ما وصفنا في البروج المائية في وتد الأرض دلّ على نقصان المياه وفساد كلّ ساكن ماء من حيوان غيره فإن لابسته السعود واتصلت به دلّ على كثر[ة] ضرر يكون من الرعود والبروق في تلك السنة ، وإن لم يلابسها السعود أضر[ت] الرعود والبروق وأفسدت وكثرة الصواعق . وإن كان المريّخ [و] زحل ولا سيما وسط السماء وكان في البروج الهوائية ولابسه عطارد وسقطت السعود دلّ على أضرار الهواء وفسا د الجووالمطرالدائم المطر البطيء الانقطاع وإن كان زحل في البروج الأرضية وكان في وتد الأرض ولابسه عطارد وسقطت عنه السعود أحدث زلا زل ورجفات وظهور الماء الأسود من الأرض وما أشبه ذلك . وإن كان في البروج المائية وكان تحت الأرض في وتد الأرض وسقطت عنه السعود ولابسه عطارد نقصت المياه من الآبار والفن[اء] وفسد كلّ شيء يسكن الماء من حيوان وغيره . وإن كان في البروج الأرضية تحت الأرض وسقطت عنه السعود ولابسه عطارد دلّ على فساد كباريت الأرض وجواهرها ومعادنها، فإن لم يلابسه عطارد وكانت الدلائل لكنّها تكون أخف وإن سقطت السعود عنها مزجت أمر السنة وعد لته ونقصت من دلا ئل الشرّ التي ذكرنا . وأعلم أنّ لكلّ كوكب علوي رباطا ورباط آخر لكلّ سفلي . فالعلوي بمنزلة النفس ، والسفلي بمنزلة الجسد ولايكون في العلم إلاّ باتصالها وامتزاجها بمشيئة الله وقدرته>
Para hacer una predicción válida para todo el año, el procedimiento se inicia levantando el horóscopo en el momento en el que el Sol entra en el grado 20 de Escorpio (cf. [122]). Esto parece relacionarse con lo ya apuntado en el apartado [126]: se trata de una época del año en la que suele llover. A continuación se analizan los efectos que producen los dos planetas benéficos (Venus y Júpiter) y el planeta de efectos ambiguos (Mercurio) teniendo en cuenta si son occidentales (con respecto al sol) o de movimiento lento o retrógrado, en cuyo caso producen humedad y lluvia abundante durante el año. Lo contrario sucederá si son orientales, o de movimiento directo o rápidos.
La lógica de este pasaje no está clara dado que un planeta está débil si su movimiento es lento o retrograda y lo contrario sucede si avanza con rapidez[348]: aquí, en cambio, los dos planetas benéficos (Venus y Júpiter) ejercen su influencia natural cuando se encuentran en situación de debilidad. Por otra parte, en lo que se refiere a su orientalidad u occidentalidad (cf. apartados [121] y [127]), los planetas superiores ejercen su máxima influencia cuando son orientales y lo contrario sucede en el caso de los planetas inferiores: aquí Venus y Júpiter producirán humedad y lluvia si son occidentales (Júpiter estará en posición de debilidad y Venus de fuerza) y lo contrario sucederá si son orientales.
Tras analizar los efectos producidos por los planetas benéficos, pasa a ocuparse de los maléficos (Marte y Saturno) y el refuerzo que produce su asociación con Mercurio. El planteamiento siempre se basa en la presencia de Marte o Saturno en una de las cúspides del horóscopo y en relación directa con Mercurio [349] (esta relación se repite en cada caso, por lo que no la especificaremos en el detalle que sigue) haciendo especial hincapié en la situación del planeta en la casa IV[350] y la triplicidad en la que se encuentra. Los perjuicios producidos por estos planetas son muy similares en todos los casos:
Indicios de Marte:
1) Marte está en un cúspide, especialmente en el medio cielo (casa X) y en signos de aire: relámpagos, truenos y muchas lluvias perjudiciales que cesarán rápidamente,[351] aparición de langostas y corrupción del aire.
2) Marte en la cúspide de la tierra (casa IV) y en signos de tierra y los planetas propicios (suþýd) están inconjuntos con respecto a él (saqaÐat þan-hu): terremotos, saldrá fuego de la tierra, se producirán muchos temblores, se estropearán las minas y las cosechas, y se cubrirán de azufre la tierra[352] y las plantas.
3) Marte en signos de fuego y en la cúspide de la tierra (casa IV): la tierra se quemará, se estropearán sus propiedades y sus minas y los productos agrícolas sufrirán plagas.
4) Marte en signos de agua y en la cúspide de la tierra (casa IV): escaseará el agua y se corromperá así como todos los animales acuáticos.
Estos indicios resultan menos perjudiciales si los planetas benéficos (al-suþýd) están en relación directa con Marte o en aplicación con él,
Indicios de Saturno:
1) Saturno en una cúspide, especialmente en el medio cielo (casa X) y en signos de aire, Mercurio está en relación directa con él y los planetas benéficos están inconjuntos con respecto a ambos (saqaÐat þan-hum×): oscuridad en el ambiente, corrupción del aire, lluvia permanente y perjudicial que tardará en desaparecer.
2) Saturno en signos de tierra y en la cúspide de la tierra (casa IV) y los planetas benéficos (al-suþýd) están inconjuntos con respecto a él: terremotos y temblores, saldrá agua negra de la tierra y cosas similares.
3) Saturno en signos de agua y en la cúspide de la tierra (casa IV), con los planetas benéficos inconjuntos: se reducirá la cantidad de agua de los pozos, fuentes y ríos y se verán perjudicados todos los seres acuáticos.
4) Saturno en signos de fuego y en la cúspide de la tierra, con los planetas benéficos inconjuntos: se estropean los productos de la tierra y sus minas.
Finalmentt, si Mercurio no está en relación directa con Saturno, los indicios serán los mismos pero tendrán un efecto menor y más disperso. Si los planetas benéficos no están inconjuntos con respecto a Saturno, se mezclan las características del año, se equilibran, y disminuyen los efectos adversos.
Cada planeta superior tiene lazos que son diferentes de los de los planetas inferiores. Un planeta superior tiene el rango de alma, mientras que un planeta inferior corresponde al cuerpo. No existe ningún ser en este mundo que no resulte de la aplicación y mezcla de un planeta superior con otro inferior.
3.1.13 Sobre la abundancia o escasez de lluvias al principio o final del año.
[130]
Todo este apartado hace predicciones en función de la posición de Venus con respecto al Sol. Recuérdese que Venus es el planeta que, junto con la Luna, se asocia siempre con la lluvia. Hay que considerar si es oriental (ta¹r÷q) u occidental (tagr÷b) con respecto al Sol; si está combusta (i¬tir×q), o sea si se encuentra a una distancia del Sol comprendida entre 16’ y 6º;[353] si está bajo los rayos del Sol (o sea, si se encuentra a una distancia del Sol comprendida entre 6º y 12º);[354] si está en el mismo signo que el Sol o a una distancia del mismo que no exceda o que supere a un signo; si se encuentra en un signo de lluvia (Cáncer, Leo, Escorpio, Acuario, Piscis, cf. [117], [120]);[355] si avanza con movimiento directo o retrograda. El texto hace hincapié asimismo en la conveniencia de considerar el momento de la entrada del Sol en Aries y Libra, lo que hace pensar en que, en el clima mediterráneo, son frecuentes las lluvias en los equinoccios.
Si Venus es oriental y tiene su orto antes del del Sol, habrá poca lluvia al principio del año y mucha al final. Si es occidental y su orto se produce después del del Sol, sucederá lo contrario.
Si Venus se encuentra en el mismo signo que el Sol, la máxima lluvia del año se producirá en aquel mes, lo que el autor compara a la caída del esperma en el coito si la mujer se coloca debajo del hombre. Si Venus esté combusta en un signo de lluvia asegura la caída de la misma.
Cuando el Sol entra en Libra, si Venus se encuentra bajo sus rayos se producen vapores, humedad y abundancia de lluvias al principio del año. Si es oriental y visible, habrá muchas lluvias al principio y, sobre todo, al final del mismo. Si la occidentalidad de Venus tiene lugar un mes y medio después de la situación anterior, habrá abundancia de lluvias en medio del año. En resumen: habrá humedad y lluvias abundantes cada vez que Venus esté bajo los rayos del Sol.
Si Venus se encuentra en el signo del Sol y bajo sus rayos, occidental, entre Libra y Aries, hace que el Sol queme los vapores y suscita humedad y lluvias hasta que empieza a retrogradar. En el momento en el que retrograda y está combusta escasean las lluvias, [aunque] habrán lluvias abundantes al principio del invierno. Habrán lluvias también si no hay distancia entre los dos astros al final del invierno.
Si Venus es oriental en el momento de la entrada del Sol en Libra y entre los dos astros hay más de un signo de distancia, el principio del invierno será seco y frío y su final húmedo porque Venus se encontrará al oeste del signo del Sol. Esto durará hasta que disminuya la distancia entre ambos y Venus sea oriental en el momento de la entrada del sol [en Libra?]. Cuanto más próximos estén los dos astros, avanzando Venus con movimiento directo, más abundante será la lluvia.
Lo mismo sucederá cuando el Sol entre en Aries: si entre Venus y el Sol hay menos de un signo de distancia la estación será muy lluviosa. Si Venus retrograda y el Sol está en Aries o Tauro, las lluvias serán abundantes en esta estación.
Si Venus retrograda y el Sol está en Capricornio o Acuario, la lluvia escaseará. Si Venus retrograda y el Sol está en estos signos, la lluvia será escasa en primavera, pero abundará a principios de invierno. Si ves que Venus es oriental a principios de invierno, el comienzo del año tendrá pocas lluvias que abundarán, en cambio, al final. Si Venus es occidental al principio de invierno, esta etapa será lluviosa, pero su final seco. Si es oriental y retrograda a principio de invierno, escasearán las lluvias hasta que recupere el movimiento directo y recaiga en las kárdagas[356] brillantes (al-karda¥×t al-¹ar÷qa): escaseará la lluvia a principio de invierno y abundará al final. Si Venus avanza con movimiento directo, menos de 30º delante del Sol, indica humedad y lluvias. Si retrograda es mala señal. Las máximas lluvias se producen cuando se encuentra en el mismo signo que el Sol. Entre los indicios que ofrece Venus acerca de la escasez de lluvias está el que sea occidental en el momento de la entrada del Sol en Aries o Libra. Ya se han mencionado (cf. [123]) antes las indicaciones acerca de las lluvias que ofrece el señor de la casa de Venus según la posición que ocupe entre los signos zodiacales.
3.1.14 Predicción de lluvias basada en el horóscopo que se levanta al principio del año o en el momento de la conjunción u oposición de la Luna y el Sol que le precede
[131]
El principio del año (ta¬w÷l al-sana) es el momento en el que el Sol entra en Aries 0º. El pasaje utiliza una serie de ciclos astrológicos al señalar que hay que saber cuál es el signo del intih×’ del año, el señor del dawr del año, el señor de la qisma y su asociado en los rayos, y el señor del fard×r. En el apartado [125] ya se ha referido a la qisma y a la fard×riyya. Aquí tenemos también el intih×’ (el texto menciona el al-bur¥ al-muntahà), [357] el dawr[358] y el fard×r.[359] En un año determinado, cada uno de los ciclos habrá alcanzado uno de los doce signos zodiacales, que será dominado por un planeta (el señor del signo) y a esto se refiere nuestro texto al hablar del señor del dawr, de la qisma o del fard×r.
A lo anterior añade la parte de la fortuna (sahm al-saþ×da, cf. [125]) y una referencia, poco comprensible, a la Luna. Debe averiguarse quién domina (istawlà) sobre el año. Las lluvias serán abundantes en aquel año si el mustawl÷ es Saturno, Venus, Mercurio o la Luna, especialmente si estos [planetas] se encuentran en signos de lluvia que son los que pertenecen a la triplicidad de agua (Cáncer, Escorpio, Piscis), Acuario, el final de Capricornio, Aries, Leo y Tauro, aunque los más efectivos son Escorpio, Piscis y Acuario.[360] Lo anterior es según al-Kind÷.[361] Hay quien dice que Sagitario es uno de los signos de agua.
[132]
Este apartado sigue tratando de la predicción de lluvias para un año basándose en el horóscopo de la conjunción Luna-Sol anterior al comienzo del año, aunque también aparecen referencias a predicciones referidas a las cuatro estaciones. En cualquier caso, parece que la etapa de lluvias
Según los indios: efectos de los eclipses que se producen en
[1] al-³araÐ×n (bg Arietis) y [2] al-BuÐayn (edr Arietis): incendio en las tierras de Babel.
[3] Pléyades (al-¢urayy×, u, 23, 27 Tauri, BSC 1188) y [4] Aldebarán (a Tauri): muerte entre el ganado vacuno y todos los cuadrúpedos.
[5] al-Haqþa (lφ Orionis): abundan los pájaros y los vientos.
[6] al-Hanþa (gx Geminorum): las gentes sufren abundantes dolores de vientre.
[9] al-Æarfa (l Leonis y k Cancri) y [10] al-¤abha (zgha Leonis): muchas muertes entre las gentes.
[11] al-Zubra (dq Leonis) y [12] al-¼arfa (b Leonis): los reyes se enfrentan, sienten miedo y surge un gran enemigo.
[13] al-þAww×’ (bhgde Virginis) y [14] al-Sim×k (a Virginis): abundan aguas y vientos.
[15] al-Gafr (ikl Virginis): muchas lluvias.
[16] al-Zub×nà (ab Librae): abundan el frío, la lluvia y los lagartos.
[17] al-Ikl÷l (qk Librae), [18] al-Qalb (a Scorpii) y [19] al-³awla (lυ Scorpii): frecuentes divergencias y combates.
[20] al-Naþ×’im al-Muqaddam (gdeh Sagittarii): abunda la comida.
[21] al-Naþ×’m al-Ajar (sftk Sagittarii): mucha lluvia.
[22] Saþd al-®×bi¬ (ab Capricorni), [23] Saþd Bulaþ (nme Aquarii), [24] Saþd al-Suþýd (bx Aquarii y c1 Capricorni): las lluvias frecuentes y la desgracia afectan al país, a los jueces, sabios y hombres de ciencia.
[25] Saþd al-Ajbiya (gpzh Aquarii): pesares para las mujeres, sus maridos se separan de ellas y disminuye el número de varones.
[26] al-Dalw [= al-Farg] al-Muqaddam (ba Pegasi): abunda la comida.
[27] al-Dalw [= al-Farg] al-Mu’ajjar[505] (a Andromedae y g Pegasi) y [28] BaÐn al-©ýt (b Andromedae): la comida se encarece y la gente se ve sometida a prueba.
Mansiones y puntos cardinales:
Desde [10] al-¤abha hasta [16] al-Zub×nà : oeste
Desde [17] Ikl÷l hasta [23] Saþd Bulaþ: norte.
Desde [24] Saþd al-Suþýd hasta [2] al-BuÐayn: sur (qibla).
Desde [3] las Pléyades hasta [9] al-Æarf: el lado del Jurasán (Este).
Cuando se produce un eclipse en alguna parte de la esfera celeste, debe considerarse a qué zona del mundo corresponde el grado del eclipse: esta zona se verá afectada por el beneficio o maleficio del eclipse.
3.3.9 Consecuencias perjudiciales de un eclipse en una cúspide del horóscopo de un natalicio o de un aniversario.
[175]
Cita del aforismo 24 del original griego/ 25 de la traducción árabe del Karpós seudo-ptolemaico y del correspondiente comentario de A¬mad b. Yýsuf al-K×tib:[506] el eclipse de los dos luminares en las cúspides del horóscopo de un natalicio o de un aniversario perjudica la naturaleza del signo [del eclipse]. El momento [en el que se produce el daño citado] cumple la proporción siguiente:
La diferencia de longitudes entre el grado del ascendente y el grado del eclipse, dividida por 180 equivale al tiempo (expresado en horas) transcurrido entre el principio del eclipse y el momento que se considera, dividido por la duración de todo el eclipse. Las horas resultantes equivaldrán a años si se trata de un eclipse de Sol y a meses si el eclipse es de Luna.
El comentario de A¬mad b. Yýsuf repite el aforismo y aclara que el perjuicio afectará a la indicación propia de la casa en la que se produce el eclipse: si se trata de la casa X (bayt al-sulÐ×n) se relacionará con el poder; si tiene lugar en el ascendente (bayt al-¬ay×t) con el cuerpo [del sujeto del horóscopo] y así sucesivamente con las restantes cúspides. A continuación glosa el procedimiento citado para calcular el momento en el que se producirá el máximo daño y da un ejemplo:
Eclipse de Luna en la casa X (Capricornio 0º) de un natalicio,. El eclipse dura tres horas, lo que equivale a tres meses, al cabo de los cuales el sujeto verá menoscabada su autoridad. De este tiempo hay que tomar una parte que será equivalente a la distancia entre ascendente y medio cielo dividida por 180º. El ascendente será Aries 0º y la diferencia de longitudes entre I y X será de 90º, que es la mitad de 180º. Tomaremos la mitad de 90 días que será 45 días: al cabo de 45 días (la mitad de tres meses) contados desde la fecha del eclipse se producirá el mayor daño al sujeto del horóscopo.
La misma técnica se aplicará con los eclipses de Sol. Si el eclipse es total, el perjuicio será mayor. Si es parcial será menor en función de la cantidad eclipsada del disco solar o lunar.
Para calcularlo da una regla equivalente a la anterior: se multiplican los días que corresponden a las horas del eclipse por el número de grados entre el ascendente y el luminar eclipsado. El resultado se divide por 180. El resultado serán días y fracciones de día que se cuentan a partir del momento del eclipse para obtener la fecha en la que el daño será mayor.
Se levantará el horóscopo del principio del eclipse, el de su fase central (en el que el perjuicio alcanzará un máximo) y el del final del eclipse (en el que el daño empezará a desaparecer), analizando la situación de la esfera en los tres momentos y determinando cuál de ellos es más perjudicial y cuál de ellos es más benéfico y tiene menos fuerza. Esto se puede también calcular a partir de las horas iguales que dura el eclipse, así como a partir del lugar en el que se produce y del lugar en el que se encuentra el planeta dominante (al-mustawl÷) sobre el eclipse.
3.3.10 Efectos de un eclipse en la vida de un sujeto, en el transcurso de un año, en la deposición o muerte de un gobernante y procedimientos para calcular el momento en el que tendrá lugar el acontecimiento.
[176] al-Hamd×n÷, en el capítulo 9 del apartado (fa½l) 2 del libro (maq×la) 2 del Kit×b Sar×’ir al-©ikma, expone el método para calcular el momento en el que se producirá un acontecimiento determinado por un eclipse. Según al-Baqq×r, resulta más correcto lo que expone Ptolomeo en el Karpós.
[177]
Este pasaje contiene una cita de Ibn Hibint× relacionada, básicamente, con un horóscopo natalicio y encaminada a calcular el momento en el que se producirá el daño anunciado por un eclipse que tiene lugar en el año de un natalicio o en el que se levanta el horóscopo del principio del año. El señor del año será, en principio, el señor del ascendente del horóscopo natalicio y el signo del año el signo zodiacal de este mismo ascendente. El lugar radical es la posición del ascendente en el horóscopo natalicio. Cuando nace un niño, se intenta determinar cuántos años vivirá y para ello se establece cuál es su hayl×¥ [507]y su kadjud×, el planeta con más dignidades en el horóscopo. El kadjud× concede al recién nacido sus dones (þaÐ×y×), en la forma de años o meses de vida. Para determinar la duración efectiva se utiliza la técnica del tasy÷r (prorrogación o progresión): se determina la distancia en grados entre el hayl×¥ y el elemento maléfico que interrumpe la vida (q×Ðiþ) y esta distancia se traduce en unidades de tiempo (años, meses o días) de acuerdo con una equivalencia establecida.[508]
Cita de Ibn Hibint× en el Kit×b al-Mugn÷:[509] si uno de los dos luminares es el señor del año (½×¬ib al-sana) del horóscopo natalicio o del aniversario de los años del mundo (horóscopo del principio del año) y se eclipsa durante este año, produce grandes daños. Si el eclipse se produce en el grado del ascendente del nacimiento, o en oposición a este grado o en el signo del año, el daño será máximo. Asimismo si el eclipse tiene lugar en su lugar radical (f÷ mawÅiþi-hi al-a½l÷) o en oposición al mismo, eso indicará un corte (qaÐþ) si se ha agotado, o está próximo a agotarse, el don (þaÐiyya) del kadjud× , o bien indica una gran desgracia en el caso de que aún no se haya agotado. Si uno de los dos luminares se eclipsa e indica un perjuicio, la llegada de este luminar al ascendente o a la casa cuyas indicaciones tienen relación con él (= el recién nacido), como la casa de los padres (IV), la del hijo (V) o la de los esclavos (VI), se producen grandes daños relacionados con las indicaciones de esta casa, de la casa del luminar y de la casa del eclipse.
[178]
La cita que sigue se refiere a otra aplicación de la técnica del tasy÷r, encaminada, esta vez, a determinar el momento en el que un gobernante terminará su mandato.[510] El luminar del turno (nayyir al-nawba) será el Sol durante el día o la Luna durante la noche.
Cita de þUmar b. Farruj×n al-Æabar÷: uno de los indicios que apuntan a que un gobernante sea depuesto está el que se eclipse el luminar al que le corresponde el turno (al-nawba), en el natalicio o en otro tipo de horóscopo, estando en el medio cielo, en la triplicidad de tierra si el turno le corresponde a la Luna, o en la triplicidad de fuego si le corresponde al Sol, debido a la especial relación que tiene cada uno de ellos con la triplicidad correspondiente. Esto se produce de una manera especial si esta relación es firme y el eclipse tiene lugar en uno de sus domicilios o en sus exaltaciones, lo cual es indicio de una máxima humillación, caída y pérdida de notoriedad al mismo tiempo que un gran desastre, especialmente si uno de los planetas infortunados da testimonio en favor de uno de ellos.
[179] Cita de Abý Maþ¹ar: sobre indicios que anuncian la muerte de los reyes y de los q×’ims[511] cuando se cumplen las indicaciones fundamentales que advierten de la misma, como los eclipses solares en Aries o Leo,[512] que indican la muerte del q×’im, especialmente si el eclipse se produce en el nodo ascendente. Si el eclipse tiene lugar en Libra, estando Saturno en Capricornio y Marte en Cáncer,[513] indica que será asesinado y será envenenado o traicionado. El suceso se producirá cuando el Sol esté en conjunción con Saturno en Capricornio.[514]
Si la Luna se eclipsa en Aries, Saturno está en Cáncer y Marte en oposición a Saturno,[515] eso indica la muerte del q×’im cuando el Sol llegue al signo de Aries en aquel año.[516]
El acontecimiento también se producirá cuando la Luna llegue al ascendente del eclipse y cuando el Sol llegue al signo del eclipse o al ascendente del eclipse. Cuando el Sol llega al signo del eclipse, la predicción empezará a cumplirse cuando la Luna alcance el signo del ascendente. Esto es lo que han mencionado los sabios, pero debe tenerse en cuenta lo que mencionó Ptolomeo en el Karpós.[518]
Todo esto se ha expuesto en el Kit×b al-adw×r f÷ tasy÷r al-anw×r, apartado (fa½l) sexto del capítulo (b×b) cuarto, acerca de los momentos en los que se producen los sucesos anunciados por los eclipses solares y lunares.[519]
3.3.11 Colofón
[181]
Esto es todo lo que indica el mundo superior acerca de lo que sucede en el inferior, para que sirva de guía en este arte.
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mismo sucede en los signos de aire, aunque con menor intensidad.
En lo
que respecta a la explicación de sus secretos (¹ar¬ sirri-him), las
lluvias, según ellos (þinda-hum) proceden de los vapores tenues que se
elevan desde los mares y los ríos antes de que salga el Sol. En esta hora se
ven, a veces, cómo ascienden los vapores como si fueran humo. Uno de estos
vapores ascendentes es seco y sale de la tierra fresca y húmeda, produciendo
vientos húmedos, truenos, relámpagos, rayos y chispas. El segundo de estos
vapores es húmedo al ascender y genera nieblas, rocío, granizo, nubes, nieve y
lluvia. La niebla se produce a partir del vapor de agua, es más espesa que el
aire y se sitúa a un nivel más bajo que las nubes. En lo que se refiere a estas
últimas, el espesor de los vapores, su aglutinación y compactación corresponden
a la estructura de la lluvia que, a veces, resulta del excesivo espesor y
aglutinación. Si las nubes son finas, las gotas de lluvia serán gruesas y
caerán con fuerza. A veces nieva antes de que las nubes se transformen en
lluvia, porque las nubes se parten y se desmenuzan debido a su espesor y su
blancura se ve incrementada.
Todo lo
anterior es resultado de la apertura de puertas porque todos los planetas,
excepto el Sol, producen lluvias y vientos y la posición de los planetas
superiores es la que da indicios sobre esto, tal como se ha explicado
suficientemente.
3.2 Capítulo 2º: Sobre precios.
3.2.1 Evolución mensual
[136]
Todo este apartado coincide, casi literalmente, con el Kit×b al-B×riþ de Ibn Ab÷ l-Ri¥×l, en un pasaje del
capítulo 33 del libro VIII que deriva de þUmar ibn Farruj×n al-Æabar÷.[373] Las subidas y bajadas de precios se calculan para cada mes o para cada
medio mes, ya que el punto de partida es el horóscopo de las sicigias. Los
elementos significativos más importantes en este horóscopo son:
1) el señor del ascendente,
o sea el planeta que domina la casa I;
2) el señor de la casa en la que se encuentra el señor del
ascendente: el planeta que domina la casa I se encuentra, en el horóscopo, en
otra casa que, a su vez, está dominada por otro planeta;
A lo anterior se añaden otros elementos secundarios:
2) un planeta sin
dignidades situado en el ascendente;
3) el planeta que tiene su
exaltación en el ascendente;
4) cualquier planeta con
poder que esté en una de las cúspides;
5) cualquier planeta que
recibe (yaqbal) al señor del ascendente o está en aplicación con él.
Para determinar si los precios suben o bajan se utiliza el estado creciente
(z×’id) o decreciente (n×qi½) de los indicadores. Esta terminología suele aplicarse al cálculo (¬is×b), luz (nýr), número (þadad) o velocidad (sayr)
sobre los cuales puede verse supra [34]. Nuestro texto especifica en algún caso que el estado creciente o
decreciente se aplica a la velocidad (sayr) y, más frecuentemente, al
cálculo (¬is×b), pero omite muchas veces cualquier tipo de referencia.
Como mera hipótesis hemos optado por considerar que las referencias sin
identificar se refieren asimismo al cálculo. Habitualmente el crecimiento (ziy×da)
se asocia con el aumento de precios y el decrecimiento (nuq½×n) con la
bajada de los mismos.
Sigue un
amplio resumen del contenido de este apartado:
Para conocer la baratura y carestía de los precios y cómo afecta a la
situación de las gentes, hay que levantar el horóscopo de la conjunción y de la
oposición de la Luna y el Sol cada mes de la
manera más precisa posible y, para evitar errores, se utilizarán horas iguales.
El ascendente y su señor proporcionan indicios sobre las gentes y los precios,
así como sobre el tiempo atmosférico que constituye la causa fundamental de las
alteraciones de los precios, especialmente en los países costeros cuyos habitantes
están seguros en ellos y obtienen de él [mar] sus alimentos.
A
continuación hay que considerar quién es el señor del domicilio del señor del
ascendente – porque les ayuda [al ascendente y al señor del ascendente]– y el
planeta extraño[374] que se encuentra en el ascendente si es
compatible con él. Si no lo es y resulta nefasto o corruptor, indica gran daño
durante este mes, testimonio que puede verse reducido de acuerdo con su esencia
y naturaleza. Si encuentras un planeta que está abandonando (z×’il)
una de las cúspides y que es el señor de la exaltación del ascendente,[375] [será un indicador], como también lo
será todo planeta que esté en una cúspide del horóscopo y tenga poder y
[su influencia] aumentará cuando el señor del ascendente abandone la
cúspide. El planeta extraño también se guiará por él hasta que salga de la
cúspide.
Si el
señor del ascendente está en el ascendente o en otra cúspide o en la casa XI o
en un lugar bueno, aspectando al ascendente, resultará un indicador más
adecuado, especialmente si es oriental en las kárdagas (cf. [130]) brillantes
hasta que salga de los rayos solares y se mantenga iluminado y en avance
rápido. Entonces indicará el momento adecuado para que la gente busque
alimentos y haya buenas ventas. Esto aumentará en cada decano en la
medida en que el planeta incremente, poco o mucho, su velocidad,
especialmente en el día en el que la Luna alcance su cuadratura con el ascendente, esté en el ascendente o se
encuentre, según se ha expuesto, en aspecto con el ascendente o con el señor
del ascendente. No obstante, si está en oposición, la predicción será la
contraria, porque si está creciente [en cálculo][376] y se trata de un mes en
el que aumentan los [precios de los] alimentos, llega a la oposición con
el ascendente y aspecta al señor del ascendente, se producirá una disminución (nuq½×n)
[de los precios]. Si está decreciente [en cálculo] indica aumento (ziy×da)
[de los precios]. Esto se debe a la enemistad entre el ascendente y su nadir (la
casa VII): cada uno opera al contrario del otro.
Considera al señor del ascendente: si está en estado de recepción (maqbýl)
(cf. [46]) y el que lo recibe incrementa (z×’id) [su cálculo][377] en una cúspide, todos los precios aumentarán durante este mes y el señor de
la casa del señor del ascendente será más fuerte después de la luna llena.
Si ves
que el señor del ascendente está en estado de recepción y tanto él como
el señor de la casa del señor del ascendente crecen [en cálculo] lo más
probable es que aumenten también [los precios] de acuerdo con su incremento.
Si el
señor del ascendente o el planeta que encuentras en la cúspide están en
aplicación con un planeta cadente (s×qiÐ)[378] y decreciente en cálculo
(¬is×b), los precios se reducirán y bajarán.
Si el
señor del ascendente y el planeta que lo recibe están decrecientes [en
cálculo], los precios bajarán de acuerdo con la cuantía del decrecimiento. La
máxima reducción de los precios se producirá cuando ambos planetas estén
próximos a abandonar una cúspide (z×’il), ya que esto indica la
velocidad con la que tiene lugar el proceso. Si ambos se aplican a un planeta
creciente o decreciente [en cálculo], la reducción de precios será máxima.
Si en el ascendente se encuentra un planeta que tiene testimonio en él, el
aumento y la disminución de precios tendrán lugar de acuerdo con el estado,
bueno o malo, de este planeta, ya que éste se asocia con el señor del
ascendente en lo relativo al aumento o la disminución. Si el señor del
ascendente no está en estado de recepción y los dos luminares crecen en cálculo
y se encuentran en las casas XI o V, el aumento será máximo.
Si un planeta creciente en cálculo se aplica al señor del ascendente,
indica aumento [de precios] en el día en el que se produce la aplicación. La
mayor disminución [de precios] tiene lugar si los dos luminares están
decrecientes en cálculo y el señor del ascendente está también decreciente [en
cálculo] en las casas III, IX o XII. Las cúspides indican estabilidad en los
precios.
A veces
hay, también, reducción [en los precios] si un planeta decreciente [en
cálculo] se aplica al señor del ascendente y luego el señor de su casa,
creciente [en cálculo], se aplica a él. Si el señor del ascendente está
decreciente en cálculo, en nada le aprovecha el que el señor de su casa esté
creciente [en cálculo] porque el fundamento de la predicción se encuentra en el
señor del ascendente que es quien tiene la indicación y la fuerza, a menos que
esté en estación en la cúspide de un planeta.[379] Si el ascendente
coincide con uno de los dos domicilios de los dos luminares, considera entonces
si están crecientes o decrecientes en cálculo, así como qué posiciones ocupan
con respecto al ascendente y opera con ello. 3.2.2 Sobre el precio del aceite y de los cereales
[137]
El presente apartado, relativo al precio del aceite y de los cereales,
contiene una serie de referencias y alusiones que conviene aclarar antes de
resumir su contenido:
El punto
de vista del autor parece ser el de los agricultores y de los que comercian con
estos productos ya que el aumento de precio es, casi siempre, el resultado de
la intervención de elementos benéficos en el horóscopo o a la fuerza de los
indicadores y, por el contrario, su disminución se debe a la influencia de
elementos maléficos o al estado de debilidad de los elementos dominantes. Hay
excepciones pero la tendencia general parece ser esta. Las predicciones pueden
hacerse para un año completo, para una estación o para un mes.
Los planetas que son los indicadores del aumento o de la disminución de
precios deben de tener la categoría de mustawl÷, ½×¬ib, mudabbir o mubtazz, conceptos
relacionados, todos ellos, con el carácter predominante de un planeta en un
horóscopo pero que resultan difíciles de definir y de diferenciar. El mustawl÷ es el planeta con el mayor número de
dignidades en el lugar del horóscopo relacionado con la demanda y el proceso
para seleccionarlo resulta, a veces, laborioso.[380] El término ½×¬ib parece tener una significación más
limitada y aplicarse al planeta dominante sobre un signo, una casa, una
triplicidad o un término: en este apartado se habla siempre del señor del signo
o grado de la conjunción o de la oposición del Sol y de la Luna. El mudabbir es descrito por al-B÷rýn÷[381] en relación con un
horóscopo de aniversario, como el planeta asociado a al-q×sim, el distribuidor de las fortunas de la vida
mientras que Ku¹y×r ibn Labb×n menciona al mudabbir al ocuparse de eclipses y conjunciones planetarias.[382] En conjunto tanto mudabbir como mubtazz parecen términos casi análogos al mustawl÷ ya que el primero
es definido como el planeta que, en un determinado momento, tiene más
dignidades o rige un ciclo.[383] El mubtazz, por su parte, es el planeta situado por encima del horizonte que tiene
más fuerza en el horóscopo y su fuerza se determina en función de su domicilio,
exaltación, término y triplicidad.[384] Al-B÷rýn÷[385] distingue entre un mubtazz absoluto (muÐlaq), al que correspondería la definición anterior, y
de otro limitado (muqayyad) cuando sólo se consideran las dignidades
relativas a las propiedades características de una de las doce casas.
En este
apartado se refiere también al significado que tiene, para las oscilaciones de
los precios, la presencia de Saturno en el signo de su última conjunción con
Júpiter o bien en el signo de la Religión (bur¥ al-Milla) o en el signo de la conjunción indicadora de la Religión (bur¥ al-qir×n al-d×ll þalà l-Milla).
Estos signos han sido mencionados ya en [102]. Con ello, al-Baqq×r se introduce
en un tema clásico dentro de la astrología mundial islámica: el de las
conjunciones de Saturno y Júpiter que presiden los grandes acontecimientos de
la historia de la humanidad. No obstante, la terminología que utiliza plantea
problemas de interpretación ya que no sabemos si el bur¥ al-Milla es el mismo bur¥ al-qir×n al-d×ll þalà l-Milla o un signo distinto. Las
dos expresiones aparecen también en el Kit×b al-nukat de Abý Maþ¹ar que es, con toda seguridad, una fuente utilizada por
al-Baqq×r para este pasaje (texto reproducido más abajo).[386] Por otra parte, un
pasaje de al-Kit×b al-B×riþ de Ibn Ab÷ l-Ri¥×l[387] muestra con claridad que al-qir×n al-d×ll þalà l-milla es la conjunción del año
571, que coincidió, aproximadamente, con el nacimiento del Profeta. Traducimos,
a continuación, el texto en cuestión:
1) Cita
de al-Kind÷[388] en el B×riþ: “Entre el año de la conjunción que fue
el signo del advenimiento de la religión del Islam y la Hégira transcurrieron 52 años. El ascendente de
la conjunción de la Religión fue Géminis y alcanzó (intahat) el signo de Virgo en al año en el
que el Profeta - Dios le bendiga y le salve - emigró a Medina. Entre la Hégira y Yezdeguerd transcurren 3624 días”. Es
evidente que entre el año 571 y el 622 transcurren 51 años solares, que
equivalen a algo más de 52.5 años lunares. El autor aplica a esta diferencia de
51 años solares la técnica del tasy÷r o prorrogación utilizando un ciclo de 12 años, en los que el indicador
avanza un signo por año:[389] si partimos de un
ascendente en Géminis, en 51 años el ciclo habrá realizado cuatro revoluciones
completas (12 x 4 = 48) y, en los tres años del resto, el indicador se habrá
prorrogado desde Géminis hasta Virgo. La diferencia de 3624 días entre el
principio de la Hégira (DJ 1948439) y el principio de la era de Yezdeguerd (DJ 1952063) es
correcta. El ascendente del horóscopo (que probablemente corresponde al
equinoccio de primavera del año 571) difiere del que encontramos en otros
horóscopos similares, lo que no llama la atención ya que depende de la latitud
del lugar y de la hora de la entrada del Sol en Aries lo cual, a su vez, es
función de las tablas astronómicas utilizadas: según Mýsà ibn Nawbajt y al-Batt×n÷
sería Sagitario;[390] según Mךגall×h, Abý Maþšar y al-Si¥z÷,
Libra;[391] según Ibn Qunfu² al-QusanÐ÷n÷, Piscis[392].
Un
segundo texto, procede de la otra obra conocida de al-Baqq×r, el Kit×b al-adw×r f÷ tasy÷r al-anw×r:[393]
2) “Un
ejemplo de esto lo constituye la conjunción en la que se produjo el cambio de
triplicidad (al-qir×n al-intiq×l÷) al signo de Escorpio, que fue el
signo del advenimiento de la religión del Islam, y tuvo lugar en el año de la
transferencia (al-sana al-mu¬awwala), en Marzo del año 882 de Alejandro
[Marzo del 571 de J.C.]. La conjunción volverá al signo de Escorpio 14;4o en el año de la transferencia 1544, en Mu¬arram del año 951 de la Hégira, que coincide con fines de Marzo del año 1185 de Alejandro. Hemos
encontrado que el intervalo entre las dos conjunciones es de 973 años solares”.
Aquí al-Baqq×r identifica al-qir×n al-d×ll þalà l-milla con la conjunción del 571 y añade que Saturno y Júpiter volverán a
encontrarse en el signo de Escorpio, tras haber recorrido las cuatro
triplicidades, al cabo de 973 años solares, en Muarram del 951 H (este mes
empezó el 24 de Marzo de 1544): se está refiriendo al equinoccio de primavera
del año de la conjunción. La longitud de Saturno y Júpiter en el momento de la conjunción
verdadera es, según al-Baqq×r, 14;4o de Escorpio (o sea 224;4o). Parece probable que al-Baqq×r
utilizara las tablas de Ibn Is¬×q (u otras derivadas de éstas) ya que, con
ellas, podemos calcular que hubo una conjunción verdadera el 23 de Septiembre
de 1544, hacia las 11 de la noche, a 224;35,48o, valor muy próximo
al del texto.
Identificado, sin lugar a dudas, lo que significa el bur¥ al-qir×n al-d×ll þalà l-milla (Escorpio) nos queda por
averiguar a qué se refiere el texto con bur¥ al-milla. Aquí sólo podemos
aventurar dos hipótesis:
1) El
signo de la conjunción de Saturno y Júpiter inmediatamente anterior a la Hégira, A título indicativo, podemos recurrir, una vez más, al z÷¥ de Ibn Is¬×q y comprobar que la última
conjunción media de Saturno y Júpiter anterior a la Hégira se produjo el 25 de Septiembre de 610,
fecha en que la longitud media de ambos planetas era 332;4o (en el signo de Piscis).
2) El
signo en el que se encontraba Saturno en el momento de la Hégira (observemos que tanto el texto de
al-Baqq×r, como el de su fuente, el Kit×b al-Nukat, hablan del bur¥ al-milla y no del bur¥ qir×n al-milla). En el equinoccio de primavera del año
de la Hégira (19 de Marzo del 622)
Saturno tenía una longitud media de 112;22o y una longitud verdadera de 111;13o encontrándose, por tanto, en Cáncer. A esto hay que añadir que Abý Maþšar
señala, en el Kit×b al-milal wa l-duwal que el 21 de Marzo del 622, tres meses y 27 días antes del comienzo de la Hégira, tuvo lugar una conjunción de los dos planetas maléficos (Saturno
y Marte) a 20o de Cáncer[394] La conjunción coincidió
con la "revolución del año del mundo" (ta¬w÷l sanat al-þ×lam),
o sea con la entrada del Sol en Aries. El día del comienzo de la era (14 Julio
622) la longitud media de Saturno era 116;17o (Cáncer) y su longitud verdadera 120;29o (a principio de Leo). Todo parece apuntar a que al-Baqq×r se está
refiriendo al signo de Cáncer y es curioso constatar que los tres signos con
los que estamos jugando forman la triplicidad de agua: Escorpio (bur¥
al-qir×n al-d×ll þalà l-milla), Piscis (signo de la última conjunción media
de Saturno y Júpiter anterior a la Hégira) y Cáncer (posición media de
Saturno en el inicio de la Hégira y signo de la conjunción entre Saturno y Marte en el equinoccio de
primavera del año de la Hégira).
Veamos, a continuación, un resumen del contenido de este apartado:
Un indicio indudable de un gran aumento de los precios está constituido por
una de las posibilidades siguientes:
a) Los planetas benéficos
dominan los lugares de la conjunción y de la oposición entre la Luna y el Sol que precede al principio del año
y que se producen antes que el Sol entre en el punto que marca el
comienzo de las cuatro estaciones del año.
b) Uno de los planetas benéficos está en una
de las cúspides o en posición dominante (mustawl÷) sobre su lugar [de la
conjunción/ oposición] o sobre su ascendente o el ascendente del
[comienzo del] año, en posición de fuerza por sí mismo, creciente en luz,
ascendiendo en la esfera de su apogeo, y con alguna dignidad en las cúspides
visibles [situadas por encima del horizonte, o sea las casas I o X] del momento
de la conjunción u oposición o del comienzo del año.
Si, por el contrario, el planeta benéfico está en posición de debilidad por
sí mismo, decreciente en cálculo y descendiendo en la esfera de su apogeo en
dirección hacia el perigeo y carente de dignidades y sin encontrarse en ninguna
de las cúspides, se puede predecir bajada general de precios y escasez en la
demanda.
Del mismo modo cuando los planetas infortunados estén en posición
dominante sobre estos lugares, estén fuertes, aumenten su velocidad y asciendan
en la esfera de su apogeo, con dignidades en las cúspides, aumentarán los
precios en este mes o durante esta estación que se inicia y serán caros todos
los productos relacionados con el planeta. Debe saberse que la subida o bajada
de precios depende de la importancia del ascenso o descenso del planeta [en la
esfera de su apogeo] y de la solidez de su implantación en las cúspides
visibles y de su aplicación a otro [planeta].
Cuando Saturno, en algún año, esté en el signo de la conjunción en la que
te encuentras, o en el signo [de la conjunción] de la religión (bur¥
al-Milla) o en el signo de la conjunción indicadora de la religión (bur¥
al-qir×n al-d×ll þalà l-Milla), no estando Júpiter en aspecto alguno con
él, esto constituye un indicio de una indudable gran subida de precios. Si el
nodo meridional se encuentra con él en el mismo signo, hay que predecir
carestía en la comida y hambre generalizada hasta que Saturno se separe del
nodo.
Los años de sequía son aquellos en los que Saturno domina la conjunción y
la oposición [del Sol y la Luna anterior al comienzo del
año], y el ascendente del comienzo del año en curso , especialmente si Mercurio [avanza] paralelo (muw×ziyan) a él en el momento del comienzo del año.[395]
El pasaje anterior tiene coincidencias casi literales con el Kit×b al-nukat de Abý Maþ¹ar. Reproducimos el pasaje a
partir del manuscrito Escorial 918, fol. 4v:
الغلاء والرخص: يعرف ذلك من الكوكبين العلويين
لأنّ الغلاء بعد زحل والرخص من بعد المشتري فمتى رأيت زحل قد وقع في
بعض السنين في برج القران الذي أنت فيه أو برج الملّة أو برج القران الدالّ على
الملّة وسقط عنه المشتري فذلك من علامات الغلاء الأ شدّ فيه فاجرالقول عليه
ولا تجزع فإن اتّفق أن يكون مع الذنب في برج واحد فاخبر بعزّة الطعام وجوع
الناس إلاّ أن ينظر المشتري إلى ذلك المكان أو يفارقه الذنب . وأيضا فإنّ السنين
التي تدل على الجدب هي التي يكون فيها زحل مستوليا على الاجتماع والامتلاء الذي كان
فيه التحويل وأشدّ لذلك إذا كان موازيا لعطارد هذا في السير
En lo que se refiere a los meses, si el señor de la conjunción y de la
oposición se encuentra en signos cadentes, esto indica bajada de precios de
esta mercancía.[396]
En lo relativo a la comida y al trigo, hay que considerar al señor de la
conjunción y de la oposición: si se encuentra en una cúspide, creciendo en
cálculo, ascendiendo en la esfera de su apogeo y en posición de fuerza, hay que
predecir una subida [del precio] de la comida y de todos los granos durante
este mes. Lo mismo sucederá si el indicador (al-dal÷l) se
encuentra en una cúspide visible: los precios aumentarán, especialmente si está
en el medio cielo (casa X). Si su velocidad es decreciente y avanza hacia su
punto más bajo (perigeo), la comida y los precios disminuyen. Si el indicador
está en la cúspide de la Tierra (watad al-arÅ, casa IV), los precios se mantendrán, sin aumentar ni
disminuir. Si se encuentra en la casa VII, los precios bajarán hasta que llegue
a la casa IV.
Este pasaje sigue mostrando coincidencias, aunque menos literales, con el Kit×b al-nukat (Escorial 918, fol. 4 v):
وأمّا في الشهور
فإذا رأيت صاحب الاجتماع والاستقبال في التاسع والثالث فإنّ ذلك دليل
على الرخص فاعرف طالع الاجتماع والاستقبال ، ثمّ انظرإلى صاحبه فإن كان
زائدا السير فإنّه يزيد في ثمن الطعام في ذلك الشهر. فإن كان في وسط السماء
فإنّه يرتفع ويزيد ثمن الطعام . وإن كان ناقصا في السير نقص السعر. وإن كان ماضيا
إلى هبوطه اتّضع السعر. وإن كان في وتد الأرض أوالسابع أقام السعر على حاله ولم
يزد ولم ينقص
En lo
que se refiere a otros alimentos distintos de los cereales, como el aceite y
similares, su situación depende del planeta dominante (mustawl÷) sobre
los signos de la conjunción y de la oposición. Si lo encuentras inconjunto (s×qiÐ)
o en casa cadente (z×’il) o está en aplicación con otro planeta cadente
o inconjunto o lento de velocidad y decreciente en cálculo, puedes decir que el
aceite bajará de precio, habrá escasa demanda y disminuirá el negocio relativo
a él. Si el indicador (dal÷l) está cadente o inconjunto y está en
aplicación con otro planeta cadente de su cúspide, esto es indicio de que
el precio se mantendrá estable hasta que salga de la mencionada aplicación, en
cuyo caso su precio bajará. Si el indicador está en una cúspide y se aplica a
un planeta creciente [en cálculo], el precio bajará un poco hasta que abandone
la aplicación y, entonces, se mantendrá estable.
Considera asimismo el administrador (mudabbir) del año. Si está
afortunado o está en la qisma[397] feliz y tiene la
preeminencia [ibtiz×z, o sea que es el mubtazz], hay que predecir un revaloración de la mercancía si su naturaleza
coincide con la del planeta administrador, tal como se ha explicado en el
capítulo correspondiente.[398]
Entre los indicios para determinar la carestía o la baratura de las cosas: un
testimonio [a principios del mes][399] y también en la mitad del
mismo es que consideres los elementos fundamentales (mab×di’) de las
conjunciones y
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